EunHyuk [HaeHyuk/EunHae]

Capítulo 2

Cuando el taxi se detuvo frente a la sucia puerta de metal gris, Donghae frunció el ceño. —Whoa, espera, esto no puede estar bien.

El conductor del taxi le dio una sucia mirada. —Se trata del catorce-cero-cuatro Bukchon Hanok. Ahí es donde me dijo que quería ir.

—Sí, pero se supone que es un estudio de grabación. O, bueno, debería serlo. —Donghae señaló el estrecho y sucio callejón—. ¿Acaso esto es un lugar donde alguien pondría un estudio?

—¿Cómo diablos voy a saberlo? Me dan una dirección, yo los llevo, me pagan. No puedo evitar como luce el maldito lugar.

—Lo sé, pero...

Un irritado gruñido se escuchó del conductor. —Mira, chico, esta es la dirección que me diste, te guste o no. ¿Entonces te bajas aquí o qué?

Qué, pensó Donghae, mirando a la puerta sin numeración con inquietud extrema. ¿Esta era la idea de Jungshin de una broma? Era exactamente la clase de broma que el muy cabrón le habría hecho en la escuela. Sin embargo, Donghae había oído hablar del incidente entre Eunhyuk y Minhyuk, y sabía que la banda aún no había encontrado a un nuevo baterista. Y si había una cosa que se podía decir de Jungshin, era la seriedad con que él tomaba su música.

Todavía tratando de convencerse de que no iba a ser asaltado, -o que al menos se burlaran de él– Donghae salió del taxi y le entregó al conductor un billete de cinco mil a través de la ventana abierta. —Quédese con el cambio.

—¡Vaya! Gracias. Ahora por fin puedo tener esa operación.

—Idiota, —murmuró Donghae mientras el taxi se alejaba de la acera. Se dejo llevar por un momento de nostalgia por su antiguo Volkswagen Escarabajo, que exhalo su último aliento la semana pasada, entonces se armó de valor y se acercó a la abollada y oxidada puerta.

Había golpeado tres veces sin respuesta, y estaba empezando a sentirse seriamente cabreado con Jungshin, cuando la puerta se abrió para mostrar a una bonita mujer menuda, con el pelo morado y un vestido corto a juego. Ella le dedicó una sonrisa deslumbrante. —Oh, ¡Tu debes ser Donghae! Vamos pasa

Ella se hizo a un lado, y él arrastro los pies junto a ella.

—Um. Soy Donghae, sí. Hola.

—Hola. —Agarrando su mano, la sacudió con fuerza—. Soy Seo Yuna. Yuna para todos. —Cambió su agarre a la muñeca y tiró de él por un estrecho pasillo mal iluminado—. Siento haber tardado tanto en contestar. Jungshin y Eunhyuk jodían alrededor y no te oímos al principio.

Donghae se quedo boquiabierto.

— ¿Ellos estaban qué? — Jungshin era un tipo de mente abierta -lo demostraba su amistad con Donghae en la escuela- que había estado siempre en el otro bando al cien por cien, pero él era derecho. O al menos lo había sido.

Sin duda, las cosas no podían haber cambiado tanto en los últimos años desde la última vez que se habían visto.

Yuna le lanzó una mirada divertida.

—Ellos no estaban jodiendo, no es que Eunhyuk no haya tratado. Estaban jodiendo alrededor. Haciendo extraños ruidos con algunos de los instrumentos. A ellos les gusta hacer ese tipo de mierda.

—Oh. —Sonrió, una repentina ola de emoción surgió a través de su sangre. Él había accedido a esta audición principalmente por su enorme respeto por Jungshin como músico, pero si a esta banda le gustaba estirar los límites de la música tanto como él lo hacía podía llegar a ser una cosa maravillosa para todos.

—Aquí estamos, —anunció Yuna cuando ella y Donghae entraron en una gran sala alfombrada en verde y amarillo—. La sala de ensayo es por allí. —Ella señaló a una puerta entreabierta en una pared—. Esta es nuestra sala de estar.