17. Piernas de stripper

4.3K 478 134
                                    

AN: Okay, basta de los momentos lindos y adorables, esto se estaba haciendo un poco cliché, de modo que empezamos de nuevo con giros en la trama llenos de humor, ayeeeeee.

Me desperté sobresaltada, mi cuerpo saltando ante el repentino sonido de fuertes golpes en la puerta de mi apartamento mientras me encogía al ver la baba que había dejado en mi diario.

"Mierda", murmuré, limpiándome la boca antes de ponerme de pie lentamente y abrir la puerta.

"Woah, te ves hecha mierda." Carlos saludó, empujándome al pasar a mi apartamento mientras lo fulminaba con la mirada.

"Sí, buenos días a ti también, puedes pasar." Murmuré en voz baja, tratando de acomodar mi pelo desordenado mientras me frotaba los ojos.

"Lo siento. Nat, te amo pero no puedes lucir así si vas a ser mi novia." Dijo mientras cerraba la puerta y entrecerraba los ojos, mi mirada cayendo en las grandes bolsas de plástico que tenía en las manos mientras rápidamente sacaba una peluca de color marrón.

"Yo literalmente pasé toda la noche escribiendo mi historia en la cocina gracias a que Harry ocupó todo el espacio en mi cama, así que es demasiado temprano para tu mierda." Gemí, frotándome la cara con frustración mientras sentía que Carlos colocaba la peluca en la parte superior de mi cabeza.

"Lindo, lindo," dijo Carlos ignorándome mientras guardaba algunos portarretratos de mis muebles, reemplazándolos con fotos de sí mismo mientras corría por todo el lugar.

"¿En qué capítulo vas?" Me preguntó mientras me quitaba la peluca, arrojándola sobre el mostrador antes de abrir la nevera.

"Capítulo diecisiete, creo" dije, sirviéndome un vaso de jugo de naranja antes de beberlo.

"Es un trabajo en progreso." Me encogí, relamiendo el sabor en mis labios mientras buscaba la fecha de caducidad.

"Genial, okay, aquí hay un cepillo y pasta dental, puedo oler tu aliento desde aquí y huele a trasero, así que cepíllate y acicálate", dijo Carlos, lanzándome el equipo de higiene dental mientras rodaba los ojos e iba al fregadero de la cocina .

"Déjame adivinar, tu madre y tu familia están viniendo aquí desde Salinas a-"

"Mi madre y mi familia están viniendo aquí desde Salinas y ella va a puto matarme con su chancla, empujándola dentro de mi culo cuando se entere de que aún no me he asentado." Carlos hiperventiló, atando un delantal de color rosa alrededor de sí mismo y empezaba a desempolvar mis muebles.

"Tío, sólo tienes veintitrés, además, ¿por qué siempre tienes que usar mi lugar como el tuyo?." Dije, cepillándome los dientes con fuerza antes de escupir en el fregadero y hacer gárgaras.

"Genial, dícelo a mi madre, y porque vivo con un traficante de drogas sueco que posiblemente cambia mis tarros de azúcar por sus tarros de coca." Carlos se burló, rociando aromatizador en el aire.

"Carlos, sabes que no puedo ser tu novia falsa, tu familia ya me conoce ." Me mofé mientras Carlos sacaba una mini aspiradora de su bolsa.

"Sí, por eso te traje la peluca, duh," Él replicó como si no fuera obvio antes de rodar los ojos hacia mí.

"Le pregunté a Georgia y ella sólo se rió en mi cara y Bernie no quiso afeitarse la barba para ser mi novia, así que ..." Carlos murmuró detrás mío mientras frotaba el pulgar sobre la madera de mi mesa de café tratando de sacar una mancha.

"Natalie..." Harry bostezó desde mi habitación, sólo vestido con unos calzoncillos mientras corría una mano por su desordenado pelo castaño y se frotaba los ojos.

Cliché (COMPLETO) » En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora