{Capítulo 12}

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Al caer la noche Dean se encargó de acompañar a Alice a su casa después de intentar distraerla.

Sabía perfectamente que Alice era demasiado buena en cuanto al tema Logan, pero si ella no iba a hacer nada para detenerlo, él tomaría cartas en el asunto. Desde luego, Alice no tenía por qué enterarse de lo que tenía planeado; si lo supiera probablemente lo detendría o haría hasta lo imposible para evitarlo. De esta forma solo se enteraría después de los hechos, o sea, mañana por la mañana.

No le importaba el pasado de amistad con Logan, este nuevo chico no era su mejor amigo. Alguien lo había manipulado y lo había hecho cambiar para mal; no había por qué tener remordimiento alguno.

Milagrosamente aquella noche Logan se encontraba en su casa. Sus hermanos, Lucas y Lindsey, se encontraban bastante sorprendidos al ver que su hermano pensaba pasar la noche junto a su familia. Normalmente él siempre se iba con Danielle y casi nunca se aparecía por la casa, actitud que a sus hermanos les desagradaba. ¿Dejarlos de lado por su  novia? ¿Quién se creía que era? ¿Y qué era eso de abandonar a sus amigos?

Por tal motivo ninguno de los dos le prestaba atención. Solo hablaban cuando Logan daba el pie para una conversación (lo cual no era muy seguido). Dentro de sí presentían que algo extraño estaba pasando con su pequeño hermano.

No hacía mucho que sus padres habían salido, por lo que al sonar el timbre fue Lucas quien abrió.

— ¡Dean! —se sorprendió bastante al verlo que no pudo ocultar la emoción—. Que sorpresa, ¿qué haces aquí?

— Tengo que hablar con Logan, ¿de casualidad está aquí?

— Hoy tienes suerte. Está en su habitación.

Le hizo una seña con la cabeza para que entrara y sin más Dean le dio las gracias y subió las escaleras. Conocía aquella casa como la palma de su mano y no le llevó mucho tiempo encontrar el cuarto de su ex mejor amigo.

La puerta se encontraba entre abierta por lo que no se molestó en tocar. Al entrar se encontró a Logan recostado en la cama leyendo un libro. Este al verlo se colocó de pie inmediatamente.

— Dean —dijo sorprendido—. ¿Qué haces aquí?

— ¿Cómo te atreves? —le soltó furioso.

— ¿Disculpa?

— ¿Cómo te atreves a golpearla? ¡Eres un salvaje!

Fue entonces cuando lo comprendió todo.

— Ah, eso. Mira, no sé qué diantres fue lo que te habrá dicho, pero se lo merecía. Tendrías que haber visto lo que le hizo a Danielle.

— ¿A Danielle? Alice no le haría nada a nadie.

— Eso es lo que ella te hizo creer; lo que me hizo creer a mí también, pero gracias a que Danielle me abrió los ojos puede darme cuenta de quién era Alice en realidad.

— El que está cegado, manipulado, ¡y sobre todo, sin siquiera media neurona funcionando en su materia gris, eres tú! Te dejaste influenciar por Danielle.  Te trata como a su juguete de trapo y te hizo y deshizo a su antojo. ¿Qué no te das cuenta de que ya no tienes a nadie? Te estás alejando de todo mundo, ¡estás haciendo que te odiemos!

— ¡Ustedes son los raros! Yo hago mi vida normal, pero los que se apartan son ustedes.

— ¿Vida normal? ¿Le llamas hacer vida normal a golpear a la que fue tu mejor amiga?

— Se merece eso y mucho más. Alice  no es mi amiga, ya no más. Ella no se merece mi amistad; no después de lo que hizo.

— ¡Ella no hizo nada!

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora