{Capítulo 5}

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El lunes llegó y Alice estaba acomodando algunos libros en su casillero. En ese momento sintió como alguien le picaba con los dedos su cintura y no pudo evitar sorprenderse. Logan soltó una risa y se coloco junto a ella, recargándose sobre los casilleros.

Alice simplemente se lo quedó mirando y cerró la puerta de su casillero con fuerza, se dio media vuelta y comenzó a caminar en la dirección opuesta a la de Logan.

Logan frunció el ceño ante la actitud extraña de Alice y de inmediato corrió al lado de su amiga.

— ¿Qué tienes? ¿Por qué no me hablas?

Alice no contestó, pensaba ignorarlo y seguir caminando. Se notaba a simple viste que estaba enojada. Por otra parte, Logan se cansó de esperar una respuesta por parte de ella. Aceleró el pasó y se colocó justo en frente de ella, bloqueándole el paso. Alice intentó darse la vuelta pero Logan la tomó por el brazo para evitarlo.

— ¿Me puedes contestar que es lo que te pasa?

Alice se zafó del agarre de Logan con violencia. Primero pensó en no contestarle, era lo justo después de todo... pero algo dentro de ella le decía que aquello no era lo correcto. ¿Qué ganaba haciendo lo mismo que él le hizo? Nada.

— Tú dímelo, Señor "Voy para tu casa, espérame".

— ¿Qué? —No comprendía a lo que se refería hasta que una imagen vino a su mente. Aquello que había dicho era lo que le había puesto en el mensaje. Olvido por completo contestarle que se iba a quedar—. ¡Ay,  no...!

— Ay, sí —Se cruzo de brazos—. Gracias por mandarme un mensaje diciéndome que cambiaste de opinión, o que te ibas a otro lugar o cualquier otra cosa que implicara que yo no me quedara hasta las 2.30 de la mañana esperando a que llegaras.

— En verdad lo siento. Yo sí iba a irme pero luego decidí quedarme para intentar interactuar con los amigos de Danielle. Al final me di cuenta de que la estaba pasando bien y no quería irme.  

— ¿Y el domingo? ¿Tanto trabajo te costaba mandarme un mensaje?

— Lo siento, el domingo decidimos ir con sus amigos a la playa y me olvidé por completo, yo... —Suspiro—. Perdón, en serio. Te prometo que no volverá a ocurrir.

Alice estaba completamente furiosa, tenía ganas de gritarle en la cara todo lo que pensaba sobre él pero no podía hacerlo. El verlo a los ojos y ver claramente el arrepentimiento en ellos era algo que ella no podía ignorar.

Lo amaba, lo amaba tanto que no podía siquiera enojarse con él.

Fue solo una vez, no volverá a suceder de nuevo.

— De acuerdo —Dijo sin mucho ánimo—. Pero prométeme que no lo volverás a hacer.

— Lo prometo. — Una sonrisa se formó en su rostro. La abrazó fuertemente y al hacerlo, un cosquilleo apareció en su estómago cuando los brazos de la joven lo rodearon.  Por primera vez se daba cuenta de que le gustaba estar así con ella... No quería separarse, se sentía a gusto. Pero la imagen de Danielle apareció en su cabeza y se separo de Alice rápidamente. Él tenía novia y la amaba, no podía serle infiel.

— ¿Te veo para el almuerzo? — Preguntó Alice.

— Ahí estaré. —Sonrió y se marchó.

La hora del almuerzo no demoró en llegar y como siempre, Danielle y Logan estaban en la fila escogiendo su comida. Terminaron de elegir y pagaron.

— Te lo digo, si comieras más cosas saludables te caería mejor.

— Es el almuerzo y en lo único en lo que no puedo pensar es en una ensalada. Vengo hambriento de mis clases.

— Solo inténtalo, ¡Un día solo!... Por mi, ¿quieres? —Le hace varias muecas tristes para que él acepte.

— No... Para... Dije que no... —No podía evitar reírse—. ¡Okay, okay! Lo intentaré. Pero solo un día, ¿sí?

— ¡Sí! — Le sonrió ampliamente cuando vio como el rostro de Alice aparecía a sus espaldas. Su sonrisa se esfumó en cuanto se dio cuenta de que el panecillo de Logan desaparecía por culpa de aquella ladrona.

Logan tenía una sonrisa en el rostro pero Danielle no entendía lo gracioso.

— Desde que vine a este lugar ella siempre te roba tu comida.

— Y yo ya te expliqué que no me importa. Ya hasta creo que se lo compro para ella. Además, siempre me da mitad.

— ¿En serio? Amas el chocolate y ¿te compras un panecillo para que ella termine comiéndose la mitad? Logan, ponte a pensar. Ella se lleva de tu dinero 50 centavos, y si me dices que desde que entraron aquí ella hace lo mismo, con todo el dinero que te debería te harías rico. Si ella quiere un panecillo que se lo compre, y si quiere del tuyo que te lo pague.

Logan quiso objetar, aquello le parecía completamente ridículo, pero por alguna razón no pudo, lo que Danielle le dijo era verdad. Si Alice quería un panecillo que se lo comprara ella, y si no que le pagara por él.

Logan y Danielle se acercaron a la mesa dónde se encontraban Alice y Dean sentados. Ni bien Alice vio a Logan, tomo el panecillo y se lo mostro.

— ¿Vienes por tu mitad? —Dijo con una sonrisa.

— No —Dijo serio—.  Quiero que si te quedas con él me des un dólar.

Alice frunció el ceño. —  ¿Perdón?

— ¿Quieres el panecillo? Págame el dólar que gaste en él y si no ve y cómprate uno tú misma.

Alice no sabía que decir. Estaba tan sorprendida como Dean... Tal vez un poco más. Logan jamás había actuado así. Siempre habían hecho lo mismo y él nunca se mostraba molesto... Jamás le exigió que le pagara nada.

No sabía qué hacer o que decir, estaba completamente en shock.

— ¿Te lo quedas o me lo das?

— A...n-no —Tartamudeó nerviosa. Extendió su mano y colocó el panecillo nuevamente en la bandeja del joven.

— Y ya sabes, si quieres uno... te costará un dólar.

Danielle sonrió enorgullecida por lo que Logan había hecho y por alguna razón él se sintió feliz. Le encantaba complacerla y sentía que en aquel momento ella se sentía orgullosa de ser su novia... Y él haría todo lo que estuviera a su alcance para que ella siguiera sintiéndose de esa manera.

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora