Desde Mi Balcón

25. Mismo error

Bueno, les contaré un poco cómo está yendo mi perfecta y normal mañana... Para empezar, olvidé que estaba durmiendo con Connor a mi lado y cuando mi reloj despertador comenzó a sonar golpeé su pecho con mi mano hecha puño pensando que era mi reloj. Seguidamente el grito de dolor de Connor hizo que me cayera de la cama y me golpeara la cabeza con mi mesa de noche... Como dije, una perfecta y normal mañana.

Luego de ese momento de dolor bajamos a desayunar, a pesar de mis súplicas para que no se mueva él insistió en hacerlo solo, en este momento me encuentro en el sillón buscando algo bueno en la tele, Connor vuelve a la sala con una gran bandeja y la deja en medio de los dos, tomo una tostada pero antes de comerla el pelinegro se sienta a mi lado y hace una mueca de dolor.

-Connor... Alex sólo te lastimó el rostro... ¿cierto?-El tono de mi voz lo pone nervioso, ni siquiera me mira, solo asiente levemente.

-Quítate la camiseta.-Mi voz es demandante, Connor me mira con sorpresa pero aún así desliza la tela por su torso, un escalofrío atraviesa mi espalda, su piel bronceada ahora está oscurecida por moretones y cortes superficiales. Mi boca se abre involuntariamente y mis ojos recorren su piel estupefacta, cuando termina de pasar la camiseta por su cabeza la tira a mi lado en el sillón. Me paro sin decir nada y voy al baño por el botiquín, regreso a la sala con gazas, alcohol, una pomada y analgésicos.

-Sam, no es nad...

-Cierra la boca si no quieres sufrir más. No entiendo porqué no me dijiste antes.

-No quería causarte más molestias.-Habla apenado. Humedezco las gazas con alcohol y con cuidado limpio los cortes a la altura de sus costillas. Cuando el alcohol roza su piel Connor contrae sus músculos haciendo que pequeños cuadrados resalten en su abdomen. Termino lo más rápido que puedo y cubro los cortes para que no se infecten. Con los dedos froto la pomada en sus moretones y le digo que no se ponga la camiseta hasta que su piel la absorba por completo.Tal vez, y sólo tal vez le puse más crema de la necesaria para que tardara más en ponerse la camiseta... No afirmo ni niego.

Termino de lavar mis manos en el lavabo de la cocina y regreso a la sala cuando suena el timbre, un sonriente y atrevido Logan entra sin esperar invitación y se sienta junto a Connor como si nada.

-Se puede saber ¿por qué estás tan feliz?-Digo cuando termino de poner una película y me siento junto a él.

-Lo que sucede es que en dos horas tendré una cita.

-¿Una cita? ¿con quien?

-Con Milena.-Junto mis cejas.

-No la conozco.

-¡Claro que si!-Logan aparta la vista de la pantalla para mirarme indignado.

-La morena que estaba en aquella fiesta a la que fuimos.

-...

-La chica con anteojos que jugó al "yo nunca nunca" con nosotros.

-...

-¡LA MISMA QUE TE ASUSTÓ CUANDO TE QUEDASTE DORMIDA EN EL BALCÓN!-Levanta las manos exasperado.

-¡Siiii! ya la recuerdo.-La imagen de esa chica llega a mi como por arte de magia.

-¡Dios! tienes una pésima memoria.

-Lo sé.-Reímos un poco.-No es el tipo de chica con el que sueles tener citas, al parecer ella si tiene cerebro.-Se encoje de hombros y lleva algunas palomitas a su boca.

-Creo que es muy linda.

-Logan, no jueges con ella, parece que es una buena chica, no quiero que salga lastimada.

-No lo haré Sam.-Se sincera.-Ella es... diferente.-Doy por terminada la conversación y tomo el control para comenzar a ver la película de una vez. Exactamente una hora después Logan se fue tan emocionado como llegó, si no lo conociera diría que hasta estaba un poco nervioso, lo cual es imposible porque Logan no se pone nervioso por una chica desde que tenemos diez años.

El teléfono de Connor comienza a sonar despertándonos, ni siquiera me di cuenta de que nos habíamos dormido.

-Ya anocheció.-Habla Connor luego de colgar la llamada.

-Miramos películas todo el día.-Digo mientras lo acompaño a la entrada.

-Somos un buen ejemplo.-Ambos reímos hasta que el silencio nos envuelve. Los orbes azules de Connor me miran con un brillo especial, como si intentaran decifrar mis pensamientos, abre su boca y la cierra varias veces intentando decir algo y respira hondo.-Gracias por cuidarme.

-Connor, no fue nada...

-Si lo fue.-Baja la voz y se acerca un poco.-Sam, no sabes lo importante que es para mi que tu te preocupes, eres la persona más hermosa que he conocido y no estoy hablando de lo físico, contigo eso pasa a un segundo plano.-Levanta una de sus manos para acariciar mi mejilla.-Quisiera que me des una oportunidad.

-Connor lo siento, pero yo quiero a otra persona y eso no cambia de la noche a la mañana.

-¿Es por Alex? ¡debes estar bromeando!, él es un imbécil que no te merece.-Mira el suelo antes de volver a buscar mis ojos.-Me gustas Sam.-Toma mi rostro entre sus manos y rápidamente une nuestros labios en un beso brusco que me obliga a retroceder unos pasos. Escucho el ruido de un motor y me separo al instante colocando mis manos en su pecho, mis ojos buscan el ruido y lo siguen por la vereda, solo alcanzo a ver la parte trasera del auto de Alex alejándose en la oscuridad de la noche y ahí está de nuevo ese dolor punzante que se amplifica con cada segundo que pasa, acabo de hacer lo mismo que él me hizo con Kylie.