Una oportunidad

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Marinette observaba a la pelicastaño esperando lo que iba a decirle, no entendía porque andaba con tantos rodeos.

- Bueno, mejor míralo por ti misma-dijo Alya mostrándole un periódico.

La azabache agarró el periódico y empezó a leer un artículo muy peculiar:

"Empresa AG Designs en posible escasez"

La famosa empresa reconocida en todo el mundo está buscando nuevas personas que les ayuden a desarrollarse, más en este punto que están un poco bajo de recursos.
Es posible que si no llegasen a conseguir un nuevo proyecto en un lapso de tres meses, la empresa podría caer en banca rota, por eso mismo, el famoso dueño está buscando a personas con mucha dedicación en el mundo de los diseños y la moda.

Dirección: Florencia, Vía Lorenzo il Magnifico, Colonia Central #16

Cuando Marinette terminó de leer el artículo se quedó pensativa, había algo que todavía no le cerraba.

- ¿Cómo es posible que una empresa que supuestamente es muy famosa en todo el mundo, pueda caer en banca rota?-preguntó algo confundida.

- Bueno... no lo sé, pero no creo que vaya a la ruina, ¡es muy buena!-dijo Alya.

- ¿Tú la conoces?-dijo curiosa.

- Bueno... no exactamente, la verdad solo sé algunas cosas pero ni siquiera sé quién es el dueño, pero ¿no crees que es una buena oportunidad?-sonrió la peli castaña.

- Queda en Italia... ¿Cómo piensas que iré a Italia y abandonaré mi trabajo aquí?-dijo Marinette.

- No sería tanto abandonar... si le explicas a tu jefe seguramente te deja ir.-dijo Alya.

- No tengo pensado irme de acá... bueno no por ahora.-dijo Marinette en tono serio.

- Pero... ¡¿Por qué no?!-dijo la peli castaña elevando la voz.

- Ya te lo expliqué, voy a quedarme aquí hasta que mi jefe me diga que me vaya, cuando eso suceda puede ser que lo tome en cuenta.-exclamó la azabache.

- Bueno... está bien-dijo Alya un poco triste.-Sabes, todo esto me hizo recordar a Adrien, tiene mucha relación, por cierto ¿Qué estará haciendo en este momento?-dijo curiosa Alya.

Marinette se quedó callada por un par de minutos, le venían muchos recuerdos a la mente de la secundaria y del último día que lo vio...

- ¿Hace cuánto no veo a Adrien? Unos... ¿Dos años? ¿Dos y medio? No lo sé... pero el decidió irse, debo admitir que lo extraño un poco... ¿Qué estará haciendo? Sea lo que sea espero que esté triunfando. Pensó en su mente.

- ¡Marinette!-dijo Alya.

- ¿Q-Qué?-dijo ella distraída.

- Hace un rato te estaba llamando y no me hacías caso... ¿En qué pensabas?-dijo ella.

- Nada, nada en especial-respondió Marinette.

- Bueno Marinette, tengo que irme, debo ver a Nino en media hora quedamos en ir al cine... así que nos vemos luego, piensa en lo que te dije.-dijo sonriendo.

Alya abrazó a su amiga y luego salió del lugar.

Marinette todavía tenía su cabeza en otro lado, sus pensamientos corrían y corrían pero luego recordó que debía de volver al trabajo.

Ella volvió a seguir con sus diseños, sentía que cada día tenía más y más inspiración y eso le agradaba y ayudaba a crecer como diseñadora.

Su jefe le había llamado a la sala de dirección, no entendía porque pero ella solo optó por ir a averiguar.

- Señorita Dupain.-dijo su jefe.

- Si, dígame... ¿Ha sucedido algo?-preguntó ella.

- No, no es que haya sucedido algo grave, bueno voy al punto, ya le había comentado acerca de su dedicación y el empeño que le pone a su trabajo, así que pensé en algo más grande que creo que puede agradarle.-dijo él.

- ¿Algo más grande?- dijo desentendida.

- Bueno señorita, creo que no le he comentado que la empresa AG Designs nos llamó y pidió que enviáramos a nuestros mejores empleados, cuando recibí la llamada estaba muy contento pues nunca creí que una empresa como esa quisiera solicitarnos a nosotros que estamos en camino, y pensé en usted.

Marinette abrió los ojos de inmediato, sabía que había escuchado ese nombre antes.

- Alya me había comentado lo mismo...-pensó ella.

- ¿AG Designs?-dijo curiosa.-No los conozco...

- Bueno, es una empresa muy profesional conozco a algunas personas pero no directamente al dueño, igual me parece que es una buena oportunidad para usted como para nuestra empresa.-dijo él.

- En verdad estoy agradecida de que haya pensado en mí pero... no estoy segura, además aquí tengo a mi familia y amigos... no quiero despedirme de ellos

- No lo vea de ese modo, es una oportunidad muy buena... igual, no voy a obligarla si no quiere, pero piénselo un poco y cuando esté segura me lo dice.-dijo su jefe.

Marinette sabía que siempre había soñado con esto, era lo que quería y sabía que otra oportunidad así no podría llegar y aunque le doliera dejar a sus personas queridas, sabía que volvería a verlos, no sería para siempre.

- Iré.-dijo ella dispuesta.

- ¿Está segura, señorita? No quiero presionarla.-dijo él.

- Lo he decidido y si quiero ir, no quiero dejar pasar esta oportunidad.-dijo ella.

- Perfecto, en dos días partimos tiene tiempo de preparar sus cosas, muchas gracias Marinette.-dijo él.

Marinette solo se fue de la sala, por un momento creyó haber tomado una decisión un poco apresurada pero era su sueño, y sabía que quería cumplirlo.

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¡Bueno! Acá dejo el siguiente capítulo de la historia, espero que les guste.

ReencuentroWhere stories live. Discover now