1. Un molesto encuentro.

1.8K 213 42
                                    

Curiosidades sobre hadas:

Una de las habilidades de las hadas es poder hacerse visibles o invisibles para los humanos. Hay algunas personas que tienen la vista etérea, estos pueden verlas aunque ellas no lo deseen.

También, estas pueden transformarse. Según el tamaño de la transformación, el tiempo y dificultad del cambio difiere.

●●●●●●

Lo primero que sintió al despertar fue el sonido del movimiento del agua, ese que sólo escuchas al tirar de ella. Su mente se sintió confundida, no entendía porqué el agua se movía, si desde hace tiempo que el único que la hacía sonar era él.

Abrió sus ojos, mostrándole al cielo y a las nubes el color verde, asemejado a un celeste, de sus iris. Se tomó su tiempo para despertar por completo a pesar de que deseaba saber la razón que hacía al agua cantar. Permaneció mirando el despejado cielo mientras que el sonido lo acompañaba hasta que este cesó. Entonces, Yuri decidió incorporarse y sentarse con lentitud. Mientras aleteaba despaciosamente sus alas para empezar a espabilar posó sus ojos en la gran laguna que tenía al frente. Sus alas pararon su patrón de abro-cierro y sus ojos se abrieron con asombro al estar viendo lo que en la orilla del lago había. Inmediatamente se paró, casi con desespero, y como si no acabase de despertar, emprendió vuelo hacia la copa de uno de los árboles que rodeaba la gran laguna. En lo más alto de este, el hada observó al causante de que el agua hablase.

—¿Qué hace un humano aquí? —dijo tras un chasquido de lengua.

Siguió mirándolo con desprecio, esperaría a que se vaya de ahí.

—¿Qué demonios está haciendo? —cuestionó mientras veía que el hombre se notaba emocionado al verse en el agua.

Este aparentaba como un joven adulto, conservaba su cabello oscuro a excepción de los laterales y la nuca baja de su cabeza, que estaban rapadas. El corto cabello estaba dividido en el lado izquierdo. Poseía unos ojos verdes grisáceos.

El humano seguía viéndose en el reflejo del agua, repasó cada parte de su rostro con la vista y acomodó su cabello.

—Bien, sigo igual de guapo que siempre —se dijo para luego sonreírse frente al agua.

Al dejar de chequearse, sus manos se sumergieron en el agua, haciendo un leve sonido y creando ondas que se iban expandiendo cada vez más por el lago. Juntó sus manos bajo el agua y las sacó, con un poco de agua atrapada entre sus extremidades. Con rapidez las acercó a su boca y bebió de ellas lo más veloz que pudo para evitar que más agua siguiera cayendo de entre sus dedos, y así tener más para beber.

El hombre suspiró ante la fresca y pura sustancia que recorría su garganta en esos instantes. Pasó sus húmedas manos por sus pelos para asegurar que estos no se descontrolen por algunos minutos.

Al observar todo esto de lejos, Yuri no hacía más que sentir repulsión ante el gran ego que parecía poseer ese humano.

—Quiero que se largue de una vez de mi laguna... —decía intolerante al ver como el rostro del humano se reflejaba en su agua.

El humano se levantó, a ojos del hada parecía que ya se iba a ir pero este volvió a agacharse y a toquetear su cabello. Yuri soltó un gruñido, ya no aguantó más al humano por lo que bajó del árbol, hizo que sus alas y el brillo que lo acompaña siempre desaparecieran y comenzó a dirigirse a pie hacia él.

—Ey, ¿qué haces por aquí? —dijo con un claro desinterés en ocultar su malhumor.

El hombre dejó de mirarse (lo que para Yuri pareció un milagro) y se dio la vuelta para encarar a la voz.

Un Amor, Un Secuestro [OtabekxYuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora