5. ¿Fiesta en casa de Dylan? P.1

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Eran las siete de la mañana y ya sonaba el despertador. Bufé y me estiré para luego volverme a encoger y cerrar los ojos. Realmente a mi no me importaba ir al instituto, es más, me gustaba ir. Lo que no me acababa de gustar era el momento en que tenías que levantarte tan temprano cuando en realidad lo único que quieres hacer a las siete de la mañana es quedarte en tu cama durmiendo.

Me levanté e hice lo de todos los días; vestirme, desayunar, coger la mochila e ir al instituto. Ésta vez decidí quitarme mis horribles gafas y ponerme lentillas. Al menos así se podían apreciar mejor mis ojos verdosos.

Llegué al instituto, fui a la taquilla a dejar algunos libros y me dirigí a la clase que me tocaba. Escuchaba al profesor de Historia decir que necesita más notas para poder hacernos media a la hora de poner la nota final del tercer trimestre.

—Así que vais a hacer un trabajo sobre el tema que estamos dando; Egipto. Y en parejas. Y he decidido que esta vez haré yo las parejas ya que siempre que os ponéis los amiguitos juntos presentáis un trabajo que da pena corregirlo.

Maldecí al profesor de Historia por dentro ya que al parecer la mala suerte siempre estaba conmigo, y lo más seguro es que me toque con alguna de las dos personas que menos quería.

Empezó a decir nombres y cada vez me ponía más nerviosa. A Summer le tocó hacerlo con Stacy, y lo lamenté por ella. Pero pensándolo mejor, era un gran peso que me quitaba de encima.

También dijeron a Jackson con un compañero de clase, así que es otro de un gran peso que me quité.

—Y por último, Giselle y Colton—Dijo el profesor. Miré a Colton y me sonrió pícaro. Maldecí a mi suerte por dentro, ya que si no era una cosa era la otra. Mi compañero de trabajo era muy amigo de Jackson, y eso quería decir que no me traería buenas vibras.

Acabó la clase y todos comenzaron a recoger sus cosas para salir de clase. Me acerqué a Colton.

—Ya hago yo todo el trabajo, ¿vale?

—Vaya, al parecer tienes malas expectativas de mi, Giselle.

Puse cara extrañada. ¿Puede ser porque no le conozco lo suficiente como para tenerlas de buenas? Y claro, tener de amigos a la parejita no ayuda mucho a tener altas expectativas.

—Cuando hay que hacer trabajos sé que se tienen que hacer en grupo y eso quiere decir ayudarse mutuamente, así que yo también lo haré. También quiero tener en cuenta que si sacamos buena nota es porque yo también he contribuido—Me quedé callada un momento volviéndome a repetir todo lo que me había dicho por si era real o es que estaba alucinando. ¿Desde cuando este hombre hacía algo productivo en clase?

—De acuerdo, como tú quieras. Quedamos mañana. Ya te diré dónde y a qué hora.

—Así me gusta—Me sonrió y asintió.

Salí de clase con los libros en los brazos. Abrí mi taquilla y fui dejando uno a uno los libros colocándolos en su sitio correspondiente. Otra cosa que no toleraba era el desorden. Necesitaba tener mi taquilla bien ordenada y saber luego donde buscar lo que quería, y pareceré una maniática perdida, pero era mejor tenerlo todo bien organizado y a la hora de tener prisa saber donde lo habías dejado todo.

A menos de un metro se encontraba Stacy guardando lo que sea que lleve ella en su taquilla, y era inevitable no poder escuchar la conversación que estaba teniendo con sus amiguitas, ya que en vez de hablar, estaba medio chillando con esa voz de pito tan desagradable.

—Que sí chicas, que esta noche hay una fiesta en casa de Dylan. Podrá entrar cualquiera así que nosotras iremos ya que las fiestas sin nosotras no son nada—Me reí por dentro. ¿Cómo podía pensar así?—y por favor, ir bien arregladas, no me dejéis en ridículo.

Polos Opuestos |PAUSADA y REESCRIBIENDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora