—Lo siento, pero no soy la clase de relaciones que sueles tener, Nelson. No quiero algo así para mí.

Me mira un poco confundido, pero en ese lapso toma mi mano y me acerca un poco a él.

—Seguramente no me he explicado bien, Mille. Quiero que seas mi novia que lo intentemos los dos. Por eso te he pedido una oportunidad, solo una para demostrarte que puedo ser el hombre que siempre has deseado.

No sé en qué momento me he envuelto en una situación tan difícil. Reconozco que muchas veces soñé con este momento y no soy capaz de decirle sí de una sola vez. Aunque no pueda creer que me esté pidiendo que sea su novia y que quiera correr a sus brazos y decirle mil veces sí la sola idea de pensar en lo que me toca afrontar si acepto esa proposición me hace desistir. No puedo evitar recordar a Nicolle que sería más que una piedra en mi zapato, no soportaría aquella humillación y que todos se enteren que Nelson ha preferido a una mujer algo llenita que a una modelo. No quiero ni imaginarme todos sus tratos despectivos que me tocaría enfrentar o soportar las comparaciones con las otras modelos que han estado con él. ¡Dios mío!, soy tan cobarde que siempre he evitado estar metida en problemas, nunca me han gustado las enemistades ni contiendas porque prefiero llevar una vida pacífica.

—¡Vamos, Mille! —Su súplica me hace volver a la realidad, oprime un poco mi mano para que tenga su atención —. Dime que sí.

—Yo te quiero, Nelson —digo, aunque lo que quiero decirle es que lo amo —, de eso no tengo dudas creo que hasta es evidente, pero no me pidas que sea tu novia, por favor.

—Pero, ¿por qué no? —Su rostro refleja decepción por un momento, pero enseguida se compone.

—Lo nuestro no tendría futuro.

—Eso no lo podemos saber si no lo intentamos, Mille. Te juro que estoy dispuesto a hacer todo lo posible para que lo nuestro funcione. —Roza sus labios delicadamente en mi mano como confirmando lo que dice.

—Quizas tengas todas las mejores intenciones, pero el Fashion Week Se acerca, no deberíamos estar pensando en empezar una relación, debemos de estar enfocados en todos los preparativos.

—Te aseguro que no me vas a desconcentrar —pasa sus suaves dedos por mi mejilla y no puedo evitar cerrar mis ojos ante su contacto —, todo lo contrario, serás como ese incentivo que necesito para echarle más ganas a todo.

Nelson no piensa en lo mucho que me afectaría lo nuestro, no quiero sufrir, no quiero terminar una relación y seguir amándolo mientras aun sea mi jefe o que terminemos mal y tenga que irme de aquí. No aguantaría una situación de esa índole, no quiero entregarme a algo por completo y morir desilusionada al final.

—Nelson, creo que no es muy profesional de tu parte lo que me estás pidiendo. Imagínate lo que dirán los de la Agencia, la típica relación del jefe y la asistente. No quiero interpreten mal las cosas.

—Pero eso no les incumbe a ellos, están aquí para trabajar y no para ver lo que hacen los demás. Sencillamente no debe importarte lo que piensen de nosotros.

—¿Y Nicolle? —pregunto para que deje de insistir.

—Nicolle, ¿qué? No tengo nada con ella y no veo motivo para sea un obstáculo entre nosotros, no niego que hemos estado juntos en muchas ocasiones, pero ella quedaría en el pasado.

No solo es Nicolle y las modelos, no quiero ni imaginar cuando los medios de comunicación se esteren de nuestra relación, sería el hazmerreír de todo el país, es como si me imaginara los titulares mostrando a la novia de el gran Nelson Fontaine, no dejaría de haber críticas destructivas y al leerlas no dejaría que avanzáramos. Tampoco quiero que esa noticia quite la buena imagen de la Agencia sobre todo ahora con el Fashion Week.

—Mille, no comprendo tu evasiva y siento que te pasa lo mismo que a mí, pero no comprendo aun por qué te rehúsas a intentarlo. Te quiero como no tienes idea, jamás he sentido algo por nadie como lo que siento por ti, por eso te estoy pidiendo que seas mi novia Quiero que me des una oportunidad para demostrarme que puedo amar, ¡ayúdame a amarte!

—Es Rodrigo —Mi corazón se acelera al lanzar mi última munición y su cara de espanto me da a entender que ha dado resultados.

—No entiendo que tiene que ver Rodrigo aquí —su inseguridad y voz entrecortada me da a notar que han sido acertada mi escapatoria, pero al mismo tiempo me siento mal por traicionarlo de esa manera.

—Hace poco acepté ser su novia, lo siento.

Su mandíbula empieza a temblar y no sé si es de ira o decepción. Bajo mi cabeza para cerrar los ojos con fuerzas y evitar llorar ante mi descaro, pero es lo mejor para ambos.

—No te vayas, ya regreso —se dirige al baño y cierra la puerta con rudeza. No sé si debo esperarlo o aprovechar e irme. Los minutos pasan y me desespero sin saber lo que está pasando por su mente en este momento. Cuando estoy a punto de irme sale del baño con la corbata en la mano y su cabello un poco mojado.

—¿Por qué me hiciste creer que tenía esperanzas? —sus ojos rojos y envueltos de ira me ponen nerviosa —. No es cierto —habla de forma despectiva —, yo solito creí que lo nuestro era posible.

—Por favor...Nelson

—Déjame hablar, ¿desde cuándo Millena? ¿Desde cuándo he creído que tengo una oportunidad contigo cuando todo este tiempo has estado con Rodrigo?, me siento el gran imbécil. Ahora entiendo todo.

—Tampoco es como tú piensas. Yo...

—Me has decepcionado, Millena —me interrumpe nuevamente —. No debiste dejar que te besara y mucho menos decirme que tú también me quieres.

Mis ojos se humedecen y por más que evito que rueden mis lágrimas no es posible, una tras otra hace aparición haciéndome sentir la peor mujer del mundo. No puedo mirarlo a la cara, así que me sorprende cuando lo veo acercarse a mí y abrazarme. Sus brazos cálidos provocan que llore más.

—Rodrigo es un gran hombre, Mille —dice con resignación provocando que me sienta peor. Acaricia mi espalda lentamente para tranquilizarme —. Has elegido muy bien. Serás feliz a su lado y eso es lo importante.

Después de un tiempo cuando las lágrimas han cesado se separa un poco para mirarme a los ojos, con su pulgar limpia restos de lágrimas que han quedado bajo mis ojos. Sonríe con pesar provocando dolor en mi interior.

—Te deseo de todo corazón que seas muy feliz con Rodrigo, te lo mereces. Pero, por ahora como dices debemos seguir con nuestras actividades porque tenemos mucho trabajo para el resto del día. No te olvides de asignar a alguien para que se encargue de avisar para la fiesta de Erick y para la sorpresa de la mañana.

Su cambio drástico me deja aturdida, solo logro asentir ante su petición para dar la vuelta y salir de la oficina. Necesito que las horas aceleraran para irme a casa y así estar a salvo.

Inesperado INơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ