Capitulo 35- "El arruina noches"

32.2K 2.2K 521
                                    

No hay nada mejor que acurrucarse entre las colchas y olvidar el día anterior, fingir que nada ocurre y descansar.

Frente a Kat, Eliot parecía pensar lo mismo pues se encontraba abrazando a su "masculino" oso de felpa sin emitir un solo sonido a comparación de noches anteriores. A esa hora los niños ya estaban dormidos, mientras que la pelirroja miraba el techo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Todo en ese momento estaba especialmente callado y era agradable. Eso hasta que la puerta de la cabaña sonó suavemente, como si una delgada rama la golpeara. El castaño se levantó alarmado y sin pensarlo mucho corrió hasta la cama de Kat con el peluche en mano. La chica lo miro sin darse crédito de lo que veía.

-¿Que paso pequeño Eliot?- El castaño la miro con el ceño fruncido abriéndose paso entre sus almohadas.

-¿Recuerdas cuando querías hacer una Pijamada pero tus amigas no podían y me pediste que la hiciera contigo pero no quise? Pues ahora si quiero, abre paso que de aquí no me muevo.

-Eso fue hace cinco años, regresa a tu cama si no quieres que te patee lejos.

-¿No que me querías? Estoy muy desilusionado chica tomate.- El castaño se llevó la mano a su pecho dramáticamente tras decir esto, en respuesta Kat únicamente rodó los ojos.

Eliot era la clase de persona que podía irritarte todo el día pero por la noche era más vulnerable que nada. Entre sus más grandes temores estaba la obscuridad, una de las razones por las que Kat había accedido a unir sus cabañas, entre otras cuantas más.

-Tienes que ir a tu cama, me vale si te succiona un hoyo negro o te clavan algo en la cara, solo déjame dormir.

Pero Kat era la clase de chica que ignoraría todo eso y se encargaría de plantarle más miedo sutilmente, solo de vez en cuando y para ayudarlo a superarlo, claro.

Los ojos de Eliot se obscurecieron entrecerrándose un poco. Afuera el sonido de la puerta seguía pero eso ya no le importaba. Kat era una odiosa cuando quería.

-Eso no dices cuando me besas.

Con esto la cara de la chica adquirió una tonalidad rojiza dando paso a una sonrisa victoriosa de parte de Eliot.

-Porque estoy demasiado ocupada buscando la manera de salir de esa asquerosa situación.

-¿Solo para regresar después y hacer lo mismo? Nadie haría eso si no lo disfrutara.

-Pues... Pues... Tú también lo haces así que no tienes excusa.

-Porque a mí me gusta mucho.- Eliot le lanzó una mirada de satisfacción acurrucándose a su lado.

La chica no sabía que sentir, por un lado se sentía emocionada y por el otro molesta. No tenía idea de cómo reaccionar. Kat no quería dormir y mucho menos con Eliot a su costado, ahora eso era muy incómodo para ella, admitía que lo había hecho muchas veces antes pero en esos momentos no sentían lo que sentían o más bien aún no se enteraban.

-¡¿Qué no piensa abrirme alguien?! ¡No golpeare toda la noche!- La voz venia de afuera, una voz grave pero fastidiosa, un voz que solo podría pertenecer a...

-¿Qué hace Parker aquí?- Eliot abrió los ojos sin poder evitar fruncir el ceño al momento en que se levantaba de la cama para abrir la puerta. Al otro lado Parker aguardaba con ropa de día y la boca torcida en una mueca. –Oye son las once de la noche, ¿No te parece que deberías de estar en tu cabaña aromatizando microbios o algo así?

Ahora lo entendían, todo este tiempo lo que estaba tocando la puerta era el princesito del campamento.

-Tuve que cuidar a los niños toda la tarde solo, y cuando llegue a la cabaña Tomas y Margarita me corrieron, ¿Pueden creerlo? ¡Me odian!- El chico hizo una pausa para ver los rostros de Eliot y Kat, luego arrugo ligeramente la frente. –Y al parecer ustedes también.

-¿Te escapaste de tu cabaña?

Parker miro con obviedad a la pelirroja.- ¿Crees que alguien como yo tendría necesidad de huir? Más bien me marche con la intención de evitar malos comentarios, eres muy boba Catalina.

Ambos chicos guardaron silencio en espera de la respuesta de la pelirroja pero de sus labios no salió ninguna palabra. Únicamente se encogió de hombros, minutos después ya estaba en su cama leyendo. Sabía que la indiferencia era la mejor arma a la hora de pelear con alguien y si funcionaba.

Parker miro a Eliot en espera de una respuesta mientras este caminaba hasta su cama, al chico de rulos no le quedó más remedio que seguirlo.

La cabaña de Eliot y Kat era un tanto más pequeña que la suya debido a que tenían menos niños y solo eran dos asesores aunque a diferencia de la que compartía con Maggie y Tom, era mucho más limpia, ellos no tenían envolturas tiradas por el piso o las camas desechas pero si había algo que no le agradara eran la cantidad de ventanas, Eliot era claustrofóbico, eso lo sabía desde siempre. A Kat no la conocía mucho, su sarcasmo no lo permitía, Parker siempre había tenido un problema con eso y sobre todo con las bromas por lo que "Catalina" le caía como laxante en día de alberca. Recordaba que antes era muy amigo de Eliot, pero era algo tan lejano que apenas parecía tomarle importancia, dejaron de ser amigos el día que el castaño fue de visita a su casa y se hizo novio de la chica que a él le gustaba desde el jardín de infancia, Prisilla era su nombre, ella era muy linda y divertida, lo mejor de todo era que también sentía algo por Parker o al menos eso le hizo creer... Fue una de las tantas novias de Eliot, lógicamente Kat no las conocía a todas porque eran bastantes y muchas fuera de la ciudad... ¿Qué pasaría si Kat se enterará que engaño a la mayoría? Era un misterio pero podría ser información útil en un futuro claramente.

Parker detuvó sus pasos cuando Eliot lo hizó, después de todo iba detrás de él.

-Mira, en el closet tengo un pijama y puedes cambiarte en el baño- El dedo de Eliot señalo el lugar en cuestión con una sonrisa falsa. Parker había arruinado su noche y aunque sabía que él estaba enterado era más que obvio que no le importaba.

De igual manera era lógico que no iba a durar mucho con Kat, ella era muy brusca al dormir y siempre terminaba cayendo gracias a sus patadas y por lo tanto durmiendo en el piso o debajo de la cama. Esto fue bueno para el en el tiempo que tenía problemas y no llegaba al baño por las noches, lo malo vino ese día cuando jugaron a las escondidas y Tyler decidió esconderse bajo la cama, hasta ahora no sabía que había sido ese líquido amarillo, el ingenuo seguía pensando que era jugo y Eliot jamás se molestó en aclarar nada.

-¿Dónde dormiré?- Los ojos de Parker escudriñaron el lugar con atención, Eliot fingió pensarlo un poco.

-Conmigo.- Esta respuesta dio paso a una cara de desagrado por parte del oji-verde. Nunca en su vida dormiría con él, era su Carter menos favorito, claro, después de su propio padre.

-Antes me duermo en el granero.

-Mira que por mí no hay problema, como tú te sientas cómodo. Solo ten cuidado con Irundicia, esa gallina te ataca con que respires a tres metros de ella.

La mirada que le lanzó Parker fue suficiente para incomodar al chico que volteo disimuladamente a arreglar sus sabanas. Parker no era un chico común, tenía un gran problema y Eliot lo sabía, por esa misma razón era que prefería evitar discusiones con él, por eso y porque ya tenía mucho sueño como para seguir aguantando otro complejo de grandeza que no fuera el suyó.

Gracias al cielo y al buen convencimiento de Eliot y claro, sus amenazas de "O duermes conmigo o con Zack" Parker finalmente se quedó durmiendo en su cama no sin antes haberse asegurado de que hubiera una distancia prudente entre ambos, lo que menos quería el chico era regresar a su casa con piojos...

A las horas ambos ya estaban durmiendo profundamente, Kat aún seguía despierta en secreto leyendo por su celular y al haber terminado no dudo mucho en acercarse a la peculiar escena donde Parker dormía abrazado a el pie de Eliot y Eliot a la espalda de Parker en una posición casi inhumana mientras que ambos roncaban y murmuraban cosas bastante curiosas. Kat tampoco dudo mucho en tomar fotos y videos de aquello y dudo mucho menos en subirlos a las redes sociales aun aunque eso le hubiera costado salir y buscar señal en ese bosque a altas horas de la madrugada.

Tampoco dudó que eso traería consecuencias no muy buenas...

Hey! Tu, perdedor (Kat & Eliot)Where stories live. Discover now