Los lamentos y los reclamos no tardaron en aparecer, no se podían creer lo que habían hecho. Eran un asco de familia y un asco de amigos. Ya no estaba tan claro qué era Fairy Tail.

-Pero master, nosotros solo hicimos esto porque Lisanna nombro a Lucy-dijo Gray- ¿Cómo íbamos a saber que la nombraba porque la querían a ella?

Lisanna solo podía llorar, no le salían las palabras, sentía que todo lo había provocado ella, todo era culpa suya.

-Lisanna no tiene la culpa de esto- el Maestro sorprendiendo a Lisanna. En ese momento estaba furioso ¿Cómo se atreven a culparla a ella?- Todo esto no lo ha provocado Lisanna, lo habéis provocado vosotros.

Todos quedaron en silencio, en el fondo sabían que el Maestro tenía razón. Lisanna solo quería darles una señal pero lo malinterpretaron todo y ahora... ahora no se podía hacer nada

-La primera Maestra Mavis no creo este gremio para esto, lo creo para que todos fuéramos una familia, unidos como hermanos y amigos. Apoyarnos entre nosotros. Fairy Tail ha cambiado, pero no para bien.

Ante las palabras del Makarov nadie podía hablar, ya fuera por las lágrimas o por la pena no podían. Cada uno se perdió en su propio mundo de lamentos y penas.

Todos se quedaron devastados cuando el Maestro Makarov volvió a meterse en su despacho y cerró la puerta de un portazo.

Habían que se consolaban entre sí, como Cana y Lisanna, las que no habían tenido nada que ver en la ida de Lucy. Todos se consolaban como podían, algunos intentaban parecer fuertes, pero sin lograrlo.

Por otro lado estaba Natsu que se había mantenido callado, apartado y solo desde que el Maestro y Lisanna habían salido de la oficina. Estaba cada vez más confuso, muchas emociones se arremolinaban en su interior, y todas negativas.

Se levantó de golpe de su asiento pasando desapercibido para todos los que se encontraban a su alredeor. Salió casi corriendo del gremio en una dirección que solo él sabía, dejando a un gremio con el que compartía un gran pesar y lleno de tristeza, decepción y resentimiento.

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Natsu

Corría por las calles de Magnolia en una carrera que no pensaba para hasta llegar a mi destino.

Todos los pensamientos y recuerdos de Lucy que he conservado a lo largo de estos años con ella me atormentan desde hace más de dos meses, desde que se fue.

La culpa me invadía desde lo que paso, pero no quería hacer caso a mi conciencia.

Que tonto fui.

Si solo hubiera, si yo la hubiera protegido, ella todavía estaría a mi lado junto a mi hijo, mis hijos.

Ese pensamiento me dejo un amargo sabor de boca. Lucy estaba embarazada y yo la había, no la había... Dios, soy un imbécil.

Me pare en seco cuando llegue a mi destino. La orilla del lago.

Me acerque poco a poco a la sombra de un árbol y me apoye en el tronco. Entonces los recuerdos me golpearon con fuerza. Todos los momentos importantes que compartimos en este mismo lugar.


"-Natsu, te amo. Estoy enamorada de ti- Lucy estaba delante de mí con la cara más sonrojada que nunca. Nunca la había visto así- si no sientes los mismo yo...

Antes de que terminara esa frase, la cogí de la cintura y junte nuestros labios en un beso lleno de ternura. Cuando nos separamos junte nuestras frentes. Ella tenía los ojos todavía cerrados, pero poco a poco los fue abriendo.

-Te amo Lucy. Estoy completamente loco por ti.

Ante esas palabras Lucy sonrió enormemente y me volvió a besar con más ímpetu que antes. El beso tierno de antes se volvió apasionado"


El primer beso.

Después de ese llegaron más recuerdos.


"Lucy y yo llevábamos más de un año saliendo, y cada momento con ella era perfecto. En ese momento estábamos en su departamento, en su cama, ella sentada encima de mí a horcajadas.

Los besos de esa noche eran diferentes, más ardientes y calientes que nunca. Mis besos empezaron a bajar por su cuello mientes ella soltaba pequeños suspiros.

Nos fuimos deshaciendo de la ropa poco a poco disfrutando del momento y las caricias que nos dábamos.

Esa noche fuimos uno"


La primera vez.

Y otro


"-Natsu tengo que decirte algo importante, pero no te enfades- Lucy tenía los ojos llorosos pero con un brillo de ilusión en sus preciosos ojos marrones.

Estábamos en la orilla del lago. Estamos sentados en el suelo apoyados en el tronco de un árbol. Habíamos ido a pasar el día allí con Happy, que estaba pescando, mientras nos dejaba intimidad porque hoy hacíamos tres años de noviazgo.

-¿Qué pasa Luce?- estaba empezando asustarme.

-Estoy embarazada. Vamos a ser papás.

Ella no podía ocultar su sonrisa y yo, yo estaba en shock no sabía qué hacer, solo la abrace.

La abrace muy fuerte. Iba a ser padre, era el mejor, de los mejores momentos de mi vida y todo gracias a ella"


El primero...


Después llego Igneel, y todo fue perfecto. Éramos una familia unida y feliz.

Pero con el tiempo empezaron las discusiones y se incrementaron cuando Igneel cumplió cinco años. El niño tenía miedos nocturnos y Lucy iba a dormir con él en su cama.

Las pequeñas discusiones que habían pasado a ser más grandes. Lucy siempre intentaba hablar conmigo pero yo, simplemente no, no podía ni verla en ocasiones.

Después de eso solo veía una nube negra en sus pensamientos y recuerdos.

Ahora no sé ni donde está, ni si está bien ¿Y mis hijos?

Lo único que sé es que si pudiera volver a verte te diría lo mucho que lo siento.

Si pudiera volver a verteحيث تعيش القصص. اكتشف الآن