Capítulo 17: Una salida a caminar.

1.2K 136 20
                                    

Lunes. 3:40 p.m.

- Acompáñame.- ordenó.

Después de contarle a Petra toda la historia, hacer la tarea incluyendo la que no era para mañana y comer en mi habitación, el señor Levi me pidió que me vistiera. Es en este punto donde me encuentro ahora.

- ¿A-A dónde vamos?- pregunté siguiéndolo hasta el elevador.

- No muy lejos.- dijo. ¿Este tipo entiende lo mal que se puede tomar esta situación? Qué confiado.

Apretó el botón de la recepción y no tardamos mucho en llegar. Era la segunda vez que la veía, normalmente no salía del departamento.

Parecía la recepción de un Hotel de cinco estrellas. Tenían botones y todas esas cosas. Era un bonito lugar. El señor Levi salió y yo lo seguí. Caminamos unas cuantas cuadras y dimos unas cuantas vueltas hasta llegar a nuestro destino: un parque.

- ¿Un parque?- pregunté adentrándome al lugar.

- Sí.- dijo esquivando algunos puestos donde vendían cosas interesantes.

- ¿Qué hacemos aquí?- pregunté mirando a todos lados sin ubicarme aún.

- Ya no hay pan en la cocina.

- ¿Y tenía que venir yo?

- En algún momento te pediría el favor.

- ¿Sabe dónde está el-?

- Detrás del parque.- me interrumpió.

- ¿Estaba tan cerca?

- Sí.

- ¿Entonces, por qué dimos tantas vueltas?

- Para cansarte.

- ¿Cansarme?

- Es el parque más grande de todo Trost.- dijo.

- Sí, eso ya lo noté. Te podrías perder aquí y jamás te llegarían a encontrar.- bromeé. Él me miró.

- Exacto.

- Pero eso no responde mi pregunta.- dije.

- El Director me dijo algunas cosas sobre ti.

- ¿Cosas?- y yo que pensaba que dormir en clase era lo único malo que había hecho.

- Te dormiste en clase.- me recordó deteniéndose frente a un puesto de pan.- Él recomendó que hagas algo en las tardes a parte de dormir, eso sólo te cansará más.

- B-Bueno, no hay mucho que hacer... No quiero perderme y que Hanji le eche la culpa por mi torpeza.- confesé.

- Puedes venir aquí a ver los lugares.- propuso.- Tienen cosas muy lindas.- al decir eso se fijó en una señora de mayor edad que cargaba con un par de escobas y útiles de limpieza. ¿Así que le gustan mayores? ¿Cuántos años tendrá este hombre?- Vamos, te compraré lo que quieras.

- ¿Qué?- pregunté.- Ay, no. No quiero ser una molestia, por favor. Sólo vayámonos.

- Tu cuarto se ve algo triste sin nada que le de tu toque, ¿sabes?- me dijo.- Empecemos con comprarte unos cuantos libros para ir llenando ese estante vacío y polvorieno.

- No, en serio-

- Vamos.- ordenó y empezó a caminar con la intención de dejarme atrás si no lo seguía.

.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Lunes. 6:30 p.m.

Volvimos antes de que se hiciera más de noche. Íbamos cargados de bolsas, todas llenas de libros.

Dejamos las bolsas sobre mi cama y el señor Levi se ofreció a ayudarme a limpiar y acomodarlos pero me negué tanto que al final cedió.

- Si te sirve de ayuda, es mejor que los ordenes alfabéticamente.- dijo antes de cerrar.

- Ahh...- suspiré. Al fin sola. No me molestaba la compañía de Petra ni del señor Levi, en lo absoluto, pero siempre fui alguien asocial con las personas de mayor edad. Eso me recuerda... ¿Cuántos años tendrán Petra y el señor Levi?

Limpié el estante con un trapo húmedo que me dio el señor Levi y saqué los libros de las bolsas. Ordené desde la "C" a la "M", no habíamos comprado muchos... o eso creía.

La puerta sonó y una dulce voz conocida me dijo que era Petra la que pedía entrar.

- ¿Cómo les fue?- preguntó entrando y cerrando la puerta tras ella.

- Bien.- contesté debatiéndome entre si debía poner cierto libro en la "L" por la preposición o en la "M" por el sujeto. Al final decidí ponerlo en la "L".- Es extraño, jamás he leído un libro que no sea los que me obligaban a leer en la escuela.

Petra rió y yo le sonreí.

- Bueno, si necesitas algo no dudes en pedirlo. Nos agrada que estés aquí.- me sonrió y se fue.

Poco a poco empiezo a entender por qué el señor Levi se enamoró de ella.

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora