Every Minute [HunHan]

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Parte 1.

MiNah ajustaba sus gafas sin dejar de observar y examinar las reacciones de SeHun quien en aquél instante se encontraba jugando con un pequeño timbre el cual provocaba un agudo sonido, pero resultaba ser lo suficientemente atrayente para el alto.

— ¿SeHun? —La voz femenina inundó el cuarto recreativo en donde ambos se encontraban, sin embargo el timbre volvió a sonar repetidamente opacando cualquier tipo de sonido que viniese de la muchacha. — Hey SeHun —Insistió, esta vez con un tono juguetón. Después de todo no podía resignarse tan rápido, era su trabajo y ciertamente ya estaba acostumbrada.

Tras unos minutos de insistencia sin obtener absolutamente ningún resultado optó por jugar su mismo juego, pero ella se decidió por un pequeño collar con lo que parecía ser un cascabel colgando del mismo. Una vez lo tomo entre sus delgados dedos comenzó a hacerlo sonar suavemente, lo que rápidamente captó la atención del menor, quien desvió su mirada hacia el objeto que sonaba tan espectacularmente para él.

— Bien, ahora que tengo tu atención te propongo un juego. —La sonrisa en los labios de MiNah se amplió cuando notó que su "paciente" seguía el sonido del cascabel a la par de su voz. — Yo te haré preguntas y cuando digas que si tu timbre sonará una vez, ¿está bien? —E inconscientemente, hipnotizado por la fina voz y el sonido él asintió. — Y cuando sea no serán dos veces, ¿Entendido?

Desde aquél final de su palabra atrapó el cascabel en su puño callando el sonido que provocaba, lo que conllevó que SeHun desviara su mirada a su timbre para hacerlo sonar una vez temerosamente.

— ¡Muy bien SeHun! —Exclamó la chica, volviendo hacer sonar el cascabel entre sus dedos, casi como si se tratara de un premio. — ¿Te encuentras bien hoy? — Y nuevamente el timbre solo hizo un corto sonido. — Oh, ya veo. Me encanta que estés bien, SeHun. Por cierto, ¿qué ha sucedido con linterna verde? —A pesar de que no era precisamente una pregunta en la cual pudiese obtener una respuesta sencilla notó como SeHun se encogió en su lugar, ocultando su mirada con el oscuro flequillo que caía por su frente cuando inclinó su rostro. — ¿Lo has perdido, cariño? — Cinco, diez, quince segundos y el timbre sonó dos veces suavemente. — ¿No? ¿Alguien te lo ha quitado?

Y repentinamente, luego de aquella última pregunta el silencio reinó en el lugar, porque en realidad LuHan no se lo había arrancado de las manos, ni mucho menos quitado, pero SeHun no entendía la situación del chino. Sin embargo, él se negaba a admitir que así había sido, tenía la vaga esperanza que aquél muchacho hiperactivo sería secretamente su súper héroe desde ahora.

Ya ni siquiera extrañaba a Linterna Verde sabiendo que a unas pocas salas se encontraba el único chico que se había acercado amistosamente hacía su persona. Y de pronto, él hizo sonar el timbre dos veces.

MiNah frunció el ceño en confusión, porque sí, entendía que ya no tenía su figura de acción y no porque él lo hubiera perdido, pero si nadie se lo había quitado ¿qué quería decir? Ella examinó el rostro del muchacho y casi podía creer que allí se encontraba una sonrisa. Poco perceptible, pero lo era al fin y al cabo.

Sabía que indagar en lo que quería decir SeHun sería inútil en aquellas instancias, así que prefirió finalmente cambiar rápidamente de tema.

— Oh, y qué dices de tu nueva escuela, ¿Te gusta? — Sí.

— Eso es muy genial, amor. Ahora, ¿Te agradan los niños de aquí? —E instantáneamente pensó en LuHan.

... Sí

Tan solo habían bastado tres días para que SeHun cayera hipnotizado ante el castaño, pero solo se trataba de sentirse cómodo alrededor de una persona, de no tener miedo a lo que sucediera en su entorno. En sentirse seguro y en querer obtener cariño incondicional, así era como se sentía SeHun cada vez que veía a LuHan, pero el miedo aún estaba en él.

Lo único que sabía, era que observar a LuHan era mucho mejor que fantasear en ser un chico aceptado por el resto.