Soy Tu Vampiro

¿¡What!?

- seguramente moverá a sus hombres en busca de nosotros.- harry nos miró.

- ¿que vamos a hacer?.- pregunté.

- bueno hable con la familia y hay una opción.- Abby jugaba con sus dedos mientras caminaba de un lado a otro.

- ¿cual?.- pregunto leonel.

- Entregarle el collar  con un hechizo.- nos miró.

- ¿como que con un hechizo?.- dani revoleo sus manos al aire.

- El hechizo de auto-Encierro.- todos pusimos atención.

- Abby el es un medio brujo, lo va a presentir.- dijo harry.

- No lo haré Yo.  Mi padre es quien lo hará.- sollozo.- este hechizo es uno de los más poderosos y para que sirva un brujo original debe sacrificarse, solo así se podrá detener a la criatura que este acechando.- derramó lágrimas que inmediatamente desapareció. Todos nos habíamos quedado en silencio, no sabíamos que decir. Era su padre, ¡¡SU PADRE!!.

- ab. .- iba a hablar leo pero Abby lo interrumpio.- La decisión esta tomada y..- suspiro. - y ya no se puede hacer nada.

- Es que puede haber otra solución, tu familia es bruja, tu lo eres, algun conjuro o hechizo debe protegerlo mientras realiza el acto. - dijo dani tomando las manos de Abby.

- Buscamos y buscamos, llamadas, sincronizacion con brujos amigos lejanos e incluso hasta los más ancianos y no hay nada.- de sus ojos escaparon dos lágrimas.

- Algo tenemos que hacer.- mire a los chicos.

Un golpe en la habitación nos distrajo. Harry a su velocidad anormal se acerco y dejo ver a un Mario más ¿cambiado?. Estaba más alto, tenia el cuerpo más marcado y no se si revolco con un montón de perros pero era un asco. Iug.

Harry solo  lo fulmino con la mirada, cosa muy extraña porque nunca había pasado y podría jurar que de no ser porque estamos todos se le hubiera tirado encima a darle golpes. Leonel esta de la misma manera sólo que no tanto como harry, ¿pero que les pasa?. Después de saludarnos llego a nuestra amiga.

Narra abby

- Hola abby.- se acerca a mi y me da un beso en la mejilla, me sonrojo.

- Hola Mario.- sonrio  sin mostrar mis dientes.

- ¿como estas?, te estuve llamando pero nunca agarraste el celular.- rasco su nuca.

- yo bien.- Los chicos que hablaban  alejaditos me miraron  "yo bien. Aja", los  fulmine con la mirada.- Encerio..lo siento estuve muy ocupada, estoy ocupada.- dije seca.

- entiendo, necesito hablar contigo de algo muy serio que no se como tomarlo o que sea, solo confío en ti.- hablo rápido y nervioso.

- OK, bueno te parece si vamos al café de molly a las 4:00.- dije mirándolo y tratando de escarbar en esos ojos el misterio que se apoderaba de todo su ser.
Su actitud me había dejado con una intriga y bueno por mas que los chicos lo conozcan y el a ellos no puedo comentar nada hasta que Mario no me de autorización. Pensándolo bien esos tres vampiros tuvieron que escuchar todo por su super audio, ¡Ay!, esto tiene sus pros y contras.

- tierra llamando a abby.- Mario me hacía señas con las manos y al parecer apenas las vine a notar.

- lo siento.- dije cabizbaja.- tomó mis manos.- al parecer tu también tienes que contarme algo.- mi pulso se disparó, mi corazón latía fuerte. ¿sabrá que soy? ¿estará bien decirle? ¿como reaccionará? ¿y si se aleja?. Vamos abby no pierdes nada.

- si Mario, yo también tengo algo que contarte.- lo mire.

- bueno nos vemos más tarde.-me dio un beso en la mejilla y se fue.

Bien ahora no habrán más secretos, Mario sabrá todo y solo espero no salga corriendo. Por otro lado esta mi padre,mi bello padre, mi mejor amigo, que sera de mi sin el, sin sus chistes malos, de su grata compañia, de hacer tantas cosas juntos, mi viejo aunque no le gusta que le llame así porque es un joven de 15, aquel que siempre me saca una sonrisa y que vela porque lo tenga todo y este bien, hay padre no sabes cuanto te amo y cuanto daría porque todo esto fuera sólo una pesadilla, una horrible pesadilla de la cual quisiera despertar. Sin darme cuenta salí corriendo del cuarto llorando.  Los chicos me miraron, dani salio  atras de mi pero le dije que necesitaba estar sola. 

Por la tarde.

Había llegado hace 6 minutos, agradezco que Mario aún no llegue pues tengo minutos para relajarme y alejar los nervios.

- Buenas tardes señorita.- dijo un joven muy amable.- ¿desea algo?.- pregunto.

- un café por favor.-

- enseguida. - se retiró.

La campana sonó lo que indica que alguien entro,  mi vista se enfoco en Mario quien esbozo una sonrisa.

- Hola abby.- beso mi mejilla y ya estoy como un tomate.

- Hola Mario.-

- bueno a lo que vinimos.- junto sus manos.

- aquí tiene señorita.- sonreí en modo de agradecimiento.- gusta algo joven. Mario negó.

- me decías.- anime a que continuará.

- bueno yo...mira primeramente quiero que abras tu mente y escuches atentamente todo lo que te diga porque yo aun no lo asimiló.- asentí.- hace días estaba  en el parque con mis amigos, todo iba muy bien hasta que un perro grande salió detrás de unos gigantes árboles, los chicos salieron corriendo y mis piernas torpemente no seguían las ordenes de mi cerebro. El era de pelaje negro, tenia unas enormes orejas punti-agudas, filosos y largos dientes...Sus ojos eran mieles intensos. Yo de ahí no recuerdo más, sólo que hace dos días me levante en medio de la nada sin ropa.

<< OK abby concéntrate no te dejes llevar por muy... agg reacciona niña>>

- tenía este extraño tatoo en mi brazo derecho y mi cuerpo por lo que puedes ver cambiado, por mi mente se cuelan entre veces pequeñas imágenes de mis partes cambiando pero no recuerdo bien. Tienes que ayudarme a descubrir que me pasa.- dijo desesperado y yo ya sabia la respuesta.

- bueno..em..yo..bueno. yo se que es lo que te esta pasando.- mostré todos mis dientes con cara de nerviosismo en ver como reaccionaria.

- que es dime rápido mujer que voy a morir de desesperación.- tomó su cabello entre sus manos.

- primero no entres en pánico, segundo inhala y exhala y tercero no salgas corriendo SI, yo te explicaré todo.-

- solo asintió.-

- Tu eres...un- Tu eres un hombre lobo.- cerre mis ojos y apreté sus manos que estaban tensas.