Capítulo 25: Evitar la tragedia del pasado.

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- ¿Estás segura de esto, Ymir?- preguntó la chica rubia cuyos ojos azules se cristalizaban al no ver duda alguna en la actitud asesina de su compañera.

- Muy segura, Christa.- contestó su amiga.

Ambas chicas vigilaban desde un punto escondido a través de la ventana que daba al cuarto de la víctima. Dormía plácidamente. El momento perfecto para atacar a alguien que había hecho mucho daño hace tiempo atrás.

Gracias a la inocencia de la chica rubia pudieron escabullirse haciéndole creer al guardia y al gerente que existía alguien en el mundo interesada en el funcionamiento de los hoteles. Patético. Con ayuda de un pasador abrieron la puerta de la habitación sin hacer ningún ruido. Registraron la casa de arriba a abajo pero no había nadie más allí. Perfecto. Todo iba de acuerdo al plan.

Se colocaron junto a la puerta con la espalda pegada a la pared y se hicieron señas para que ninguna hiciera ruido. Giraron lentamente la perrilla dorada pero ésta se abrió desde dentro. Ambas espías se separaron rápidamente de la pared y adoptaron una posición de ataque.

- ¿Annie?- preguntó sorprendida la chica morena pecosa al ver salir a otra chica rubia de ojos azules pero con la mirada seria, más bien, apagada.

- Pero tú estabas en coma- susurró la otra chica rubia de baja estatura siendo interrumpida por la razón de su intrusión en aquel lugar.

- Lo estaba. Yo la desperté.- habló una voz a sus espaldas. Ni siquiera les dio tiempo a reaccionar cuando ya tenían un brazo en la espalda y un arma en el cuello.

- Tú, maldita pe-

- Ah-ah.- interrumpió la mujer.- Sabes lo que pienso con respecto a las palabrotas.

- ¡Sólo tienes derecho a pensar en lo que hiciste hace años!- gritó la chica rubia.

- ¿Lo que hice yo? ¡Lo que hicieron ellos, querrás decir!- la corrigió.- ¡Yo no estaría dentro de todo esto si ellos no hubieran hecho tan estúpida promesa tiempo atrás! Ninguno de nosotros tendría que sufrir esto.

- Sabemos todo por lo que pasaste...- susurró la chica rubia.- Pero eso no es razón para todas las atrocidades que le has hecho.

- Yo no he hecho nada malo.- dijo la mujer sin ningún rastro de arrepentimiento en su voz.

- ¿Quién conducía el auto que le quitó la vida en Abril 7 del 2013?, ¿quién se metió como enfermera y envenenó su suero en Marzo 23 del 2012?, ¿quién se disfrazó de ladrón y la asesinó en un callejón la noche de Diciembre 24 del 2011?

- No me digas que llevas la cuenta desde entonces.- dijo aquella mujer en un tono de burla. No le importaba en lo absoluto.

- No te importa en lo absoluto la vida de esa chica, ¿cierto?- preguntó la morena.

- Din, din, din, ¡correcto!- rió la mujer para luego borrar esa sonrisa rápidamente y su rostro se oscureció.- Annie, llévatelas.

- ¿A dónde?

- Donde no las encuentren. Sabes qué hacer con ellas.

- Sí.- respondió Annie. Unas enormes alas negras se desplegaron desde la espalda de la rubia y sus apagados ojos azules sin vida se tornaron de un color rojo como la sangre por la que anhelaba su corazón, si es que aún le quedaba algo de ese órgano. Sangre que sólo sería conseguida si seguía con su venganza... venganza para matar a la madre que la abandonó cuando era pequeña: Hanji Zöe.

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Where stories live. Discover now