Adicción Prohibida

38. ¿Hablar hablar o...?

-         ¡Que se pare el mundo que llegó la salvadora! – exclama Octavia llena de ironía, riéndose de una manera burlona.

Lexa se separa de Clarke y se acerca a Octavia.

-         ¿Puedes parar? Entiendo que estés molesta conmigo, pero no lo pagues con Clarke, ella no tiene la culpa de nada – le dice muy seria, mirándola fijamente a los ojos.

-         Parece ser que mi discurso no ha servido para nada – Octavia rechina con sus dientes, se siente molesta y rabiosa, ver que después de lo que le ha dicho a Lexa todo sigue igual, que siguen haciéndose carantoñas y gestos lascivos como si nada, puede con la poca paciencia que tiene.

-         Joder Octavia, dame tiempo – susurra Lexa intentando que Clarke no las escuche – te prometo que hablaré con ella, pero no aquí, este no es el lugar para hacerlo.

-         No confío en ti Woods, intento creerte y no puedo, y me jode saber que Clarke va a acabar dañada otra vez por tu culpa y estáis ahí como si nada, como si el tiempo no hubiera pasado y tú no hubieras sido una hija de puta – le da otro trago a su copa, mirando a la rubia por encima del hombro de Lexa, la cual las observa con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-         Déjame intentar enmendar mis errores, por favor Octavia, no te pido que confíes en mí, solo te pido que respetes a Clarke y no os hagas esto – Octavia vuelve a mirar a Lexa, y por unos segundos, observando esos brillantes ojos verdes que la ex camarera posee mirándola de manera sincera, se permite creerla.

-         Está bien Woods, pero cómo te he dicho antes, hazle daño, y te faltaran piernas para correr – pone una mano en su hombro y lo aprieta, en un gesto confuso para Lexa, no sabe si es cariñoso, o igual de amenazante que sus palabras.

-         Gracias – es lo único que alcanza a decir, sabe que Octavia habla en serio, pero ella no tiene ninguna intención de hacerle más daño a Clarke, sino todo lo contrario.

-         Lo siento Clarkie, ya sabes que cuando bebo digo tonterías – se disculpa Octavia apartando a Lexa para ir a abrazar a Clarke, que destensa su cuerpo y se deja abrazar por su mejor amiga – sabes que te quiero y soy demasiado protectora contigo, no me culpes por ello – le dice sin separar el abrazo y Clarke se aferra más a ella.

Lexa las observa en silencio con una sonrisa, sí, por una parte le da rabia que Octavia actúe así con ella, pero por otra, lo entiende perfectamente, solo quiere proteger a su rubia del dolor, y con todo el que ella misma le ha causado a Clarke, hasta le sorprende que Octavia le de ese pequeño voto de confianza. Sigue sin saber qué va a decirle a Clarke, sigue sin saber cuál es su futuro más próximo con ella, y aunque se muere por tenerla perdida entre sus brazos en su cama, sabe que deben hablarlo como dos adultas y no solo ser esas veinteañeras cachondas que solo piensan en perderse en el cuerpo de la otra.

De repente Dani, el amigo de Lexa, hace su entrada corriendo hacia la castaña como una loca.

-         Lexa, Lexa – grita desesperado – uy hola – saluda en español parándose al ver a la ex camarera rodeada de Clarke y sus amigas.

-         Hola Dani, ¿qué pasa? – pregunta Lexa también en un casi perfecto español algo preocupada al ver la cara de circunstancia del chico, Clarke la mira mordiéndose el labio, el español siempre le ha parecido un idioma muy sexy, y en la voz de Lexa aún más.

-         Pues la Ruby esta, que ha cogido a una chica y se ha pirado sin decir nada, y en teoría tenía que volver a pinchar, de verdad, estoy hartita de tanta bollera – exclama suspirando como una verdadera drama queen – sin ofender cari, sabes que tú eres mi bollera favorita.