2. Fiesta (parte uno)

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Termino de maquillarme y vuelvo a mirarme en el espejo de cuerpo entero por millonésima vez.

Desde que vi una publicación en twitter de Alex donde decía que estaría en la fiesta he estado con los nervios a flor de piel. Pasé toda la tarde haciendo caras frente al espejo y practicando posibles conversaciones que tendía con él. Losé, necesito terapia...

Es sólo una fiesta, me repito una y otra vez, pero nada parece funcionar.  Escucho el sonido del timbre y quiero desmayarme. La posibilidad de decir que estoy enferma pasa por mi mente.

—Podía correr hasta la cama y hacerme bolita, o encerrarme en el baño y dormir ahí...—hablo sola

Muevo mi pie decidida a salir corriendo pero la puerta de mi habitación se abre y la cabeza de mamá se asoma con una enorme sonrisa.

—Logan está abajo esperándote... estás hermosa cariño.

Le agradezco y ella se va. Tomo mi teléfono, dentro de su estuche guardo un poco de dinero, nunca se sabe...

Bajo las escaleras y me encuentro con Logan junto a la puerta de entrada, tiene la vista en su teléfono y mueve los dedos sobre la pantalla. Levanta la cabeza cuando llego al último escalón y sonríe mientras hace un movimiento raro levantando las cejas varias veces. Luego de responder el extenso cuestionario de mi madre sobre quienes irán, que haremos y que tan tarde volveremos nos despedimos y salimos.

Estacionamos a dos calles del lugar, no me sorprende que la música se pueda escuchar a la perfección desde aquí. Comenzamos a caminar sin prisa y con cada paso mis nervios aumentan, necesito relajarme o mi corazón saldrá volando por mi boca. Varios chicos se encuentran dispersos en la entrada, todos con un vaso de plástico rojo en la mano. Algunos hablan entre ellos, otros se besuquean, o simplemente están durmiendo bajo un árbol. Mientras caminamos Logan saluda a varios chicos, y cuando entramos a la casa lo pierdo. Así de fácil, sí, se fue y me dejó sola. Si antes estaba nerviosa ahora siento que me va a dar un ataque. La música hace vibrar mi cuerpo y el calor no me deja respirar bien. Avanzo hasta la cocina esquivando cuerpos sudorosos, y llego donde un chico moreno de bonita sonrisa está sirviendo tragos. Le pido uno y me lo da gustoso, ni siquiera se lo que tiene, pero le doy un gran trago, siento como el líquido quema mi garganta, pero es algo que puedo soportar. Comienzo a recorrer la casa, es grande y muy linda, me distraigo mirando un cuadro y choco con un rubio de ojos verdes.

—Lo siento—Me disculpo sintiendo mi rostro caliente. Parece que mi don es chocar con las personas.

Hace una hora que no paro de reír con este chico, ni siquiera nos hemos preguntado el nombre, solo hablamos de idioteces. Contamos cosas que nos han pasado y otras que queremos que pasen, es muy agradable. No he tomado nada desde que llegué, el vaso que tenía lo regalé sin remordimientos, no soy fan de la bebida. Pero hace más de dos horas que no bebo ni agua y mi cuerpo me lo está haciendo notar.

—¿Habrá algo para tomar en esta casa que no tenga alcohol?

El castaño a mi lado comienza a reír de nuevo, y eso responde a mi pregunta.

—El agua del grifo- vuelve a reír, yo también río y me pongo de pie, si es del grifo, del grifo será.

—Iré al baño—digo y el asiente.

De nuevo me hundo en un mar de cuerpos sudorosos para poder llegar a las escaleras, cuando llego a la sima me encuentro con un gran pasillo, todo está más oscuro, y la música no se escucha tan fuerte. Avanzo escuchando diversos sonidos, ya se imaginarán cuales...

Me sobresalto cuando una de las puertas se abre de golpe, una rubia de piernas largas y cintura estrecha sale de la habitación, pero no es eso lo que capta mi atención y hace que mi estómago se encoja, es la persona que viene detrás. Nuestras miradas se encuentran y desvío la mía volviendo a la rubia, quien ahora me mira raro. Mis manos comienzan a sudar, y mi garganta se cierra. Ellos estaban... Sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos y logro salir de mi trance. Continúo caminando hasta llegar al balcón, es más grande que el mío, puedo ver todo el patio desde aquí. Busco entre la multitud a Logan y lo veo charlando con una morena de curvas marcadas. También veo al chico con el que estaba hace unos minutos intercambiando saliva con Natalie, una chica del equipo de porristas, parece que no me extraña mucho...

Mi mente vuelve con Alex, necesito olvidarlo, necesito sacarlo de mi cabeza. Suspiro frustrada y me recuesto en un sillón ubicado en una esquina del balcón, sin darme cuenta me quedo dormida. Nose cuando tiempo pasa hasta que la chica morena con la estaba Logan aparece en el balcón asustándome. Ambas comenzamos a reir y ella se disculpa apenada.

—Logan me pidió que viniera a buscarte.—La miro extrañada y ella continúa hablando.—¡Vamos a jugar!- dice emocionada y toma mi mano arrastrándome dentro de la casa.

Avanza segura por el pasillo como si conociera cada parte de la casa y se detiene frente a una puerta blanca, se pueden escuchar voces, risas y aplausos del otro lado. La morena toma la perilla y abre la puerta. Un grupo de chicos se encuentra en el piso formando una ronda. Todos tienen un vaso frente a ellos y hay varias botellas en el centro. Reconozco varios rostros, entre ellos el de mi amigo quien me sonríe con malicia cuando me siento frente a él. Nota mental: golpearlo más tarde.

—Jugaremos yo nunca nunca.—comienza explicando Milena (la morena que estaba con Logan)—alguien gira la botella y a quien le toca tiene que decir algo. Por ejemplo, digamos que empiezo yo, si digo "yo nunca me he emborrachado" todas las personas que sí lo hayan hecho beben, y si yo lo he hecho también tengo que tomar un trago. Es divertido porque sabrán las cosas que han hecho o no cuando los vean beber o no.

Todos escuchamos las indicaciones en silencio y cuando termina de explicarnos el juego toma la botella vacía y la hace girar, se detiene en Marcus (el corredor del equipo) quien sonríe divertido y toma su vaso del suelo antes de hablar. —Yo nunca nunca he nadado desnudo en una fiesta.

Mis labios forman una linea al ver que varios chicos beben, incluidos Milena, Logan, y la rubia que estaba con Alex, de quien ahora se el nombre, Janet.

La botella vuelve a girar, esta vez es el turno de Logan.

—Yo nunca nunca he salido con dos personas a la misma vez...

Desde Mi BalcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora