16. 1/2

1.7K 304 30
                                    


Meses después. 


—¡LuHan detente, corres muy rápido! — YooA jadeaba fuertemente, posando su diestra sobre su pecho luego de detenerse a medio camino. Oía las carcajadas de LuHan retumbar por todo el salón, llevaba al menos treinta minutos siguiéndolo por todo el primer piso para atraparlo, pero lamentablemente el castaño era demasiado rápido para ella. 


—¡No, eres demasiado lenta! —Exclamó él de vuelta, su voz tomando un tono un poco agudo ante su respuesta. Y no muy lejos de ambos menores se encontraba SeHun observándolos, sentados en su posición de mariposa sobre el sofá. 


Una resplandeciente sonrisa estaba plasmada en los labios de SeHun, él aún no podía creer todo el tiempo que había transcurrido desde que le obsequió aquél libro que LuHan llevaba a todas partes, su primer beso tanto para él como con el ojiavellana. Habían pasado los suficientes meses para perder la cuenta, pues aún le costaba el orden de los meses y tomar cuentas por lo que sólo lo dejaba en meses... Meses espectaculares y maravillosos, brillantes y repletos de alegría, algo que había perdido, pero que finalmente obtuvo una vez se hubiese instalado nada más y nada menos que Xi LuHan en su vida. 


—¿Qué lees LuHan? —Preguntó Lin calmadamente una vez entrando a la cocina, notando sin poder evitar a su pequeño hijo sentado sobre los altos pisos con un gran libro sobre sus piernas. Él pasaba las páginas con calma y con una devoción que nunca había notado antes en su bebé. — ¿LuHan? —Habló nuevamente, está vez alzando su voz para llamar la atención de su castaño hijo.


 —¿Hm? —Reaccionó él, sin embargo sus ojos no se despegaron de las hojas. 


—Qué qué estás leyendo —Repitió ella, alcanzando un vaso de la repisa para poder servirse algo de zumo. 


—Oh... Humm, es un libro que muestra todas las mariposas que se conocen —Sus grandes ojos avellanas se elevaron hacia su madre, un brillo particular brillaba en ellos y Lin lo notó con suma curiosidad, antes de siquiera preguntar algo más LuHan se adelantó. — Me lo regaló SeHunnie, en mi cumpleaños —Inconscientemente cerró el libro, pero no pudiendo reprimir sus ganas abrazó con fuerza el libro en su pecho. — cuando cumplí dieciséis.


 Lin sintió el zumo atorarse en su garganta a medio camino, fue en cuestión de segundos cuando el vaso resbaló de su mano estrellándose fuertemente contra las baldosas de la cocina. Tosía fuertemente, sentía su garganta escocer, de pronto su rostro se tornó en un rojo absoluto y junto a ella estaba LuHan tratando de ayudarla, dándole aire con su mano. 


—¡Mamá, mamá, respira! —La castaña llevó su mano hasta su pecho, en busca de aire comenzó a inhalar y exhalar hasta que lentamente volvió a la normalidad, sólo que para ese entonces unas vagas lágrimas se deslizaban por sus enrojecidas mejillas. 


—¿LuHan? —Susurró ella, con la voz rasposa. 


—¿Sí, mami? —El labio inferior de LuHan temblaba, para él no había nada más triste que ver a su madre llorar y de alguna forma sentía algo mucho más fuerte que él que lo llevaba a llorar cada vez que veía a su madre de aquél modo. Un pronunciado puchero adornaba los gruesos y rosados labios del menor de los Xi. 

Every Minute [HunHan]On viuen les histories. Descobreix ara