Corbata rosa

Final

Corbata rosa volvió a galopar hacia Samuel, pero resultó ser en vano.

En desconcierto total, salió Caín defendiendo a Samuel. Proclamando así a su predilecto nuevo maestro.

—Mira en lo que te convertiste... apreciado alumno—dijo el señor arrepentido.

—Lo siento maestro, pero usted mismo me dijo que esta corbata era solo para la maldad. Y míreme, aquí estoy—respondió Caín con decepción.

—Caín, por favor... Cómo has de decir eso si eres de mis alumnos preferidos...—dijo sabiamente.

—Disculpe maestro. Pero ahora mi nuevo guía es Samuel...

Samuel sonrió.

—¿Lo ves Robert? Tus alumnos te cambian... ¡Oh! ¡que dirán de ese gran Robert Ripiano! creador de un maravilloso grupo, pero sin un buen maestro. Ups—exclamó riéndose de forma macabra.

—Cállat...—Se detuvo Rose silenciado en seco.

El maestro hizo una señal con el dedo índice para que conservara el silencio.

—Estaré viejo Samuel, pero todavía recuerdo cómo ganar frente a ti... Perderás otra vez como en Salzburg...

—¡Ja!—contestó Samuel con desprecio—. No lo harás porque nunca lo hiciste.

—Tal vez yo no... pero mis alumnos sí.

—Aprecia cómo lo hacen tus alumnos. Mira a tu estimado estudiante corbata amarilla y revisa en el pasado a Demetrio. No lograste hacer nada en ambos casos... solo fingir tu patética próxima... ¡muerte!—gritó en lo último Samuel mientras aceleraba en destino al maestro.

Rose intentó colocarse al frente de Robert para protegerlo, pero Caín también apareció rápidamente empujándolo al otro lado. Y en un dos contra dos se enfrentaban en combate.

Samuel botó la pistola y se dio hombro a hombro contra Robert.

Mientras corbata rosa luchaba con corbata negra que como siempre era complicado.

Cuando ambos se encontraron de cerca, se empezaron a dar puñetazos con locura, en toda la cara, cuello y pecho.

Resbaló Rose al suelo tropezando con un imperfecto del piso, pero rodó como un armadillo y enganchó a Caín que terminó cayendo al suelo.

Corbata negra contestó la acción tomándolo del cuello para asfixiarlo, pero respondió Rose con un codazo al lateral.

Caín se resentía, y evadía otro nuevo golpe de Rose, que quedaba expuesto.

Aprovechó Caín asestando un puño, pero éste fue esquivado satisfactoriamente tras encorvarse hacia un lado. Era un relampagueante duelo.

Luego de igualar fuerzas con Caín, Rose vio al maestro sufriendo en pelea con los embates de Samuel.

Pretendía correr a donde él, pero Caín lo agarraba entre sus brazos evitando la huida.

Y Samuel sacó una espantosa espada que tenía guardada detrás de él...

Rose quería socorrer al maestro pero Caín lo mantenía con bastante fortaleza desde atrás y él no resistía más lo anterior.

—¡¡¡NOOOOOO!!!—gritó devastado e impotente.

El sonido del metal traspasando el pecho de su maestro fue lo más espeluznante que pudo escuchar en toda su vida.

Samuel sonreía y Robert caía al suelo lentamente, como si fuera un domino.

Corbata negra quitó la opresión a Rose, que corrió con rapidez a evitar que Robert se estrellara contra el piso, aterrizando al final sobre sus piernas.

—Ahora mueres Robert. Gracias por darnos tantos problemas. Y gracias por ser mi hermano. Te odio maldito—recitó Samuel volteando mientras se alejaba para irse.

—No, maldito, nooo. ¡por Dios maestro!

Mientras tanto Caín se marchó de espaldas y resonó el fugaz eco de una lágrima, que descendía al suelo de parte de él...

Rose fruncía sus labios con melancolía y parte de su escaso corazón se rompió en definitiva.

Observó que Caín se cargaba en los hombros el cuerpo sin vida de Feliciano y se lo llevaba junto a Samuel.

Bright y Altamirano huyeron luego de saber que la misión se cumplió.

Había sangre por todos lados...

—Rose...—sollozó Robert.

Eran los últimos momentos del maestro.

—Dígame amado maestro—exclamó lentamente mientras tomaba sus manos con las de Robert.

—Estoy orgulloso de ser tu maestro. Naciste para ser corbata rosa. No lo dudo. Hasta tu mismo apellido lo dice...—susurró Robert.

Rose solo intentaba llorar pero no lo conseguía. Estaba conmovido hasta el alma.

—Maestro... ¿por qué le tengo que ver otra vez morir?—replicó lento y entrecortado.

Robert sonrió cerrando sus ojos y dijo:

—Porque sólo corbata rosa puede soportar esto.

Volvió a fruncir Rose mostrando esta vez sus dientes en falsa sonrisa. Y asintió.

Abrió Robert sus ojos por última vez y siguió.

—Odias la mentira, porque eres noble, tu color es sólo una muestra de ello. Eres verdad, en su máxima expresión—se detuvo un momento mientras daba un último respiro—, Oasen, confío en ti. Sabes lo que tienes que hacer para evitar la cadena de odio. Lucha contra tu cruel destino hijo... ganarás, estoy seguro...

Después de eso dejó de respirar.

Y Rose le cerró los ojos.

Quería llorar pero no podía.

Todas sus lágrimas las perdió con Estela. Y nuevamente con su querido maestro.

Otra vez tenía que verlo partir.

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Holaaa espero se encuentren muy bien, y aclaro la duda que aún no es el final ;) así que pueden respirar tranquilos xD
Todavía falta mucha tela por tejer en Corbata rosa.

Por ahora sólo me resta decirles gracias por el gran apoyo y también por leer mis historias.

Y por último la parte social que no puede faltar.

https://www.facebook.com/eduardooo96wattpad/

¡Un gran abrazo!