Descaradamente y sin autocontrol, solo besame

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El vestido cayó dejando a Ariadne semidesnuda, al darse vuelta vio a Stephan desnudarse y sentía que le faltaba el aire, era increíblemente guapo y era solo de ella, eso logró que sintiera un leve cosquilleo en su estómago.

Stephan se acercó a ella totalmente desnudo, ella tragó con dificultad, y cuando comenzó a besar sus labios con ferocidad sus piernas se alzaron en la cintura de él, se acercaron a la cama y la depositó suavemente contemplándola como si fuera la obra de arte mas exquisita jamas antes echa.

Sonrió.

La carició.

Y todo el autocontrol desapareció por completo.

Las caricias iban y venían, como en una danza sin fin, los gemidos se hacían sentir en la habitación y el calor aumentaba con los fuertes movimientos, Ariadne sentía el calor apoderarse de su vientre, sintiendo la presión dentro de ella, mientras se dejaba llevar por un orgasmo asombroso. Mientras Stephan aún seguía con sus fuertes movimientos Ariadne sentía que su cuerpo se apoderaba de un nuevo orgasmo dejándola débil y cansada. Stephan llegó al éxtasis con una sensación de paz increíble, sintiendo que no había lugar alguno donde perteneciera, solo entre los brazos de Ariadne, sintiendo su calor, su suavidad y el aroma característico de su cuerpo... Jazmín.

Se durmieron sin percatarse del tiempo, ese momento había sido hermoso, y la sensación que lograba cada uno en su cuerpo era lo que más los llenaba.

Habia pasado una semana luego de los acontecimientos, Ariadne y Stephan han estado mas unidos desde que el escandalo se hizo presente y Elizabeth no se a dado cuenta de absolutamente nada, lo cual era demasiado sospechoso de cierta forma, ya que las miradas complices y las caricias no faltaban en las cenas, y Maximillian de vez en cuando carraspeaba llamando la atención de los enamorados, Stephan se sentía preso del nerviosismo, temía la "charla" de padre a hijo, y en esos instantes deseaba con mas ímpetu que su padre tuviera asuntos que arreglar fuera de la casa.

Las noches pasaron de la intensidad y la pasión a las caricias y palabras tiernas, ese amor que se había formado parecía inquebrantable y cada dia que pasaba sentían la necesidad de demostrárselo de alguna manera distinta. Llegaron al punto de ir al ático y dormir juntos en el balcón del mismo, sintiéndose cada vez mas cerca del cielo.

Había llegado el sábado, ese día Ariadne haría su fiesta de presentación formal, en la gran mansión de los Rothgar, la noche anterior junto a Stephan sentía su pulso volar por los aires para luego descender repentinamente, los nervios no se disipaban en ningun momento y aunque él la acariciara tratando de que durmiera no había forma alguna de calmarla, la siguiente noche sabia que una gran fiesta se organizaba a su nombre y no podía mas que estar histéricamente nerviosa

Y ese dia amaneció ojerosa y cansada, pero ciertamente contenta, era la noche mas importante desde que formaba parte de la famila y quería hacer todo lo posible para cumplir con los requisitos de Elizabeth.

Luego de que Clare llegara a su habitación y la ayudara a darse un buen baño para calmarla, haberse vestido y maquillado un poco bajo los ojos con polvo de arroz para disimular las ojeras bajó confiada de que ese dia sería espléndido, y se lo confirmaba el radiante sol que iluminaba los pasillos de la mansión.

En la planta baja las sirvientas iban y venían con la vajilla de porcelana y los utensillos de plata recién lustrados, todo arecia ir en orden y la voz de Elizabeth se encontraba por todo lo alto dándole a saber que la mandamás se encontraba muy estricta.

—Elizabeth, muy buenos días. ¿Cómo te encuentras?

—Buen dia querida, la verdad estoy muy ansiosa por esta noche, ¡No e podido dormir siquiera! Quiero que esta noche sea perfecta es muy importante para la familia, debes comenzar de manera exelente y si te aceptan desde ya verás como conseguirás mas amigas y gente de confianza, sin contar a los pretendientes claro. — esto ultimo lo dijo con una sonrisa picara. — bueno, espero que estes de buen humor, ve a desayunar y luego organizaremos tu vestido de noche y el peinado que llevarás, Stephan esta en el balcón del jardín desayunando, ve a acompañarlo si deseas

A un verso de ti...Where stories live. Discover now