Hey! Tu, perdedor (Kat & Eliot)

Capitulo 11- "Francesin"

Un hombre con canoso bigote francés y un muy abrillantado rostro observaba furioso a los adolescentes que veían con sorpresa cada estantería caída además de los cientos de vestidos fuera de su sitio y algunos hasta rotos.

Kat sabía desde un principio que aquello saldría mal pero había hecho el intento por Hayley, ella sí pero Eliot no.... bueno, tal vez pudo haberse esforzado mas pero de cualquier manera el chico que ahora escondía una de las telas rotas bajo las gruesas alfombras de aquella boutique había tenido gran parte de la culpa.

- ¡Me quieren explicar cómo es que sucedió esto!- Unas cuantas gotas de saliva salieron en conjunto con esas palabras por parte de "francesin" como le había nombrado Eliot cuando comenzó a reñirlos.

- Eliot, quiere.

- ¡Kat!

- ¿Qué?

- Estoy seguro de que este elegante hombre quiere una respuesta de los dos - Tras escuchar aquello el hombre elevo un poco su bigote en lo que parecía ser una sonrisa de suficiencia.

-Así es buen muchacho - Kat frunció el ceño con disgusto pero aun así se contuvo de hablar, no quería que aquella salida terminara mal (Aunque ciertamente ya no podía empeorar más). –Me tienen que explicar que fue lo que paso cuando antes.

Eliot estiro un poco el cuello de su camisa dirigiendo una mirada de reojo a Kat- Que hable la niña tomate.

Kat le dio un pisotón.

-¡¿Qué te pasa?!

- ¡No me llames así, descerebrado!

- ¿A qué te refieres, cosa?

- A tus palabras, petulante.

- Pues no me importa, yo te llamare como se me pegue la gana, linda.

Para aquel momento los gritos ya habían cesado e incluso francesin había comenzado a poner atención a aquella peculiar discusión. Era sorprendente el tono rojizo en las mejillas de la chica, de hecho en ese momento el apodo de niña tomate le quedaba a la perfección.

-¿Qué has dicho?- a pesar de que la pelirroja trato de que su voz sonara monótona había cierto tono de sorpresa en ella, la verdad, si en otro momento hubiera escuchado esas palabras en la boca de su enemigo habría hecho alarde de ello todo el mes con el fin de molestarlo un poco, pero estaba tan aturdida que ni siquiera tenía una idea clara de cómo actuar en aquellos momentos.

Eliot aclaro su garganta rascando ligeramente su nuca - ¿Lo ves? Puedo decir lo que quiera cuando quiera, aunque sean mentiras.

-Tonto- Kat presiono sus dientes al momento en que se dirigía a la salida, segundos después se escuchó el golpe seco de la puerta y luego un sepulcral silencio.

Francesin acaricio su bigote con una sonrisa pícara en los labios.

-¿De qué se ríe?- Tal vez Eliot no evito que el tono de su voz fuera tan brusco pero aun así eso no pareció molestar al hombre que ensancho un poco más su sonrisa.

- Me perdí mi novela hoy, pero fue para bien. ¡Esto es maravilloso!

El chico frunció el ceño, no sabía si llorar o reírse, tal vez ambas.

-Le pago - Y tras hacerlo, salió del lugar en búsqueda de Hayley y las chicas al spa casi corriendo.

El llevar un par de perros callejeros a la prueba de vestido quedaba a partir de ahora en su lista de peores errores, luego de pelear con Kat, claro.