Soy Tu Vampiro

Preocupación.

El camino de regreso a la universidad era lento. Leonel iba sumido en sus pensamientos mientras yo miraba el lado derecho de mi ventana, el bebé estaba mirando con esos grandes ojitos lo que estaba a su alrededor. Era tan hermoso que debía encontrar una solución para protegerlo de cualquier peligro. Y es que aun no entendía como kald haría para regresar, no había manera, me costaba tanto asimilar esta situación.

Narra Daniella

Las cosas con harry iban muy bien. Estos días en las islas de san Andres habían sido espectaculares. Personalmente el viaje me había servido para despejar mi mente y cuerpo de las preocupaciones y problemas. Tan sólo con escuchar las olas y sentir la cálida brisa a mi alrededor me calmaba.
En estos momentos estábamos empacando nuestras pertenencias ya que volvíamos a Rusia, había surgido un problema en cuanto a kald y no podíamos mantenernos de esquina a esquina en este gigantesco mundo.

- bebé ya sabes que si sientes algo negativo me informas, no importa si es muy mínimo.- harry tenía mi cara entre sus manos, la tenia sujeta con mucha ternura.

- si yo se corazón, no dudaré en hacerlo.- le sonreí y me puse en puntas pata darle un pequeño beso en la nariz. El sonrió por el gesto.

- sabes. . Me gusta el traje que llevas puesto pero.. para la tarde se ve bien? .- me pregunto curioso.

- antes de irnos, te llevare a un lugar muy cool. - me di media vuelta y seguí empacando. Harry sólo se quedo pensativo pero con una gran sonrisa en su rostro. Su cara se esfumó cuando alguien entró a la habitación.

- entonces ya nos vamos del paraíso.- dijo abby tirándose en la cama y desordenandola un poco.

- si. . - dije algo triste. Era un maravilloso lugar.

- debemos volver.- dijo harry y ambas le sonreímos.

- ¿donde esta Mario?.- pregunté a abby.

- ya viene, esta terminando de empacar algunas cosas.- sus mejillas estaban algo coloradas.

- alguien está en las nubes.- dije divertida tirandole una almohada que no llegó a su cara porque la detuvo y la tiro a otro lado.

- ¡oyee!.- se quejo harry burlón. Bueno era en el donde había terminado.

- lo siento.- dijo abby divertida, sonriendo amplia mente.  Antes de irnos fuimos a una especie de fiesta que había cerca a la playa, todos estaban muy emocionados y bailando, era un ambiente que nos haría olvidar todo lo negativo y nada mejor que olvidar todo eso junto a tus amigos y la persona que te hace sonreír cada día.
Todo paso muy rápido y ya estábamos en camino al aeropuerto. Íbamos contando chistes malos, todo era risas.

- ¡¡Señor cuidado!!.- le grito harry al conductor quien paro el auto de un frenazo.

- ¿¡Pero que le pasa estúpido!?.- grito el señor a un hombre que se había atravesado en la carretera. Las luces del auto dejaban a la vista un desconocido  que estaba vestido de negro y tenia la mirada fija en nosotros. El señor del auto se bajo y siguió insultandolo al desconocido mientras a el parecía no importarle lo que dijera.

- es uno de los hombres de kald.- susurre. Mi corazón iba demasiado rápido y latía con tanta fuerza que pensé que se saldría, hasta que harry se percató de mi situación y tomó mi mano logrando que me tranquilizara un poco.

- Todo esta muy cerca.- hablo fríamente para después sonreír macabra mente.

- ¡¡Ya largate maniático!!.- seguía diciéndole el conductor.

- ya me cansaste.- dijo el desconocido. Lo miro y sus ojos cambiaron a un rojo carmesí. El conductor comenzó a temblar hasta que callo al suelo y su boca se fue cerrando, al igual que su nariz.

- ¡¡conduce!!.- grito abby a harry y este paso al asiento arrancando rápidamente.

Narra sophia.

Llegamos a la universidad y leonel me acompañó a mi habitación junto con Jean. Al momento de entrar  en una de las ventanas había escrito un mensaje en sangre.
"La hora esta muy cerca".
Esto iba de mal en peor. Necesitaba que todos estuviéramos ya reunidos, necesitábamos tomar medidas en todo esto, las cosas no podían salirse de control.

- cariño el director ya esta al tanto de todo esto?.- me gire para ver el rostro de leo.

- lo Está y al igual que nosotros esta desesperado.-

- los chicos como máximo llegan en la mañana. - acosté a Jean en la cama y coloque su chupon en su pequeña boquita.

- hay que ser pacientes, debemos esperar. - leo se acuesta a un lado de el bebé.

No puedo estar tranquila, la preocupación de que pasará se encuentra plasmada en todos los rincones de mi mente y por mas que busco respuestas a mis preguntas no las tengo y me frustra demasiado porque quiero protegerlos a todos. Mi mente viaja así como las horas, son alrededor de las tres de la mañana y no consigo estar tranquila. Es tan absurdo pensar  que todo parecía estar avanzando para bien, todos felices que no nos dimos cuenta y nos golpeamos y terminamos en un hueco en el cual no sabemos si encontraremos la salida.

Desearía que todo esto fuera una simple pesadilla, desearía abrir mis ojos y encontrarnos a todos sonriendo como debió quedarse.

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