Capítulo 5

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—Damas y caballeros, muchas gracias desde el fondo de nuestros corazones. ¡Buenas noches!

Eunhyuk saludó con la mano al mar sólido de humanidad en el club, saliendo entonces fuera del escenario con una oleada de gritos y aplausos. La adoración de la audiencia era un festín para el alma hambrienta. Y dioses, él necesitaba eso ahora más de que nunca. Últimamente sentía como las presentaciones eran lo único que lo salvaba de una crisis mental.

Rozo a Donghae al salir, todo sudado y con olor de trabajador. Era todo lo que Eunhyuk podía hacer para evitar agarrarlo y pasar sus manos por todo ese cuerpo hermoso. Sobre todo ahora que él sabía exactamente cómo se veía Donghae al venirse.

Esos inescrutables ojos achocolatados se encontraron con la mirada de Eunhyuk por una fracción de segundo antes de que Donghae siguiera hacia el vestuario. Eunhyuk apenas contuvo un suspiro de frustración. Después de tres largas semanas, aún no había sido capaz de convencer a Donghae de dormir con él, y esto le molestaba más de lo que le gustaba admitir.

Lo que le molesta aún más es que aun lo deseaba demasiado. Él había tenido a Donghae una vez. Eso debería ser suficiente. Siempre lo había sido antes. ¿Por qué era tan diferente?

Yuna le dio un codazo en las costillas, cuando se le unió en el pasillo. —Hey. ¿Has visto quien estaba esta noche entre el público?

Agradecido por la distracción a sus confusos y angustiantes pensamientos, Eunhyuk pasó un brazo sobre los hombros de Yuna y besó la parte superior de su cabeza. — ¿Quién estaba esta vez, amor? ¿Elton John? ¿Bono?

Ella le lanzó una mirada fulminante. Él se echó a reír. Últimamente la querida niña estaba siempre viendo celebridades entre la multitud. Una vez había jurado que vio a Lee Seungi en el balcón de Hangun, en Daejeon. No es que fuera imposible que ella tuviera razón. Desde el show en el Tabernáculo, "Polvo mágico" se había convertido en la reina de las descargas en Corea del Sur. La banda había crecido rápidamente pasando de los pequeños clubes donde tocaban a comenzar a llenar salas mucho más grandes. ¿Por qué no asistirían famosos a sus shows? Pero incluso Eunhyuk tenía que admitir que esto era bastante improbable.

—Eres un idiota, le informó Yuna, apoyando su opinión con un duro golpe en su trasero—. Lo digo en serio.

—Lo siento, dulzura. —Él le dio un apretón—. Dime.

Ella miró a su alrededor, entonces se puso de puntillas para poner su boca cerca de su oído. —Park Sunguk.

Sorprendido, se echó hacia atrás lo suficiente para mirarle el rostro. Ella estaba muy seria. — ¿Estás segura?

—Sí, totalmente. — Yuna enganchó el dedo pulgar en la cintura de los pantalones cortos de Eunhyuk y tironeó de él hacia los vestuarios, en la parte posterior del club—. De hecho, pensé que la vi en el bar cuando tocamos en The Han, pero en realidad no pude echarle un buen vistazo por lo que no estaba segura. ¿Esta vez? Lo estoy. Era ella.

Eunhyuk no respondió. Su cerebro estaba demasiado ocupado dando vueltas a las posibles razones posibles por las que uno de los promotores musicales más poderosos del país vendría a verlos tocar. No podía llegar a una explicación que no significara cosas muy, muy buenas para él y su banda.

Jungshin y Donghae estaban en el vestuario cambiándose cuando Eunhyuk y Yuna entraron. Jungshin echó un vistazo al rostro de Eunhyuk y dejó caer la camisa que estaba a punto de pasar por su cabeza. — ¿Qué pasó?

Eunhyuk enarcó las cejas. — ¿Qué quieres decir?

—Lo que dice, es que te pareces a Silvestre si alguna vez se hubiera comido a Piolín. —Donghae se dejó caer en una silla, limpiándose el sudor de la cara con una pequeña toalla azul—. Entonces... ¿Qué pasó?

EunHyuk [HaeHyuk/EunHae]Where stories live. Discover now