C29

906 48 0
                                    

Capítulo 29, Nueva vida

20 años después...

-Buen trabajo, doctora Cullen -me dijo la nueva enfermera, aún estaba empezando y nos trataba de usted a todos. Era muy mona, quería impresionarnos y a la misma vez ser agradable. Me caía bien.

Le sonreí.

-Gracias, Jenny, hasta mañana -me despedí, en realidad hoy no tenía turno, pero me habían llamado para una emergencia y me había tocado operar.

Porque sí, después de todas las calamidades había estudiado una carrera. Medicina. Quería valerme por mí misma y al fin lo había conseguido.

Ya no dependía de nadie ni de nada, tenía mi propia vida.

Vivía en Nueva York y trabajaba en uno de los hospitales más importantes de la ciudad. La vida me iba bastante bien.

Hablaba con los Cullen una vez al mes, Emmett y Rosalie iban a volver a casarse y querían que asistiera. Parecía que les divertía organizar bodas y cada diez años renovaban los votos. Ya era la segunda boda a la que me invitaban y antes de que les conociera ya se habían casado muchas más veces.

Pero era divertido, así que no pude negarme. No les veía desde hacía diez años, desde su última boda. Les extrañaba.

Tras mi juicio me fui de Forks, necesitaba tiempo para sanar. Los Cullen se entristecieron pero lo aceptaron, sabían que sólo el tiempo conseguiría hacerme olvidar y poder algún día volver a su lado. Ellos esperaban ese día con paciencia, sin presiones, porque sabían que el día que yo llamara a a su puerta sería para quedarme para siempre.

Pero aún no estaba preparada. El tiempo era insignificante para nosotros, disponíamos de toda la eternidad, por lo que podía tomármelo con calma. Porque aunque les extrañara una barbaridad no quería regresar antes de tiempo y al poco tiempo darme cuenta que no estaba preparada para vivir de nuevo en familia, quería estar segura el día que volviera con ellos.

Aún sentía muchas culpas y estaba intentado pasar página. Ya no me sentía como un monstruo, ahora me sentía como una persona que se había equivocado e intentaba levantarse para seguir adelante.

Sabía que Edward estaba esperando por mí, me prometió que me esperaría el tiempo que hiciera falta. Yo le dije que no hacía falta, no quería tenerle esperando por mí hasta que yo pudiera volver con ellos, le dije que viviera su vida y que cuando volviera con ellos si aún seguía existiendo ese sentimiento que sentíamos mutuamente nos daríamos una oportunidad, pero que el tiempo fuera el que decidiera.

Podría haber tenido a cualquiera chica que quisiera, como Tanya por ejemplo. Pero él no quiso ni siquiera escucharme, me dijo que salir con otras chicas sería sólo una forma de jugar con sus sentimientos y que él no era así, que a la única que querría siempre era a mí y que pensaba esperarme así pasaran los siglos.

Y ya habían pasado más de treinta años desde que nos enamoramos... pero aún no había llegado nuestro momento, por una cosa u otra aún no era hora de vivir nuestro romance y ambos lo sabíamos. Pero él estaba dispuesto a esperarme y yo estaba dispuesta a vivirlo sólo el día en que consiguiera encontrar por fin la paz y pudiera perdonarme por todo el mal que había hecho.

Mi trabajo como médico ayudaba mucho, el salvar vidas me hacía sentir como si de alguna forma compensara las vidas que quité. Sabía que no podía comparar una cosa con la otra, vidas que salvaba con vidas que quité, pero al menos me hacía sentir que estaba compensando la balanza hacia el lado bueno.

Pero en mi lucha por mi recuperación no estaba sola...

Entré en el departamento y noté que ya había regresado. Estaba en el sofá haciendo zapping.

La hija del diablo (terminada)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن