Levanté la cabeza y me senté. Otro golpe de ella es lo que menos quiero en este momento y mucho menos en la mejilla. Todavía siento la mano de Camila contra mi cara.

-Lo arruiné todo, la besé estando fuera de control- confesé.

Keana se mordió el labio, buscando algo que decir.

-Si va y se lo cuenta a su madre estoy perdida.

-Si en verdad te considera o te consideró su amiga no va a decir nada.

Reí sin gracia.

-No creo que recuerde eso después de lo que hice.

Me miró como si lo que dijera fuera todo una exageración.

-Mira Lauren, no conozco muy bien a Camila y a veces admito que se comporta como una tonta pero me parece que es lo suficientemente madura como para no decir nada. A menos claro que le gusten los problemas.

Keana tenía razón, Camila no quería que su madre supiera lo que pasaba en su vida. Nunca le dijo que Katrina la golpeó y no creo que quiera decirle que la besó una mujer.

-Te dije hace rato que llevas traumada cerca de veinte minutos. Creo que ese es tiempo suficiente para contárselo todo ¿o no? – continuó diciendo para calmarme.

Es verdad, aunque también sus padres no suelen estar siempre en la casa por lo que podría decírselos después.

¿Camila sería capaz de hacerme eso? He sido muy cruel con ella, lo tengo merecido.

Todas las veces que le grité, que la lastimé y le respondía de mala manera golpearon mi mente. Volví a poner las manos en mi cabeza. Nuevas lágrimas salieron de mis ojos.

-Ya no importa- dije-, merezco que me odie y mucho más.

-¡Lauren, tu intentaste alejarte a toda costa y ella siguió buscándote! No puede recriminarte nada.

-Tsk...olvídalo.

-Nada de...

-Dije que lo olvides- repetí molesta-. Ya fui demasiado lejos y traspasé una línea que no debí. Afrontaré lo que sea.

Me puse de pie y Keana hizo lo mismo con enfado.

-¿Puedes pensar en lo que dices por un minuto?- me regañó.

-¿Crees que no lo hago?- contesté un poco ofendida, casi a los gritos- Si te digo esto es porque lo estoy pensando muy seriamente. Si Camila cuenta algo estoy perdida, y lo sabes.

-Si...pero...no puedo...dejar- Keana estalló en llanto después de haberse contenido demasiado tiempo-. No me importa si es la chica que te gusta ¿Entiendes?...si llegas a terminar detrás de una reja, iré a su casa y la asesinare- se pasó la mano por la cara- Eres mi amiga...mi amiga- resaltó eso último.

Esa reacción me partió en dos. Está tan asustada como yo y a toda costa piensa buscar una solución.

-Siento decirte que si matas a Camila solo lograras que te metan en una celda igual que a mí.

Increíblemente la hice reír. Hace un rato estaba desesperada y ahora intento hacerme la chistosa. Gran coherencia la mía. Necesito esto, el humor quiero decir. La risa evita que piense en el miedo. Es idiota, pero sirve.

-No puedo permitirlo, Keana- actué con sarcasmo-. ¿Te imaginas, tú y yo en la cárcel?

-Ya basta- Keana continuó riéndose.

-Probablemente tenga que matarte ahora antes de que hagas una estupidez.

-Pues señorita, si su vecina no la pone tras las rejas temo decir que mi muerte lo hará porque usted me asesinó.

Tu amor, mi dolor (CAMREN ADAPTACIÓN)Where stories live. Discover now