{Capítulo 4}

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La noche no demoro en caer, después de todo ellos habían asistido a la casa de Danielle al mediodía y habían pasado la mayoría del tiempo en la piscina hasta aquel pequeño incidente.

Mientras Logan se encargaba de pedir algunas pizzas para comer, Danielle estaba buscando en la selección de películas que tenía almacenadas en su televisor. Estaba tan absorta en la tarea que apenas se dio cuenta de que Dean se acercaba tímidamente a su lado.

— Disculpa por lo del regaliz.

Su voz hizo que ella se sorprendiera.

— Oh, descuida, no pasa nada.

— Aun así lo siento.

— Esta bien.

Logan se adentro en el living y colgó el teléfono una vez terminado el pedido. Observó como Danielle y Dean buscaban una película para ver mientras parecían charlar.

Una sonrisa escapó de sus labios al ver como comenzaban a llevarse bien después del incidente en la piscina.

Camino de regreso a la cocina para devolver el teléfono a su base cuando sus ojos divisaron a Alice en el interior. 

— Encargue un par de pizzas para cenar. —Dijo recargándose en el marco de la puerta.

— Genial. — Respondió, abriendo una botella de jugo para servirse.

— Pedí una con extra queso para ti.

— Que bien. —Guardo la botella nuevamente en la heladera, cerró la puerta y de inmediato dio un pequeño brinco al ver a Logan parado justo en frente de ella—. ¡Ah! —Gritó.

— ¿Qué tienes?

— ¡Me asustaste!

— Te hice una pregunta.

— No me pasa nada. —Tomo el vaso con intensiones de alejarse de ahí pero Logan le bloqueo el paso.

— ¿Me vas a decir lo que te pasa o no?

— ¿Te  puedes mover?

— No hasta que me digas que te sucede.

— ¡Nada! Ahora déjame, ¿Sí?

— ¿Te molestaste conmigo por qué no quise regaliz?

— No me importa si querías o no querías regaliz.

— ¿Entonces?

— Tu actitud fue lo que me molesto.

— ¿Qué? ¿Qué actitud? Te dije que no me parecía buena idea hacer lo que estábamos haciendo.

— Me pegaste.

Logan abrió los ojos sorprendidos.

— ¿Me hablas en serio? —No podía creerlo—. Siempre nos pegamos, somos amigos, ¿no? Eso es lo que hacemos.

— Sí pero esto fue diferente. Tú estabas enojado y cuando te enojas no pegas, ¡Ni siquiera yo lo hago!

— Solo fue en la mano.

— Hoy en la mano, mañana quizás en la cara.

— ¿En verdad crees que te golpearía? Alice, eres mi mejor amiga, yo jamás te haría daño. ¿Cómo puedes pensar si quiera eso?

— ¡No lo sé! —Sus ojos se cristalizaron—. Siento... siento que te comportas diferente cuando estas con Danielle, y...

— ¿Piensas que dejaré de ser tu amigo solo por estar con ella?

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora