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NUNCA IMAGINÉ LLEGAR A LOS 1K. ESTOY MUY EMOCIONADA POR EL APOYO QUE ESTÁ RECIBIENDO ESTA FIC ♥ no sé como agradecerte, Nana. Me ayudaste demasiado y valoro mucho eso, me diste el empujón necesario para crecer aún más con estas historias yyy ay, te adoro. -llora-

Por cierto, me quedó muuy largo, siento eso.

Este capítulo no me convence, pero espero que al menos lo disfruten.

———

Se encontraba sentada. Viendo a través del ventanal con atención las transitadas calles de Seúl, las multitudes de gente caminar con rapidez por éstas, yendo a sus respectivos destinos. Frotaba sus manos continuamente con el nerviosismo reflejado en sus ojos. Bajaba su mirada de vez en cuando, jugando torpemente con su falda celeste pastel.

Su madre la había obligado a ponerse "femenina" en su cita. La chica se negó, pero su progenitora había ganado la pelea, prohibiendo que pudiera ver a su mejor amigo por una semana si no lo hacía. Claramente, la señora Kang no hubiera hecho eso. Era una persona tan amable y dulce. Es reconfortante pensar que esa mujer había pasado por tanto seguía de pie, sacando a sus hijos adelante, dándole amor y todo lo que ellos no recibieron de su difunto padre.  Estaba tan emocionada cuando su hija le había contado sobre su cita con un chico. Se sentía bien al saber que por fin Soomin saldría con alguien sin la necesidad de que sea Minho. Quería que ella disfrutara de su juventud, y no que se la pasara trabajando.

Soomin levantó bruscamente al ver como la esbelta figura del chico pasaba por la puerta, entrando al local con aires de confianza y superiodidad. Y cómo no, atrayendo las miradas de las femeninas que se encontraban en el lugar.

Entrelazó sus manos, tratando de que dejen de temblar y sudar. No sabía la razón por la cual se encontraba extremadamente nerviosa. Despegó la mirada del suelo para encontrarse con el inmaculado rostro frente suyo. Una sonrisa se asomó por los labios rosados y húmedos de él.

– Así que estás aquí... –la castaña ladeó su rostro.

– Bueno, ¿y por qué no lo estaría? –suspiró.– Yo fui la que abrió la boca diciendo que no nos conocíamos y tú me invitaste para conocernos, claramente sería estúpido de mi parte rechazar tú invitación. –comentó viendo cómo la sonrisa del chico crecía y su cuerpo hervía.

– Tienes razón. –espetó mirando por todo el lugar.– Bien, vamonos.

Sintió su cuerpo estremecerse al tacto cálido del chico en su mano derecha. La comenzó a arrastrar hacia fuera de la cafetería, esquivando a las personas con facilidad y dirigiéndose a la Harley Davidson negra qué se encontraba aparcada a unos metros.

Los ojos de Soomin brillaron

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Los ojos de Soomin brillaron.

Jimin se sorprendió al ver la sonrisa de la chica y la mirada llena de emoción que adornaba el rostro de ésta.

Dared✧ P. JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora