Capitulo 12- "¿Que demonios hiciste?"

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A la salida de la boutique Kat logro reconocer la rubia cabellera de Hayley. Era hora de entrar al spa y lo único considerablemente bueno era que le habían dado tiempo a Eliot de irse ese par de horas que ellas estarían en tratamientos de belleza. Kat no tenía una idea clara de que haría Eliot con ese tiempo libre pero el simple hecho de saber que no tendría su molesta presencia cerca le agradaba bastante. ¿Que si el chico le gustaba? Si, ¿Eso le quitaba lo antipatico que podía ser a veces? no.

-¿Lista?- Preguntò Hayley con una sonrisa una vez que llego hasta donde ella y Eli la esperaban pacientemente.

Kat asintió.

-¿Para que los quería aquel hombre?

-Nada importante realmente, no se preocupen- La respuesta de Kat hacia Eli había sonado más desanimada que nunca. Generalmente Kat era una chica alegre y vivaz ¿Qué estaba pasando ahora? era un misterio hasta para ella misma.

Al parecer Hayley también noto aquello pero ninguna comento nada, más tarde tendrían tiempo de ver qué había sucedido.

-Bueno, pues entonces en marcha que ya es hora de nuestra cita- Con aquello, Hayley tomo a Kat de la mano como si aún fuera una niña pequeña a pesar de las quejas de esta y la condujo a través de la transitada avenida de la ciudad seguida de Eli.

Cuando menos acordaban ya estaban dentro del lugar. Una mujer de pulcro traje blanco estaba en la espera de que Hayley permitiera que le aplicaran una mascarilla pero la rubia insistía en que no dejaría que le pusieran una ensalada en el rostro. Minutos después, la mujer la convenció y ahora solo era cuestión de esperar a que las empleadas hicieran su trabajo.

-¿Nos contaras que paso cuando te quedaste con Eliot dentro de la tienda de vestidos?- La verdad era que Kat prefería no hablar de ello pero a pesar de todo consideraba a Hayley como si fuera la madre que nunca tuvo, una que estuvo con ella en todo su crecimiento y no en un bufete de abogados. Tal vez contarle lo que estaba sucediendo no era tan mala idea.

-Ni yo misma se- La pelirroja hizo una mueca mientras una de las mujeres le ponía un líquido caliente en la parte superior del labio seguida de un trozo de papel.

-¿Eso qué significa?- Eli se reclino en su asiento, una de las empleadas que le pintaban las uñas la ayudo pasándole un almohadón para que se sintiera más cómoda.

-Que es posible que...- La mujer jaló del papelito que recubría el labio de la chica, entonces grito y Hayley y Eli rieron.

-Tranquila, duele más la primera vez pero con el tiempo se pasa.

-Es verdad, la primera vez que depilaron a Hayley le mordió el brazo a la pobre dependienta- Comento Eli riendo al momento en que Hayley fruncía el ceño.

-Mentirosa.

-Como digas.

Y así comenzó una discusión entre ellas rememorando anécdotas pasadas. Kat suspiro, de menos se habían olvidado por el momento de ella.

No habían pasado ni cinco minutos cuando el teléfono de la pelirroja vibro en tono de llamada. En la pantalla se leía "El tonto Carter <3" acompañado de una foto de un Eliot sacándole la lengua  sin duda era un amor...

-¿Bueno?

-¡Kat! Dios Kat que bueno que contestaste tú- La voz de Eliot atravez de la línea telefónica era extraña ademas de el incesante y extraño sonido metalico que se escuchaba de fondo.

-¿Qué esperabas bruto? Es mi celular.

-Como sea, necesito un favor con urgencia.

-¿Y qué te hace pensar que yo voy a hacerte un favor?

Eliot suspiro, realmente Kat no lo ayudaría.

-Por favor, prometo hacer lo que quieras pero ayúdame.

Hubo silencio unos segundos.

-¿Qué quieres?

-Gracias, gracias, gracias. Kat te adoro, bueno no pero igual gracias, eres...

-Sí, si ¿Qué es lo que quieres?

-¿has escuchado de la comisaria que esta al norte de la ciudad?

-¡¿Qué has hecho Eliot Carter?!

-Shh, no quiero que Eli y Hayley se enteren, solo arréglatelas para venir a sacarme y asegúrate de traer dinero. Digamos que ya sé que es peor que llevar perros callejeros a una prueba de vestidos.

-Bien, pero me lo cuentas todo ¿Si?

-Está bien, pero apresúrate

-Okey

-¿Y Kat?

-¿Qué?

-Gracias, eres genial.

¿Por qué Kat se sentía tan bien? Esa era probablemente la primera vez que Eliot le hacía un cumplido sincero.

Sin poder evitarlo sonrió.


Hey! Tu, perdedor (Kat & Eliot)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora