Capítulo 29: Segunda noche en el hotel.

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Desperté.

Lo sentía.

- No otra vez, por favor...- susurré y entré al baño.

Mis súplicas no fueron escuchadas.

Salí del baño con la toalla enredada en la cabeza. Aún era de madrugada así que tendría que dormir con el cabello húmedo y con el riesgo de contraer una enfermedad.

Dejé la toalla en la esquina de la cama, esperando que se secara, y gateé hasta volverme a acurrucar en el espacio calientito que era mi lugar. Caí rendida y gemí al encontrar la posición perfecta. Esto podría relajarme hasta que vuelva a dormir... Pero unos golpes desesperados a mi puerta se llevaron mi intento de relajación.

Me levanté como alma que lleva el Diablo y me detuve antes de abrir la puerta. Si alguien toca a tu puerta en la madrugada tú no vas y abres. Podría ser un ladrón, un asesino o una de las empleadas avisándote que hay un temblor. Al abrir la puerta no estaba segura si desear que hubiera sido él o un ladrón.

- (TN)...- susurró.

- Levi...- susurré. Mi corazón latía a mil por hora y sentí que me iba a dar un ataque cuando Levi me abrazó. Él no podía verme pero mi cara era para una foto: tenía la boca entre abierta, tratando de encontrar las palabras para decir, y mis ojos estaban tan abiertos como podía abrirlos. Puse ambas manos al laso de sus hombros y lo aparté.- Esto está mal.

- Hay muchas cosas que están mal y sin embargo se siguen haciendo.- se excusó.

- Pero Pe-

- (TN) no digas nada, por favor.- me interrumpió Levi.- ¿No lo recuerdas?, ¿no me recuerdas?- negué con la aabeza. ¿Qué tendría que recordar?- Tal vez esto te ayude.

Y me besó.

Una y otra y otra vez.

Me gustaba eso. La forma en que jugaba con mi lengua y cómo sujetaba mi cabeza con sus manos. Me encantaba su voz, sus ojos y su boca; pero no podía darme el lujo de disfrutarlo cuando había una persona a la que ambos estábamos traicionando.

- No, Levi, basta.- exigí, y aparté mi cara de la suya.

- (TN) tienes que recordar.- suplicó Levi intentando acercarse a mí.

- No sé qué es lo que quieres que recuerde pero no puedo hacerlo.- susurré.- Lo siento...

- Me gustas.

- ¿Qué?

- (TN), me gustas mucho.- no daba crédito a lo que escuchaba.

- Pero tú la amas a ella.- le recordé.

- Si me permitieras...- dudó.- Si te permitieras recordar, sabrías que a quien siempre he amado es a ti.- se acercó lentamente y yo se lo permití.- Porque a pesar de los años, y de las tentaciones que tenga, yo siempre-

- Yo siempre... te voy a elegir.- completé. ¿Cómo sabía eso?

- Sí...- sonrió.

Me besó. Y esta vez no lo detuve.

Tenía que admitirlo: tal vez sentía algo también.

- También me gusta, señor Levi.- susurré contra su boca.

En ese instante, dejé de respirar. En tan pocos segundos, mil imágenes se agolparon en mi cabeza; perturbando mis pensamientos. Espadas, uniformes con el logo de unas alas en la espalda, titanes... ¿Cómo sabía el nombre de aquellas bestias humanoides? Soldados caídos, muerte por todos lados. Vi mi último intento por sobrevivir y escuché el último aliento que le di a la humanidad. Vi mi propia muerte y vi a alguien preocupado por ello; destrozado.

- Por favor, dime "Levi".

Levi.

Heichou.

Levi.

Heichou.

Levi.

- Heichou...- susurré.

- ¿Qué...?- Levi parecía sorprendido.- ¿Qué dijiste?

- Heichou.- dije con emoción.

- Dilo de nuevo.- era la primera vez que lo veía sonreír con ese brillo en sus ojos.

- ¡Heichou!- grité con las lágrimas a punto de salir.- ¡Levi, lo recuerdo!, ¡te recuerdo!

Levi soltó una risa y yo le seguí. Éramos dos locos riéndonos en mitad de la madrugada. Éramos dos almas que volvían a encontrarse. Dos amantes que volvían a enamorarse.

- ¿Ya está todo listo, (TN)?- preguntó Levi. Desvié la mirada, un pensamiento no dejaba de atormentarme desde la mañana.- ¿Qué pasa, nena?

- Yo no...- susurré.- Ella es mi amiga...- Levi soltó un suspiro.

- (TN)...- cerró los ojos y apuñó las manos. Le costaba si quiera pensarlo.- Yo... voy a dejarla.

Abrí los ojos.

- No quiero que te veas obligado a-

- No me estás obligando, lo haré por mí.- sonreí. Esta escena ya la había vivido antes.- Yo haría cualquier cosa por ti.

- ¿Incluso lastimar a alguien que te amó todo el tiempo que yo no lo hice?- pregunté. Levi besó mi frente y me susurró:

- Ella lo entenderá.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora