19. Lluvia de estrellas (2)

1.3K 98 27
                                    

Siento muchísimo no haber continuado con la novela más seguidamente, no he tenido tiempo para nada... He ido haciendo día a día un poco de este capítulo pero nunca me a dado tiempo a acabarlo a tiempo :'(

Un beso enorme y perdón por la espera, espero que os guste;

Marina xx.

-------------------------------------------------
Llevábamos aproximadamente veinte minutos metidos en el mar, aunque hacía más de cinco minutos que Summer y Dylan se habían ido fuera.

Tengo que hablar seriamente con ella sobre Dylan.

-¿Salimos?-Saltó diciendo Colton, dirigiéndose a su amiguita. Ésta asintió.

Vi como ambos se levantaban y se dirigían fuera del agua. Miré a Jackson y vi como éste estaba temblando.

-Yo creo que también voy a salirme.-Dije. Me había cansado de estar remojándome, aparte de que no quería quedarme a solas con Jackson.

Ahora tengo novio y al quedarnos a solas no sabría qué podría pasar.

-No.-Dijo Colton de repente, girándose al escucharme.-Que porque nos vayamos nosotros no tienes por qué irte tú.-Fruncí las cejas.-Quédate un rato más.

Ni siquiera sé por qué le hice caso, pero lo hice.
Ahora sólo quedábamos Jackson y yo.
Le miré un poco nerviosa, sin saber qué hacer o que decirle. Me miró.

-¿Tienes frío?-Me atreví a preguntarle. Estaba realmente temblando, más que yo.

-Un poco la verdad.-Dijo riéndose algo nervioso por la situación.-¿Se me no-ota?-Me reí por su tartamudeo y asentí.

Estuvimos un par de minutos en un silencio incómodo, mirando a la nada.

-¿Salimos ya?-Le propuse. Quería acabar con esto. La situación de estar semidesnuda en el mar con un chico también semidesnudo al lado tuyo... No es que fuera muy cómodo.

Jackson asintió.

Primero se levantó él y después yo, siguiéndole hasta las toallas. Vi de fondo como nos íbamos acercando a la mini hoguera, pero había algo que iba mal. Aquí había pasado algo, y lo notaba.

-¿Donde están los demás?-Dijo Jackson girándose para mirarme. Fui a responderle pero me callé al ver como éste me examinaba de arriba a abajo. De nuevo, el calentor se depositó en mis mejillas y agradecí que fuera de noche. Me estremecí y me tapé un poco con los brazos y las manos.
Aproveché y también lo observé a él. Me observaba atentamente igual que yo a él.

Fui bajando la mirada, encontrándome con un abdomen muy bien trabajado y con un tatuaje en las costillas derechas que no había visto desde entonces.

Se lo habrá hecho hace poco.

Era el Yin y el Yang pero de diferente manera. Eran dos gatos, uno negro y otro blanco que se complementaban uno al otro.

Dejé el tatuaje a una banda para volver a su perfecto abdomen. Llevaba puesto unos boxers negros que le hacían verse más sexy de lo que se veía. Sin darme cuenta, mordí mis labios.

Fui a sus brazos. Cómo no, brazos con buenos bíceps, cosa que me encantaba de un chico. Por sus brazos se podían apreciar las venas marcadas, otra de las muchas cosas que me gustaban de un chico.

Miré sus manos y me fijé en una de ellas; la derecha.

Aunque parezca mentira, llevaba puesto en el pulgar el anillo que le regalé en su cumpleaños. Noté un cosquilleo en el estómago y sonreí un poco, para volver a mirarle a la cara.

Polos Opuestos |PAUSADA y REESCRIBIENDO|Where stories live. Discover now