Capítulo 54: Los borrachos siempre dicen la verdad

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Capítulo 54: Los borrachos siempre dicen la verdad

Elliot

Estaba agradecido de que el próximo concierto fuese tres días después. No sólo porque los otros habían sido demasiado seguidos como para poder aguantar y dar lo mejor posible de mí, sino porque sabía que algo malo podría pasar. Esta vez era cuando veía a mis detractores con ganas de hundirme.

Porque sí, ya era una realidad que esas imágenes se habían filtrado. Pese a no haber bebido apenas nada en comparación de lo que había planeado, esa noche había dormido del tirón, deseando que eso hubiera sido un sueño. Más bien hubiera sido una pesadilla.

Debía ser algún tipo de karma, porque cada vez que algo bueno me sucedía, esto venía con algo mil veces peor. Y no creía poder sobreponerme a todo esto y mostrar que nada me afectaba. A la mañana siguiente de la fatídica noche, Twitter ardió. Al igual que la mayoría de miembros de prensa, voraces ante una noticia de tanto calibre.

Me masajeé las sienes recordando lo ocurrido. Ya habían pasado dos días, ¿cuántos hacían falta para que la gente lo olvidase? Suspiré, esto nadie lo iba a olvidar. Ni las fans más defensoras de Ellane ni los seguidores de Kyndall. Como decía, una pesadilla en la que yo era el principal protagonista.

"Abajo. YA"

Recibí el mensaje de Mark. Era mala señal que él utilizara las mayúsculas. Le respondí que enseguida bajaría, no queriéndole hacer enfadar más. Mark vino a Los Ángeles el día que Oliver me propuso su oferta, y se marchó poniendo como excusa una llamada importante. Yo no podía ocultar una sonrisa, no pensaba que le fuese a gustar que saliese de fiesta, por lo que fue una suerte por mí. Estaba en Europa, lo vi en su Instagram. Ahora estaba aquí, y apostaba que era porque las noticias volaban.

Ya estaba acostumbrado a los horarios madrugadores de Mark y, contando con que no había podido pegar ojo, estaba levantado y su mensaje no me había despertado. Fue un error ver lo que los fans opinaban porque un tuit se había quedado en mi cabeza, distrayéndome. "Nunca hubiera imaginado eso de Elliot. Al final, terminará rompiendo el corazón a alguna de las dos chicas"

Yo no era esa clase de persona y al parecer, la mayoría de gente que había leído las noticias y visto las fotos me acusaban de mentiroso, mujeriego y cabrón. Esta última era la palabra favorita para referirse a mí. Hace unos días era la estrella del momento y, en apenas horas, mi fama se había ennegrecido. Y no sabía qué hacer.

Si desvelaba que la relación con Kyndall era artificial, Mark se enfadaría y Kyndall me destrozaría la vida, la mirada fría de sus verdosos ojos no me daba ningún tipo de confianza. Y si elegía la opción cobarde, heriría aún más los sentimientos de Jane. Y eso era lo que menos quería hacer, teniendo en cuenta que la quería. Estaba con la soga al cuello en las dos situaciones. Tal vez, debería tomar la oportunidad de Oliver y librarme de todo esto.

"ELLIOT"

Más letras en mayúscula. Me apresuré a vestirme, sin tiempo a tomarme una ducha. Me rocié un poco de colonia, no fuese a ser que Mark se diera cuenta. Bajé con el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y con la cabeza trabajando a doscientos por hora. ¿Cuál iba a ser su reacción? No era lo mismo leer lo que opinaban personas detrás de un ordenador que una de carne y hueso, que además era mi manager.

Nos habíamos vuelto a reunir en la sala de la última vez. Al llegar, abrí la puerta conteniendo la respiración. ¿Y si Mark había traído a hordas de periodistas? Él estaba obsesionado con la promoción gratuita.

—Elliot, pasa —Mark me miró alzando una ceja. No había notado que estaba parado en la puerta hasta que él lo dijo, con tono como si yo fuera idiota.

Más allá de la música © Where stories live. Discover now