Capítulo 20: Sentimientos encontrados.

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- Dime, Hanji, ¿cómo morí?- la pregunta salió sin permiso. Era una curiosidad que me estaba matando. Tenía que saber, tenía que saber ya.

- Tú y Levi siempre mueren de la misma manera: una muerte trágica. Realmente, nunca llegan a pasar juntos "toda la vida" porque no alcanzan a vivirla.- dijo. No creí que lo soltaría así de golpe. Pensé que debía insistir más. Quizá era una realidad que la estaba matando.

- ¿Recuerdas algunas?- era una pregunta osada, no sabía cuántas heridas cicatrizadas abriría.

- Todas...- susurró.- Las recuerdo todas... Una y otra vez se repiten en mi cabeza... Aparecen en mis sueños... son mis pesadillas...- su voz empezaba a quebrarse, sus ojos se llenaban de lágrimas, era la primera vez que la veía llorar.- Lo siento, (TN), no existe un final feliz para nadie.

Desperté en mi habitación. Todo estaba oscuro, busqué mi teléfono en la mesa junto a la cama y vi la hora: 2:30 a.m.

¿Qué me había pasado?

Lo último que recordaba era que Eren y Armin habían venido... Acaso ¿me desmayé? Tenía tantos pensamientos aglomerados en mi cerebro en ese momento...

Salí de la habitación para buscar algo de agua, tenía la boca seca. Me sentía demasiado cansada pero en un par de horas debía ir a la escuela.

- ¿(TN)?- escuché mi nombre e instintivamente tapé mi boca para no gritar.

- ¿Se-Señor Levi?- divisé a la figura sentada frente a la ventana a un lado de la habitación que Petra y él compartían. Era una ventana muy grande, prácticamente, iluminaba todo el lugar en las mañanas. Era molesto.

- ¿Qué haces despierta?- preguntó.

- Y-Yo...- tartamudeé.

- Ven, siéntate. Tengo que hablar contigo.- por alguna razón, me asusté. Aunque claro, esas simples palabras asustan a cualquiera.

- ¿Ha-Hay algún problema, señor Levi?- pregunté una vez sentada junto a él.

- ¿Recuerdas cuando hablé con el director de tu escuela?- me recordó. Asentí.- Él vio en ti algo que yo no...- se acercó a mí y tomó mi cara con sus manos. Me sonrojé al contacto.- ¿Has dormido bien?

- S-Sí, ¿po-por qué la pregunta?- tartamudeé. ¿Cómo es que estoy tan nerviosa?

- Tienes ojeras.- dijo y después me soltó.- Tenías.- corrigió.- Después de tantos días ya casi no se notan.

- ¿"Días"?- repetí.- ¿Cuánto tiempo dormí?

- Casi tres días.- la noticia me paralizó. Casi tres días... Eren y Armin deben estar preocupados.

- ¿Q-Qué me pasó?

- Te desmayaste. Por suerte, el papá de Eren es Doctor. Ellos regresaron y le llamaron.- me contó.

- Ay, no...- susurré.

- Te cuidamos desde entonces. No te preocupes por la escuela, llamé a Erwin. Según Eren ya no tienen nada que hacer en las clases así que te pedí una semana.

- Lamento los problemas causados...

- No es problema, no te preocupes.- trató de tranquilizarme.- ¿Por qué no puedes dormir?

- ¿Eh?, oh, ah... Y-Yo...- no sabía cómo decirlo.

- ¿Son pesadillas?, Hanji me habló sobre eso. Lo siento si es algo personal.- se disculpó.

- Sí... Son pesadillas... Siempre son pesadillas...- bajé mi mirada.

- Quizá deberíamos tomarnos unas merecidas vacaciones.- propuso.

- ¿Todo el fin de semana estaría bien?- pregunté.

- Sabes que tenemos que limpiar el fin de semana.

- ¿No podemos saltarlo por una vez?, no pasaría nada malo-

- No.- me interrumpió con la voz firme y fría. Eso me asustó.- Lo siento.

- ¿Qué hay con el señor Levi y la limpieza? Es extraño.- le pregunté a Petra la primera vez que limpiamos mi habitación.

- No es su culpa, él tiene... un trastorno obsesivo compulsivo. Eso lo molesta, saber que todo está sucio y no ser capaz de poder limpiarlo. El trabajo lo tiene cansado y su trastorno lo está matando...

- Yo... no lo sabía. Lo-Lo siento mucho...

- No te disculpes, cariño. No es tu culpa. No es culpa de nadie.- Petra se acercó y besó mi frente.- No importa.

- No-No importa...- susurré.- ¿Usted tampoco puede dormir bien?

- No...- susurró.- Pero no por las mismas razones.

- ¿Es por... su... p-problema?- pregunté, él pareció no entenderme.- Pe-Petra... me dijo sobre su trastorno obsesivo con la limpieza y...- me detuve un momento para verlo pero él ya me veía a mí. Desvié mi mirada completamente sonrojada y seguí hablando, ya no había marcha atrás.- Bueno, no sé mucho sobre el tema pero creo... que si se distrae, un poco, tal vez pueda dejar esa obsesión... Por eso creo que-

- No está mal.- me interrumpió.- También pienso que es una buena idea. Si quieres salir el fin de semana, saldremos.

- ¿En serio?

- ¿Qué no me escuchaste?

- ¿No bromea?

- ¿Alguna vez te he contado un chiste?

- No:v

- ¿Entonces?

- Ay, gracias, señor Levi.- sin pensarlo muy bien lo abracé. Él tardó unos segundos antes de corresponder mi abrazo.

Nos separamos después de unos minutos, cuando nos empezamos a sentir incómodos.

- Tal vez deberías dormirte ya.- me dijo.

- S-Sí, cre-creo que ya... Me voy a...- tartamudeé. ¿Por qué tengo que ponerme nerviosa frente a él?, mi corazón martilleaba dentro de mi pecho.- Buenas noches, señor Levi.- dije antes de dar la vuelta para ir a mi habitación.

- (TN).- escuché mi nombre. Volteé hacia quien me había llamado pero antes de decir algo un beso me robó las palabras. Levi tenía sus manos sobre mis hombros, y podría jurar que estaba de puntitas, mientras sus labios me daban un pequeño y protector beso en la frente.- Buenas noches.- y se fue.

No dormí en toda la noche.

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Where stories live. Discover now