Todo por ti

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El vio pasar un papel bajo su puerta sonriendo corrió velozmente para agarrarlo, sintió un fuego que invadia su cuerpo y lo hacia estremecer en lo mas profundo, imaginaba que eso no era producto de un capricho, ella sentía lo mismo que el y como un instinto sabia que le correspondia amarla como ella debería amarla a el.

Precipitadamente salio de su habitación y toco la puerta de Ariadne, recordó que no tenia una buena excusa para hacerlo y no sabia su próximo movimiento, pero algo tendría que inventar o alguna acción debería de ejercer...

Ariadne abrió la puerta lentamente y Stephan la abrió bruscamente acercándose a ella haciendo que se tambaleara un momento para luego agarrarla entre sus brazos y observarla un largo momento, ese momento en el que diviso que sus ojos no eran completamente negros, sino que habían retazos de un café profundo mezclado con el negro azabache brillante que emitia dia a dia, observo que sus pestañas eran excesivamente largas y sus labios eran... eran lo mas hermoso que poseía en su rostro, gozaban de un color rosa profundo suaves y voluminosos, lo que solo lograban querer besarlos y morderlos hasta el cansancio, sentir el calor que emitían.

Sabia que no podía detenerse, la sostuvo en sus brazos y vislumbró en sus ojos ansias de ser besada de detener esa agonía y llevarla mas allá del paraíso. La atrajo hacia si acercando su rostro lentamente, acariciando con su nariz sus labios, su mejilla y llegar a su cuello donde dejo escapar un suspiro que estremecio a Ariadne, suavemente lo besó dejando pasar el tiempo, esos pequeños besos en el cuello lleno cada parte de Ariadne de fuego caliente y abrazador acaricio el cabello de Stephan y lo atrajo mas hacia si logrando que de sus cuerdad vocales fluyeran sonidos guturales mismos de un animal exitado.

Eran esos besos enloquecedores, la besaba como si hubieran un final, como si prontamente todo ese hermoso sueño acabara. Ella acaricio cada centímetro de su piel, se encontraba tan solo con el camisón y la piel tibia y delicada se sentía a tan solo un retazo de tela, Stephan tenia puesto la camisa de lino y el pantalón negro que había usado en el dia, lo sostuvo en sus brazo acariciando su cabello y tirando de el cuando sus besos se propagaron hacia sus pechos, tardó solo un momento en soltar una manga y dejar al descubierto –Tal y como el imaginaba- unos bellos senos llenos y turgentes deseososde ser besados, y asi fue, se tomo todo el tiempo del mundo en besar, acariciar, y mordisquear cada parte de los mismos, Ariadne se sentía en el paraíso mismo, cada caricia de Stephan la hacia sentir mas viva y dichosa quela anterior, no creía que fuera posible sentir mas exitacion en que ese momento.

Cuando Ariadne dirigio sus manos al borde de los pantalones de Stephan este la paró bruscamente cerrando los ojos mientras sedaba vuelta.

—Lo siento yo... dios, yo me sobrepase Ariadne...

—Yo te lo permití, porque retrocediste?

—Porque no pienso hacerte daño, porque me iba a exceder contigo y eso no me lo permitirá jamas.

—Quiero mas...

Le dijo Ariadne mientras se acercaba a el, sus ojos destellaban deseo y eso le impedia a Stephan pensar... eso y que su cuerpo estaba semi-desnudo cerca de una enorme cama.

—No, hoy no, pero prometo que seré yo quien te haga el amor, yo seré quien te haga sobrepasar el cielo si es necesario y demostrarte lo capaz que eres de sentirte dichosa, yo... sere el primero en amarte...

Salio rápidamente de la habitación dejando a una Ariadne perpleja y exitada, sabia que eso no se lo perdonaría el mismo fácilmente, pero ese momento, el dia que llegara y pudiera hacerla suya, no habría vuelta atrás... se tendrían que casar y el quería que todo fuese pefecto, pero el poco autocontrol que tenia desaparecio esa misma noche...

A un verso de ti...Место, где живут истории. Откройте их для себя