Jelliot: Cumpleaños, ¿mejor en familia?

Start from the beginning
                                    

-¿No quieres una fiesta sorpresa? Puedes fingir que no lo sabías mientras yo contacto con todos nuestros amigos —se ofreció. Sentí que tomó mi mano, y me acariciaba con su pulgar. Esa técnica, la de las fiestas sorpresas, la solíamos emplear muy a menudo. Porque tarde o temprano, el otro lo terminaba descubriendo antes de la propia celebración, por lo que ya habíamos desistido.

—Ni siquiera eso. Solo me apetece quedarme en el apartamento contigo, en la cama y viendo alguna película que haya visto miles de veces.

—Seguro que para eso te quieres quedar en la cama...

-¡Elliot! —exclamé pegándole en el costado. Él fingió que se dolía aunque notaba que estaba aguantándose las risas—. Eres un pervertido.

—Oye, se pueden hacer miles de cosas en una cama —Jane, no seas como el enfermo de tu novio, no malpienses—. Podría haberme referido a dormir o leer un libro, por ejemplo. La pervertida serías tú, yo no he dicho nada de sexo. Ni tampoco de sexo salvaje, eso solo lo pienso en mi interior.

No sabía si tirarme del coche en marcha o darme de cabezazos contra el respaldo. Y lo peor es que esas escenas estaban pasando por mi mente a la vez que sentía mis mejillas arder.

—Eres un depravado —indiqué.

—Tú lo llamas depravado, yo lo llamo ventaja. Siempre consigo sacarte una sonrisa, ¿no es así? —Tenía que admitir que él tenía un punto.

—Bueno, sí. Pero lo puedes conseguir de otras formas.

-¿Sexo salvaje?

-¡No! —exclamé sonrojada. Mientras, él se retorcía de risa en su asiento.

—Sabes que me encanta hacerte sonrojar —se excusó sonriéndome con esa sonrisa que hacía que todos mis pensamientos de querer golpearle desaparecieran. Me tendió la mano para que le chocase los cinco y a regañadientes estire la mía, pero antes de que se tocasen, él tiró de mí haciéndome caer prácticamente encima suya.

Elliot me guiñó un ojo, para después poner una mano en mi mejilla atrayéndome a uno de sus besos. Hice fuerza contra el cinturón de seguridad para pegarme más a él y aumentar la intensidad. Me dediqué a disfrutar de sus labios. El sonido de pitos de otros coches nos sacó de nuestro pequeño mundo que creábamos al estar a solas.

—Como adoras los semáforos —dije colocándo mi pelo hacia atrás. Menos mal que no había cámaras en los alrededores de donde vivíamos, porque seríamos conocidos como los amantes que no podían contenerse, ni siquiera en el coche.

—Volviendo al tema de antes, nada de fiesta este año, ¿entonces? —Asentí. Lo más alocado que iba a hacer era salir alguna noche con Am y Carol para celebrar mis 27—. Pero sabes que tenemos que ir mañana a casa de tus padres.

Mierda, lo había olvidado por completo. Muchas veces echaba de menos vivir cerca de ellos, aunque solo fuese en la misma ciudad, Maryland. Desde que me había instalado en Pennsylvania, por la universidad no había abandonado el estado. Elliot se negaba a pasar más tiempo separados, así que entre los dos decidimos alquilar un piso cercano al campus. Al terminar la carrera, nos habíamos mantenido allí. Quizá sólo porque era más fácil que volver a hacer una mudanza, y el apartamento no estaba mal.

—Agh, adiós a mi día de descanso. Sobre todo tener que aguantar a los mellizos —Ellos se estaban convirtiendo en unos adolescentes y, si ya de niños eran insoportables, ahora aún más.

—Ellos están deseando verte —Él tenía razón, pero solo de imaginar lo largo que iba a ser el día mis ganas flojeaban—. Ya hemos llegado.

Era cierto lo que decía. Estaba tan distraída pensando en la cantidad de cosas malas que mañana podrían ocurrir, que no había sido testigo de que nos encontrábamos en la zona donde se encontraba mi trabajo. Disfrutaba mucho cuando trabajaba para el canal de YouTube, pero como era lógico, me habían ascendido y ahora trabajaba para una importante revista. Lo más irónico es que muchas veces era la responsable de redactar noticias sobre Elliot y yo, normalmente eran tres opciones las que tenía que manejar: que habíamos roto, que nos habíamos casado en secreto o bien que estaba embarazada.

Más allá de la música © Where stories live. Discover now