Sentí por un momento que sus ojos veían mi interior, queriendo ver mis miedos.

-Es curioso, pareces una chica que le gusta tomar riesgos-ella opinó.

Reí a carcajada, eso sonaba a una mala broma.

-Se nota que apenas me conoces.

-Se nota que no eres lo que aparentas ser.

Eso...sí que me dejó perpleja.

-¿Vas a correr el riesgo conmigo o no?- volvió a insinuar.

Medité otro poco y no pude creer que me encontrara a en esta situación. Entré a mi casa y salí con dos cascos, uno se lo di a Ella. La chica, confiada, lo aceptó, se lo puso en la cabeza y después se subió a la motocicleta conmigo detrás de ella.

-Espero que no te conviertas en un gatito llorón después de esto, tigre- alardeó.

-Solo arranca- apresuré con tono divertido.

Debo admitir que el paseo fue placentero. Ella iba a la velocidad que me gustaba y también era muy precavida con las normas de tránsito. Puede que al principio haya tenido algo de miedo pero se desvaneció al rato.

Decidimos desayunar en la cafetería de Tiana. Es verdad que no soy muy amante del café pero aquí hay más que eso y es un lugar con un ambiente agradable.

Nos sentamos, sin dejar de reírnos del viaje en moto, al lado de una ventana con vista a la calle. Ella estaba sentada frente a mí.

-Eres buena manejando- alagué.

Ella juntó sus manos y apoyó su barbilla en ellas.

-Te dije que lo era.

-Mmm... no, en realidad no lo dijiste.

-Pero te lo di a entender- rió.

Es impresionante, me pone nerviosa y a la vez me encanta hablar con ella. ¿Es posible sentir eso?

-¿Y entonces te gustan las motocicletas?- pregunté para iniciar una conversación y además tenía interés.

-Sí, es que tengo algo de mi madre y de mi padre también. Mi padre siempre quiso tener un hijo para enseñarle todo lo que él hacía de joven pero solo me tuvieron a mí así que solo yo lo aprendí. Aun así, me ama y yo a él y no me afecta en nada. Mi madre digamos que me da el toque femenino.

-Genial. En mi casa creo que yo soy más igual a mi padre...aunque no hace mucho me entere que tengo algunas actitudes de mi madre- traté de apartar el recuerdo de mi tía Ingrid hablando con mi madre.

-Así son en algunas familias.

-Sí.

Vimos a la mesera acercarse con un anotador en su mano y una sonrisa amigable.

- Hola, y bienvenidos al café de Tiana- se presentó la chica- ¿Qué van a pedir?

-Yo unos waffles con miel de maple y jugo de naranja-pedí.

La chica anotó la orden y luego miró a Ella esperando que le dijera que es lo que quería.

-Lo mismo- dijo.

Cuando la mesera se fue le sonreí a Ella.

-Veo que no te privas de nada- comenté, algo sorprendida.

-¿Te refieres a la comida? Cuido mucho mi físico, pero siempre me doy el gusto de vez en cuando. Es decir, si me ofrecen una hamburguesa seguro la acepto.

Cada vez me da más razones para gustar más de ella. Le hare una prueba a ver a qué punto llega.

-¿Te gustan los videojuegos?

Tu amor, mi dolor (CAMREN ADAPTACIÓN)Where stories live. Discover now