9. Confesiones de alcohol

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Avanzo lentamente por la habitación hasta llegar al borde de la cama. Puedo sentir mi corazón palpitando con fuerza y mariposas en mi estómago. Alex está acostado, uno de sus brazos cubre sus ojos y el otro está al costado de su cuerpo. Lleva puesta la misma ropa con la que estaba en la fiesta de Kylie, una camisa celeste remangada hasta los codos y un pantalón negro de etiqueta. Su pecho sube y baja lentamente y su boca está entreabierta. Se ve tan tranquilo... tan lindo... Estiro mi mano para tocar su brazo, pero antes de si quiera rozar su piel una sonrisa se forma en sus labios.



—Todo aquí huele a ti.—Su voz es grave y un poco rasposa.


—¿Cómo entraste?


—Necesito decirte algo.—Oh, buena forma de ignorar mi pregunta...

Alex se sienta en el borde de la cama, sus hermosos ojos verdes me miran con un brillo especial. Suspira frustrado un par de veces y frota su rostro cuando sus párpados se cierran involuntariamente. Se ve casado, pequeñas sombras oscuras marcan la parte inferior de sus ojos y le cuesta mantenerlos abiertos. Me siento en el suelo frente a él y apoyo mi espalda en la pared. Su mirada se clava en sus pies por unos segundos hasta que sin aviso se levanta y camina hacia mi. Se sienta en el suelo, tan cerca de mi como mis piernas se lo permiten, y es ahí cuando su aliento cargado con olor a alcohol llega hasta mi nariz.


—Estás...


—¿Borracho?—se ríe un poco y niega con la cabeza— Sí, es en el único recurso que encontré para poder hablar contigo sin tratarte mal o parecer idiota.—Alex mira el suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo y una sonrisa triste se forma en sus labios.—El alcohol hace que quiera decirte todo lo que pienso cuando te veo, todo lo que nunca puedo decir.

Mis ojos lo miran con curiosidad, todavía no me explico cómo hizo para subir hasta aquí en el estado en el que se encuentra. Nos quedamos en silencio unos minutos sin romper el contacto visual, y la intriga se apodera de mi, necesito saber porqué se peleó con Connor. Pero no puedo ser tan directa, necesito pensar bien mi pregunta, tiene que ser algo muuuy discreto...


—¿Porqué golpeaste a Connor?—Alex cierra los ojos y apoya su cabeza en la cama, suspira cansado y sin moverse responde.


—Dijo cosas muy feas sobre ti.—sus ojos no me miran, pero el dolor que derrocha su voz es evidente.—Perdí el control cuando dijo que haría lo que yo nunca pude hacer. Tenía razón cuando me llamó cobarde, tengo que beber para poder hablarte y aún así no puedo decirte todo lo que quisiera.—levanta su cabeza y esta vez sus orbes verdes se clavan en los míos como dagas.—De igual manera tu te fuste con él, lo ayudaste.—su voz destila odio.—No te culpo, desde que somos pequeños siempre fue así. Cuando yo hacía un nuevo amigo llegaba Connor y me lo robaba, con las chicas igual.—hace una pausa y su voz se vuelve más adormilada y vuelve a cerrar los ojos.—Por eso nunca dije nada, no quiero que Connor te robe, no a ti.


—¿Por qué me robaría?


—Porque Connor roba todo lo que quiero.—su respuesta me toma con la guardia baja, su voz suena triste como la de un niño pequeño que nunca puede conseguir lo que quiere. Abro mi boca para responder pero la voz de mi madre diciendo que llegó me hace entrar en pánico de nuevo. Ya estoy planeando mi muerte cuando Alex muy tranquilo comienza a caminar hacia el balcón.


—Tranquila, me iré por donde vine.—abre la ventana y pasa una pierna por el marco y la otra la deja dentro—Tienes una pésima memoria Sam.—respira hondo y vuelve a mirar el suelo por unos segundos—Buenas noches.—Se pierde en el balcón y yo me quedo pasmada con sus palabras que siguen flotando en el aire como partículas de polvo. Me acerco a la ventana y una sonrisa de boca cerrada adorna mi rostro cuando veo a Dylan, uno de los amigos de Alex caminar junto a él con una escalera de madera en su hombro. Antes de que mi madre se vuelva loca bajo a la cocina donde me espera con una gran caja de pizza. Después de la cena mi mente fue torturada con preguntas sin respuesta. ¿Qué es eso que Alex quiere, pero no puede decirme? ¿Tendrá que ver con lo que Janet no pudo terminar de decirme en el baño? y ¿Qué tanto dijo Connor sobre mi para que Alex reaccionara así?.

Desde Mi BalcónOn viuen les histories. Descobreix ara