-Bueno hermana, pensé que necesitarías mi ayuda y vine- respondió. Lo que quería decir de nada.

Ellas dos suelen manejarse con esa clase de códigos que con los años aprendí a descifrar y también mi padre. Él no está molesto con la llegada de mi tía, al contrario, sabe que si está aquí es porque mi madre, la mujer que ama y respeta, la necesita, y haría cualquier cosa por ella.

-Me da pena decir que la lasaña se quemó un poco- continúo diciendo mi madre, limpiándose las manos en el delantal que traía puesto.

-Tal vez podemos pedir una pizza- sugirió mi padre, encogiéndose de hombros.

-¡Suena genial para mí!- aceptó Zayn súper emocionado, él ama la pizza.

-Nada de eso- se apresuró a intervenir mi tía-. Una lasaña casi quemada no es nada comparado con otras cosas que he comido en el pasado. Así que si hiciste lasaña comeremos lasaña.

Otra cosa que tiene mi tía, si vio que mi madre se esforzó por hacer la comida, sea lo que sea, está dispuesta a comerlo. No importa si destruye las ilusiones de su hijo como lo hizo en ese momento.

Una vez que los dos se instalaron, nos acomodamos en la mesa para cenar. Debo decir que la lasaña no era un manjar pero era dentro de todo comible. Los adultos hablaban mientras Olaf me hacía algunas bromas en la mesa como pellizcarme, tocarme un costado del hombro con el dedo constantemente y jalar un mechón de mi cabello. Para que me dejara en paz, pise con fuerza su pie con una de mis muletas, lo que casi lo dejó llorando. Me sobre pase y tuve que disculparme, mis padres y mi tía nunca se enteraron, claro. Esa es la forma de expresar el cariño que nos tenemos el uno al otro.

-¿Por qué Andrew no vino con ustedes?- mi madre hace la pregunta que yo vengo formulándome hace rato.

Mi tío Andrew, de cariño, Zayn y yo, le decimos Marshmallow, y eso se debe al pelo blanco que tiene. Es así desde que tenemos uso de razón y un día de niños le dijimos que su cabello es del color del malvavisco y por eso el apodo.

-No podíamos dejar de atender el negocio por mucho tiempo y decidió quedarse en casa para ocuparse de él y vendrá antes de la graduación de Lauren.

Mis tíos tienen un Minimercado y todos sus ingresos lo consiguen de él. Si dejan de atenderlo mucho tiempo sería malo para ellos.

-Ya veo...-mi madre no sonaba muy cómoda con todo esto- Oooh Ingrid, espero que esto no sea demasiada molestia.

-Quieres estar tranquila, si estoy aquí es porque esta todo bajo control-insistió mi tía.

Si siguen así van a terminar discutiendo. Créanme, ya lo han hecho y no es para nada agradable verlas discutir. Son hermanas después de todo.

-Y dime, Zayn ¿Que tal te va en la Universidad?

Aparentemente mi padre pensaba lo mismo que yo porque de lo contrario no habría hecho la pregunta.

-Excelente- contestó Zayn-, soy el mejor en todas las clases y hasta ahora mis notas más bajas son de ocho. Un profesor me dijo que si continúo así me voy a graduar rápido.

Se nota que Zayn está muy satisfecho por su desempeño. No lo culpo, pone todo su esfuerzo en el estudio, sobre todo porque la beca no fue fácil de obtener y el mantenerla es lo que más le importa. Me siento feliz por él.

Después de la comida, Zayn y yo subimos a mi habitación a jugar al Mortal Kombat. Yo me senté en la cama y él en la silla de mi computadora.

No hay diferencia entre nuestro modo de jugar, él es tan bueno como yo. Teníamos la misma cantidad de vida y nos cuidamos de no ser acorralados contra la pared porque sabíamos que en ese lugar tendríamos desventaja. Como suele suceder cada vez que los dos nos enfrentamos en este juego, estamos muy tensos y conversar no es algo habitual a menos que sean frases como te ganare, ya verás cómo te va, eso estuvo cerca, entre otras cosas. Insultos, nunca. No venía con nosotros.

Tu amor, mi dolor (CAMREN ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora