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Primer Plano

Odio la impuntualidad, odio que me digan que hacer y odio que me hagan esperar. Pero aquí, soy una mortal más y mientras espero a que me den órdenes, tengo que acoplarme a todo lo que decida mi nuevo tutor.

Si es que se le puede llamar así.

Estudié Fotografía en Los Ángeles y hace una semana exactamente me mude a Londres por mi pasantia. Pensaba hacerla en una de las galerías más famosas de L.A pero... creo que eso no iba a ser una buena idea, además, necesitaba un respiro de toda la gente que conozco, es un poco asfixiante tener que convivir con gente que realmente no te agrada, aunque eso técnicamente me pasa seguido.

No soporto a la gran mayoría de las personas que conozco a diario, pero la razón es porque sufro de asperger, leve, pero lo hago. Odio las imperfecciones, todo siempre está fríamente calculado en mí cabeza y que algo salga mal simplemente no me lo perdono. También tengo una habilidad especial para descubrir cuando no están siendo sinceros, quizás esa sea la verdadera razón por la cual no he tenido más de una cita este año.

Es difícil convivir conmigo, la persona que realmente lo haga tiene que aprender adaptarse a mi forma de ser.

Estoy esperando dentro de Moment of Caption una de las galerías más famosas de Londres, está dirigida por quién será mi supervisor, Tyler Smith. Mientras espero, veo a mi alrededor, la única razón por la que decidí hacerlo aquí es porque Tyler es uno de los mejores fotógrafos del mundo y aunque me parece un tipo sin gracia, pedante y extremadamente silencioso, sus fotografías son espectaculares. Sin margen de error alguno.

Exactamente lo que estoy buscando para mí.

Observo todas y cada una de sus obras a mi alrededor, es increíble, la manera en la que captó cada una es magnífica. Tiene 27 años, nacido en Londres, Reino Unido y dueño de esta galería desde los 25 años. Si alguien sabe de negocios, es él.

La puerta enfrente de nosotros se abre y todas las personas que estamos esperando, exactamente cinco mujeres, nos levantamos. Sus ojos hacen contacto con cada una de nosotras, puedo analizar su siguiente movimiento, se remanga la camisa del lado derecho que está un poco más abajo que la izquierda, lo deja a la misma altura y sonríe a todos los presentes. Sus dientes están perfectamente limpios, al igual que su camisa, sus vaqueros pegados de color marrón. Los zapatos combinan perfectamente y su cabello está tan peinado que creo que se acabó de peinar.

— ¡Bienvenidas! –Sonríe y adivino su próximo paso como si de un libro se tratase, uno que ya leí. —Si están aquí es porque sus fotografías son las mejores que he visto entre miles. –Sonríe. Todas están encantadas y yo solo quiero que deje de parecer un idiota dándole la bienvenida como si fuese el preescolar. –Ahora les voy a entregar unas carpetas y necesito que salgamos en una hora mientras se familiarizan con el ambiente del lugar.

— Tenemos una hora esperando, estamos ambientadas con el lugar.

Todos me miran como si mis palabras se tratasen de un delito. El problema de tener asperger es que no puedo callar lo que pienso la mayoría de las veces. Ahora que tengo 23 años, es más fácil para mí controlarlo, sin embargo hay momentos como el de ahora en los que no lo controlo.

— Si tiene algún problema, creo que podría ceder el puesto a alguien un poco más tolerante. –Replica Tyler acercándose a mí. Coloca sus manos entrejuntadas atrás a la altura de su espalda y me mira fijamente haciendo que aparte la vista.

— ¿Por no soportar la impuntualidad? ¿O por qué al parecer, es un cretino?

Sus fosas nasales se abren respirando con dificultad. Las chicas a mi alrededor murmuran e increíblemente puedo alzar mí mirada hacia Smith. El problema no es que me intimide, no lo hace, dije lo que pensaba y tengo razón. Nadie con 27 años puede ser tan impuntual. Más tratándose de un empresario. El silencio sigue en el lugar alojado como si planeara quedarse. No rompo contacto pero segundos después de que los murmullos cesarán, Tyler estira su mano hacia mí y sonríe ampliamente, aún más que cuando nos saludó a todas.

Diez Maneras De Odiarte.Where stories live. Discover now