5.- Enamorado de ti.

Bắt đầu từ đầu
                                    

-Que me juzgarían, que se cerrarían todas las puertas.

-¿Fue lo contrario?

-No, pero no se cerraron tantas, incluso algunas que creí cerradas estaban entreabiertas.

-Y tus amigos, los buenos amigos, ¿has hablado con ellos?

-Sí, con los dos que siempre fueron los más importantes, pero más que nada con el Edgar, aunque tampoco es que sea tanto.

Seguimos hablando de mi situación unos minutos más, al final le pregunté si es que podía volver a fumar y me autorizó, sobre el alcohol no me dijo nada, pero preferiría no arriesgarme. Salí del edificio guardando las hojas en mi mochila y busqué un negocio para comprar cigarros y un encendedor.

Lo guardé todo en mi mochila para buscar donde sentarme y divagar.

Tomé micro hasta mi casa, pero no quería ir a allá aún. Por lo que fui a una plaza y me senté en una banca, me sentaría en el pasto, pero siempre tiene caca y no es la idea mancharme.

A veces dudo que sea de animal esa caca, honestamente.

Saqué la cajetilla y el encendedor, la estaba abriendo cuando alguien se sentó a mi lado y tocó mi espalda.

Miré a mi lado asustada y veo a un Edgar sentado a mi lado.

-¿Estay fumando Becca?- me preguntó y yo asentí- ¿podi?

-Sí, estoy autorizada por mi psiquiatra- me puse un cigarro entre mis labios, le ofrecí uno y se negó.

Encendí el cigarro y a la primera calada, sentí placer, un placer hermoso.

-Nunca vi a alguien disfrutar tanto un cigarro- me dijo y yo reí- ¿Qué haces aquí?

-No quiero ir a mi casa, están puro webiando y el Benja fue a ver a su hija.

-Supe que tu hermano fue papá, ¿Cómo tan weon?

-No sé, mis papás se sacaron la lotería con nosotros como hijos.

- Es que tus papás nunca han estado pendientes de ustedes, en especial de ti y del Benja.

-Sí- le di la razón distraída, lo miré y le di una sonrisa tímida– nunca tuve la oportunidad de agradecerte.

-¿Qué cosa?- preguntó confundido.

-Todo lo que hiciste por mí, cualquier persona me hubiera mandado a la mierda.

-Es que estaba enamorado de ti.

-¿Enamorado?- pregunté alzando una ceja y sonreí como si hubiera sido el mejor chiste del mundo- ¿Cómo sabi que estabas enamorado?

-Porque me volviste loco, y no de la buena manera, eso es lo que el amor hace.

Alcé las cejas pidiendo que me explicara y él suspiró.

-Nada, ya pasó, fue hace tiempo.

-¿Has tenido polola?- le pregunté y él negó con su cabeza despacio.

-No hay tiempo para weas.

-¿Prefieres jugar todo el día?

-Tengo un computador, gente que me quiere y buenos amigos, después vendrá alguna mina que me quiera, pero yo no voy a buscar.

-Eri una gran persona y te quiero mucho, no aguantaré que alguna weona te rompa el corazón.

-¿Qué harías?

-Le sacaría la chucha.

-¿Con esos bracitos que teni?

-Pesao culiao- le pegué en el hombro y él se puso a reír escandalosamente- mátate, de verdad, mátate.

-Llorona culia. Estay muy flaca, bajaste más de peso.

-Abstinencia, efectos secundarios. Estuve pesando 43 kilos, ahora estoy en 47.

-¿Eso es sano?

-Sí, ahora sí. Igual debo subir de peso, pero todo a su tiempo querido Edgarito.

Mi teléfono vibró y lo saqué para ver de qué era. Con cuea tenía a mi familia y algunos amigos en WhatsApp, no eran más de 5 personas con las que hablaba, por lo que un mensaje no era. Era un correo, lo abrí y era de universidad Santo Tomás, una de las pocas que aceptó que postulara a estas alturas.

Leí la wea rápidamente y entre lo que leí, fue que me aceptaron.

Entraría a estudiar diseño en la UST.

Puse cara de "no está mal" y lo guardé.

-¿Qué te llegó?

-Un correo de la Santo Tomás, voy a entrar a estudiar diseño ahí.

-Buena- me dijo el Edgar abrezándome- igual después podi estudiar otra cosa.

-La única wea que quiero es irme luego de la casa de mis papás, vivir sola.

-¿Te acordai que teníamos planeado vivir juntos?

-Sí, indefensas criaturas que éramos- reí.

-¿Mañana qué vas a hacer?- me preguntó el Edgar de la nada, lo quedé mirando y le sonreí ampliamente.

-Nada, ¿teni algún panorama?

-Sí, ¿queri venir al cine?- me preguntó y yo apagué el cigarro en la tierra.

-Dale, ¿Qué vamos a ver?

-No sé, ahí te digo. Es que van los chiquillos igual, no sé si te molesta.

-No, no me molesta, es más, me cayeron bien- dije honesta.

-Creo que el Nico quería ir a ver los Juegos del hambre, no sé weon.

-Me da igual, hace años que no voy al cine, sí que me da igual.

Editado 14 de Mayo 2017.


RiseNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ