¿Donde esta el amor?

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—Ariadne, compórtate como una dama, y levántate del suelo, los caballeros no deberían observar como te comportas al igual que una niña en pleno berrinche, levántate.

Aun con los ojos hinchados de llorar y la nariz congestionada Ariadne se levantó del suelo, hipando y a la vez temblando, toda ella era un caos física y mentalmente, parecía que se encontraba en una pesadilla que no tenia vuelta atrás, como si cada minuto que pasara la condenara mas a la infelicidad.

Sin mediar palabra y sin mirar a los ojos a los allí presentes salió del despacho, se sentía pequeña, como si alguien con un simple pisotón acabaría con ella, no quería siquiera pensar en lo que le deparaba su futuro, desde ya no auguraba nada bueno y eso la martirizaba. Subió las escaleras velozmente sin prestar atención a las sirvientas que las miraban con pena y a los invitados que, como siempre, miraban con mala cara esos actos. Corrió por el pasillo y entró velozmente al cuarto de Stephan, sin mirar siquiera por donde iba.

Y allí quedó paralizada al notar que Caroline estaba junto a Stephan sonriéndole mientras le coqueteaba, Stephan no hacia nada mas que mirarla serio pero aun asi no hacia nada, no la apartaba, no la echaba... simplemente la miraba y eso le rompió el corazón, luego de lo sucedido encontrar a Stephan junto a esa chica por muy insignificante que fuera, sabia que ella sería la prometida de Stephan y su corazón al captar la situación se rompía en pedacitos cada vez mas pequeños.

—Ariadne... espera cariño.

No alcanzó a terminar de hablar cuando Ariadne salió disparada de la habitación hacia la suya. Al entrar trancó con cerrojo la puerta y se dejó caer su cama abrazada a si misma, observando por la ventana como la noche había prometido ser hermosa y llena de felicidad, pero asi como todo fue una mentira, hasta la noche parecía querer mentirle. Todo era una farsa. Todo ese cariño que le profesaron era simplemente para poder de ellos, para su beneficio, y por mas que sabia que ese dia llegaría tenia segura que Stephan se opondría para asi demostrar el amor que ambos se profesaban , sin embargo nada fue como creía que seria, todo se dio vuelta...

Todos le mintieron, se burlaron de ella... ni siquiera pudo luchar contra lo que le hacia mal, simplemente tuvo que dejar todo en manos de los Rothgar...

Stephan golpeaba la puerta fuertemente, gritando desde fuera que le dejara entrar, con cada golpre Ariadne se sacudía del miedo, simplemente deseaba que todo eso acabara.

—Cariño, porfavor déjame entrar, necesitamos hablar, aclarar las cosas...

—No hay nada de que hablar Stephan, sería todo en vano, no quiero sufrir, sabes que no hay nada para hacer si ya estas comprometido... y yo... yo igual, no hay manera de unirnos... sabes que esta vez no hay manera...— Las lagrimas salían a borbotones y las palabras se atoraban a su paso.

—Prometida? Que dices amor, dime que estoy entendiendo mal... estas comprometida?

—Crei que ya lo sabias, si, estoy comprometida, con Mattew... déjalo estar Stephan, ya no quiero mas dolor, vete.

Recostada contra la puerta escucho maldecir a Stephan mientras golpeaba la pared alejándose.

Todo era un caos, un desastre y no sabia que hacer ya con su vida.

Arrastrando los pies se dirigio a la cama, dejándose caer y esperando que el sueño la hiciera olvidar de ese dia, y asi tal vez creer que todo había sido un sueño.

Stephan luego de estar frente a la habitación de Ariadne se dirigió echo una furia hacia las escaleras esperando poder hablar con sus padres sobre lo ocurrido, porque eso era una verdadera catástrofe.

A un verso de ti...Onde histórias criam vida. Descubra agora