—Ya está —dijo la rubia de una coleta— ahora voy a ver al Sr. Bale.

—Yo llamaré al personal de limpieza para que limpien toda la sangre que hay en el pasillo —se ofreció Ema saliendo de la sala.

—Yo llamaré al personal de limpieza para que limpien toda la sangre que hay en el pasillo —se ofreció Ema saliendo de la sala

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Tranquilidad... paz... un lugar lleno de luz... todo eso parecía esperarla al fondo de ese oscuro túnel. Más que oscuro era aterrador, no veía nada. Estaba asustada, sus piernas no le permitieron continuar hacia delante, algo la estiraba hacia atrás.

—La mujer está reaccionando — informó un hombre mientras terminaba de suturar la herida que ocasionó todo.

Andraya empezó a moverse. Abrió los ojos y levantó su brazo izquierdo con dificultad. Querría decirle a alguien que tenían que llamar a su mejor amiga. Tenía que contarle lo que pasó. Sentía la sangre seca en su boca y garganta y una máquina le ayudaba a respirar. Parpadeó dos veces y comenzó a convulsionar de una manera muy brusca.

Los médicos presentes trataron de atajarla. No podían inyectarle nada ante tanto movimiento. Eso era una señal de que su cuerpo estaba rechazando la sangre. Siguió convulsionando unos segundo más hasta que se quedó tiesa.

La enfermera le tomó el pulso. Nada. No había nada que hacer. Ya estaba sin vida.

—¿Hora de la muerte? —preguntó decepcionada por no haber podido salvarla.

—Once y treinta de la noche —contestó el enfermero con mucho pesar.

—Once y treinta de la noche —contestó el enfermero con mucho pesar

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La prensa lo acorraló con los micrófonos. No podía ver su camino. Se detuvo harto y escuchó.

—¿Cuál es su declaración sobre este acto caritativo que ha realizado? —preguntó una de las miles de personas.

—No solamente soy un hombre de negocios dedicado a ganar dinero, también estoy interesado en ayudar a los demás. ¿Qué mejor forma de hacer eso? Donar sangre es un sencillo acto que puede salvar vidas; por ello en las empresas Bale hemos comprometido a todos los empleados a que se acercaran a donar —fue su único comentario.

Era tan fácil engañar a los humanos.

—¿Sr. Bale, a muchas personas le intriga el horario que eligió para venir al hospital, que me puede decir al respecto? —otro periodista de otro canal.

𝐂𝐚𝐬𝐭𝐚𝐧̃𝐨 𝔸𝕫𝕒𝕓𝕒𝕔𝕙𝕖 ©Where stories live. Discover now