Sin perder tiempo bajo de la cama y corro en dirección a la puerta pero el dolor de mi cuerpo me impide avanzar no más de tres pasos hasta que caigo al suelo. Recargo mi cuerpo contra la pared esperando que ejecute la posible terrible acción. Cada vez se acerca más y más a mi cuerpo, sin embargo me es imposible sentir miedo. Quiero decir, cualquiera en mi situación haría su mayor esfuerzo para salir de la casa o al menos gritaría esperanzado de que alguien lo escuche pero yo simplemente me quedo sentada mirando como la distancia se acorta cada vez más entre nosotros.

Una vez que llega a mi paradero se agacha manteniéndose en cuclillas, coloca sus manos a mi costado acercándose cada vez más a mí. Puedo sentir su lenta respiración. En cuanto nos encontramos posicionados de ésta manera su malévola sonrisa desaparece y sus infernales ojos cambian por una cálida y dulce mirada. Sus rojos y carnosos labios atrapan los míos repentinamente, en un principio mantengo mis ojos exageradamente abiertos debido a la impresión pero en seguida me acoplo al ritmo de sus labios. En un principio el beso es lento y tímido pero es cuestión de segundos para que la tonalidad suba. Sus grandes manos sujetan mi nuca y yo dirijo las mías a sus hombros. No puedo creer que le esté besando de nuevo.

Nuestros labios se separan y no puedo evitar que una tonta sonrisa aparezca en mi rostro. Aún seguimos con poca separación, yo miro ligeramente hacia arriba en su dirección y él se encorva un poco manteniendo nuestras frentes pegadas.

—Era broma, yo jamás me atrevería a terminar con la vida de una persona – murmura con seguridad alejando su anatomía de mi ser. Una vez que estamos a una distancia considerable, me siento incompleta.

Harry

Sentir sus labios sobre los míos era como mi salvación, pero para ella yo era su perdición. Me entran unas tremendas ganas de volverla a besar pero me abstengo, no quisiera ahuyentarle. Una nueva sensación de quererla proteger nace en mi interior, pero, ¿cómo la puedo proteger de mí mismo?.

Ella sabe lo que soy, y no huyó despavorida. Dice una voz en mis adentros pero la ignoro, ¿cómo alguien no podría temerme? Soy un maldito monstruo condenado a sufrir por el resto de mis días. Incluso la peor de las personas tiene derecho a amar y ser amado. Insiste la molesta voz, lo que no tomo en cuenta es que si yo amo a alguien, ese alguien debe mantenerse alejado de mí para no salir herido; y no me refiero exactamente al ámbito emocional...

Olivia

Intento sacar una prenda atorada en mi maleta apoyando los pies en ésta y jalando fuertemente con mis brazos, en seguida ésta cede y no fue para nada una buena idea hacer esto. Mis dos manos juntadas en un puño se aproximan con velocidad a mi ojo golpeándolo con fuerza. Esto provocará otro moretón agregándolo a la variada colección que tengo en mi cuerpo gracias a la caída pues no sólo fue caída en picada, sino que primero me golpeé múltiples veces en las ramas del árbol.

Toco mi ojo, el cual ha comenzado a hincharse considerablemente. De mala gana me dirijo al baño y me despojo de mis prendas introduciéndome en la regadera. El agua no me relaja como siempre, ahora cada gota que cae duele al igual que mi cuerpo al mover una articulación.

Tras veinte minutos intentando asearme salgo de la ducha y me cambio. Miro al espejo observando mi horrible aspecto, en éstos momentos pareciera que estoy viendo a un cadáver. Estoy más pálida que de costumbre, mis ojos se ven cansados dando en cuenta que uno de ellos ha adquirido un color morado en la piel que lo rodea, mi piel se ve de tonos rojizos, verdes y morados gracias a los moretes. No quiero que Harry me vea así.

Wolvesजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें