Capítulo 6

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*Lauren pov*

Era miércoles y no dejaba de pensar en la noche del sábado. No sé qué me pasaba, cada momento de la salida con Camila se repetía en mi mente una y otra vez. Lo peor de todo es que se me escapaban sonrisas y más de una vez me encontré pensando en que ojala se repitiera, recordaba las sonrisas de Camila, cuando la abracé en el restaurante y la manera tierna en la que me miraba a veces, quizás era solo cosa mía aquello, pero no voy a negar que la encontré adorable. Me di cuenta que nunca había prestado atención en ella, no como aquella noche.
Tampoco podía olvidar el momento en el que nos quedamos mirando por varios segundos, hasta tuve que desviar la mirada e ignorar mi corazón que latía rápidamente mientras sus ojos me estudiaban atentamente. Yo no sé que nos había pasado en ese momento, pero si estoy segura de algo es que quería volver a repetir un rato como ese y con ella.

No podía estar sintiendo nada por Camila, porque apenas la conocía, porque no sabía nada de ella, porque quizás y probablemente si en algún momento pasara algo más ella no iba a fijarse en mi. De ninguna manera lo haría. Ella jamás querría a alguien como yo.

Sin embargo, mis mejores amigas me decían todo lo contrario mientras les contaba todo al día siguiente. Las palabras de Dinah  fueron claras: “No lo aceptas, pero te gusta, y vas a terminar enamorada cuando menos te des cuenta”

¿Enamorada? No. Yo no podía enamorarme. Ni de ella, ni de nadie. Además, somos amigas, no podría arruinarlo todo por algo que no tengo claro. Y que claramente no iba a pasar.

—Lauren.—Levanté la máquina un segundo de la espalda de aquel chico para mirar a Vero que se asomaba hacia dentro de mi despacho.

—Vero, estoy haciendo algo importante.—Dije mientras volvía a poner la aguja sobre la línea del dibujo sobre la espalda de Pablo. Así se llamaba el joven.

—Pero esto también es importante.

—A ver, dime qué es.

—Bueno, pensaba en que el sábado podíamos ir al club de un amigo Dinah, tu y yo, pero le puedes decir a Camila y que lleve amigas.

Sonreí un poco sin despegar la vista de mi trabajo y asentí lentamente. Me parecía buena idea. Era la ocasión perfecta para volver a ver a Camila y pasar un rato con ella. Con  nuestras amigas.

—Voy a preguntarle si quiere.—Le respondí.—¿Terminaste el diseño que te pedí?

—Eh… Sí. Tengo un cliente. Adiós.

Rodé los ojos, ella no había hecho nada seguramente.

Me dediqué a terminar aquel tatuaje y en todo momento estuve pensando en el sábado, si Camila iría o no. Dios. Estaba volviéndome una estúpida. Debía dejar de pensar en ella. Esto no estaba bien.

<<Es linda. Solo es eso.>> Me repetía una y otra vez. Y lo repetí el resto de la mañana.

Más tarde Dinah había ido por pizza, nos quedaríamos en estudio. Solíamos hacerlo y pasar el rato, un par de horas, hasta que debiéramos abrir otra vez el estudio. Vero había acompañado a Dinah y me quedé sola un rato hasta que quien menos esperaba me envió un mensaje diciéndome que estaba afuera esperando a que le abriera la puerta.

Salí de mi despacho y fui hasta la entrada principal. Ella me sonrió cuando abrí y le devolví el gesto mientras me hacía a un lado para que entrara.

—Ven, vamos a mi despacho. Estoy esperando Dinah y Vero que fueron por pizza. ¿Te quedas?

—No, yo solo pasaba a verte un momento.—Soltó una risita y dejé abierta la puerta para escuchar cuando volvieran mis amigas.

—Oh. Bueno. ¿Cómo estás?—Se encogió de hombros sonriendo tristemente y mi corazón se detuvo por un segundo.—Te llamé antes y no respondiste.—Dije estirando mi mano para que se acercara a mi. Yo estaba apoyada en  el escritorio donde solía dibujar.—Pensé que necesitabas espacio, por eso no insistí estos días.

—Estuve fuera de la ciudad y solo me llevé ropa. No quería… ya sabes… necesitaba distraerme un poco.—Dijo mientras se abrazaba a mi cintura y quedaba en medio de mis piernas.

—¿Y qué tal te fue?—La abracé también y la escuché suspirar.—Kristen, escucha, no puedes estar así siempre. Sé que es difícil, pero aún tienes a tus padres, tienes otra hermana que cuidar, tienes que estar para ellos y sé que es una mierda escuchar todo esto, pero sabes perfectamente que siempre les pidió que no estén tristes. Michelle odiaba verlos tristes por ella.

Michelle había fallecido un día después de su cumpleaños. Ella estaba demasiado enferma y había sido fuerte por mucho tiempo, pero su cuerpo ya no tenía fuerzas para nada. Esa noche se durmió y no despertó nunca. Y esa mañana en la que fui a hablar con mi padre, estaba furiosa, estaba enojada con el mundo, con la vida porque esa niña era importante para mi y se había ido. No me supe controlar y traté mal a mi padre, a Camila, vine al estudio y le grité a Dinah. Todo había sido un desastre.

Entonces, estuve más cercana a Kristen y su familia, en especial con mi ex novia, no podía dejarla, ella me necesitaba y yo le había prometido estar con ella y así iba a ser. No me importaba lo que haya pasado antes.

—¿Puedes prometerme que al menos vas a intentarlo, vas a estar mejor?—Asintió y pasé mis pulgares por sus mejillas ya que había comenzado a llorar. Odiaba verla así.

Limpié sus mejillas, iba a besarla en la mejilla, pero yo misma cambié la dirección en la que mis labios iban y los presioné en los suyos. Ninguna se movió, simplemente nos quedamos con nuestros labios juntos, pero me alejé luego de algunos segundos.

Yo había pensado en Camila mientras le di aquel beso. No podía hacerle esto a Kristen. Ni siquiera debería haberla besado. ¿En qué pensaba?

—Perdón. Perdóname. No sé… No sé que me pasó.

—Está bien.—Dio un paso hacia atrás y se pasó una mano por el pelo. Parecía enojada. Nerviosa.—Tengo que irme. Te… Te llamo luego.

Me pasé ambas manos por el rostro y suspiré de frustración. ¡Qué mierda!

—¿Qué hacía esa tipa acá?—Ni siquiera había escuchado llegar a mis amigas. Vero dejó las cajas de pizza sobre mi escritorio y me miró con las cejas fruncidas esperando una respuesta.

Me alejé de mi escritorio y me pasé una mano por el pelo, luego me giré a ella y la señalé con el dedo mientras le dije:—¡No te importa, Vero! ¡Y deja de tratarla mal cada vez que venga!

—¿Qué pasa?—Dinah se puso frente a mi y me di cuenta que me había alterado. Le había gritado a Vero por nada.

—No sé que me pasa.—Solté un suspiro. Si sé que me pasa. Había besado a mi ex novia y mientras lo hice pensé en mi amiga.—Vero, lo siento.

Me giré a ella y simplemente asintió restándole importancia. Me había comportado como una grandísima idiota. Con todo. Por todo.

**

—¡Hey!—Normani me sonrió mientras se hacía a un lado para que yo pudiese entrar.—¿Cómo estás? No sabía que tenías visitas a los niños hoy. Sinu no está y no me dijo nada.

—Estoy bien, gracias.—Sonreí mirando a mi alrededor.—Y no vengo a ver a los niños hoy. Es a Camila. ¿Ella está?—La morena sonrió de una manera divertida, como si estuviera feliz de escucharme decir eso y asintió.

—¡Sí! Si está. Ahora mism…

—¡Lo!—Esa vocecita me hizo girar y sonreír al instante. En apenas un segundo tenía a Sofi abrazada a mi cuello.

—Voy a llamar a Camila mientras.—Me dijo Normani y asentí mientras levantaba del suelo a Sofi en mis brazos.

— Hola princesa.—Sonrió abrazándome del cuello y pegó sus labios en mi mejilla.—Aww… ¿Me extrañabas?—Soltó una risita sin dejar de darme aquel beso tierno.

—Sí, ¿Por qué no vienes?—Dijo cuando se alejó, mientras llevaba sus pequeñas manitos a ambos lados de mis mejillas en un gesto de cariño y las dejó allí.

—Tengo trabajo, pero vengo el jueves, como siempre, ¿recuerdas?

—Mañana es jueves.—Murmuró sonriendo mientras me apretaba las mejillas con sus manos.—¡Mañana!

—Exacto. Mañana vengo con ustedes.—Dejé un beso en la punta de su nariz y se rió en voz baja.—¿Qué estabas haciendo?

—Pintando.—Me mostró sus manos que estaban con color rojo y amarillo.—Alguien nos dejó pinturas y crayones.

—¿Alguien? Wow. Que bueno.—Me hice la sorprendida y la vi sonreír una vez más. Yo había dejado todo eso y más para ellos.

—Voy a hacerte un dibujo. ¿Qué te gusta?—Ladeó la cabeza a un lado y no pude evitar darle un beso en la mejilla, ella es tan bonita.

—Bueno, no sé, me gustan… ¿Sabes? Dibuja lo que tu quieras, luego lo dejo en donde yo trabajo, ¿Qué dices?

—¡Siiiii! Voy a dibujarlo ahora.—La dejé en el suelo y me dio un abrazo, el cual hice que durara un poco más.

—Ahora me voy, pero te veo mañana, princesa.—Asintió y me besó en la mejilla antes de irse corriendo.

La vi irse y sonreí. Esa niña se había convertido en alguien importante para mi, quizás era raro, puesto a que llevaba visitándolos  casi dos meses, pero con ella más que nada sentía una conexión especial. Se me hacía imposible no quererla tanto.

—¡Buu!—Me giré sonriendo a Camila.—¡No te asustaste!—Dijo fingiendo estar decepcionada.

—Me infarté del miedo, es que soy buena disimulando.—Rodó los ojos y me reí mientras le daba una rápida mirada. ¿Podía verse más linda con esa trenza un lado y con algunos mechones salidos? Estaba segura de que no.—Ah y hola.—Me incliné para besarla en la mejilla y sonrió mostrando sus dientes.

—Hola, fea.

—Fea tú. ¿Cómo estás?

—¡Genial!—Dijo riéndose.—En realidad no, no tan así.—Me reí en voz baja.—No estoy bien, bien, pero estoy mejor. ¿Tú?

—Yo bien.—Me encogí de hombros.—Quizás necesitas distraerte un poco, ¿Eh? ¿Qué dices si el sábado vamos a un club? Puedes llevar a Normani y alguna amiga más, Vero y Dinah irán conmigo.

Camila ya conocía algo sobre mis amigas porque yo le había contado y ella me contó sobre Normani y Ally, que eran sus mejores amigas.

—Les voy a preguntar, de todos modos yo quiero ir… De verdad necesito divertirme un poco.—Asentí mirando a nuestro alrededor.—¿Sólo venías a invitarme?—Asentí una vez más encogiéndome de hombros y se rió de una manera que me pareció demasiado adorable.

¡Basta, Lauren! Qué demonios. ¡No estaba haciendo nada la maldita, se estaba riendo nada más! Por Dios. Quisiera golpearme a mi misma.

—¿No podías enviarme un mensaje y ya?—Dijo burlándose.

—¡Encima que vengo a verte!—Me quejé.

—Entonces me extrañabas.—Asentí rodando los ojos, pero la verdad es que si quería verla, quizás si la extrañaba un poco.

—Pero ya te vi la cara fea, ahora me voy porque tengo cosas que hacer.—Apreté los labios y asintió riéndose mientras  me abría la puerta.

—¿Nos vemos el sábado entonces?

—Mañana vengo a ver a los niños, así que la espera por volver a verme no va a ser tanta para ti. Adiós.—Le besé la mejilla rápidamente y salí de allí sin darle tiempo a responder algo.

**

*Camila pov*

—¿No estás nerviosa por ver a tu novia?—Me preguntó Normani mientras giraba el volante para entrar en una curva que daba a la avenida.

—¡No es mi novia, Mani!—Ally se rió desde el asiento de atrás.

—Pero pronto van a serlo.—Suspiré mirando por la ventanilla. Normani y Ally están molestándome  desde hace días con Lauren.—¿Cuándo vas a admitir que te gusta?

Pasé mis dedos por el borde de mi vestido negro y me mordí el labio. Lauren no me gustaba, era linda, pero no me gustaba. Bueno. En  realidad no sé. Desde que la empecé a conocer me llamaba demasiado la atención, pero quizás era solo cosa del momento, porque era linda, divertida y me trataba bien. Solo eso.

—Es que no me gusta.—Detuvo el auto en un semáforo y me miró sonriendo divertida.—¡No lo sé, Mani! Déjame en paz.

—¡Lo sabía! ¡Te lo dije, Ally!

—Y yo te dije que estaba más confundida que José cuando supo que La Virgen María estaba embarazada.—Normani y yo nos miramos y luego nos giramos a nuestra amiga.—¿Qué? Bueno, más confundida que cuando ustedes no sabían si les gustaban las chicas o no.

—¿Mila, por qué somos amigas de ella?—Me encogí de hombros negando y Ally le dio un golpe a Normani.—¡Auuuch! En fin, Lauren te gusta. Y te callas porque ya llegamos.

Suspiré derrotada y cuando Normani estacionó, me bajé del auto y acomodé mi vestido negro, me pasé una mano por el pelo y tomé mi teléfono para luego ir junto a mis amigas dentro del club.

La música sonaba tan fuerte, el lugar estaba repleto y apenas era media noche. Pasamos por entre la gente hasta que Normani me dijo que vio a Lauren en una de las mesas, así que con Ally la seguimos.

Cuando llegamos donde Lauren estaba, vi a Vero, Dinah—Que la conocía por fotos—, Adam—Él era un empleado de la empresa Jauregui y Ally lo conocía gracias a mi, antes habían salido así que se conocían—Luego estaba Lauren con un vaso en la mano, tenía el pelo suelto a un lado, una remera mangas cortas que dejaba ver su abdomen y mostraba perfectamente sus brazos tatuados, jeans negros un poco rotos en detalle.

Maldición.

Normani me pegó en el brazo discretamente y me giré a ella.

—Sé un poco más disimulada, idiota.—Me dijo y entonces me di cuenta que había mirado a Lauren demasiado. Mis mejillas me estabas ardiendo.

—¡Hey! Vengan.—Lauren nos llamó y luego nos presentó a todos.

Ellos eran divertidos, todos, me la pasé riéndome a carcajadas por todo lo que hablaban, en especial con Dinah, ella era tan graciosa, y además, había tenido una MUY buena onda con Normani. Tanto que ambas se habían ido a bailar juntas. Luego estaba Ally con Adam hablando solo ellos y Vero había desaparecido hace un rato. Después estábamos Lauren y yo que apenas habíamos intercambiado palabras.

No sé que nos pasaba. Yo me sentía nerviosa y ella parecía distante. Pero luego de un rato de incomodidad se acercó a mi y me habló al oído haciéndome estremecer al escuchar su voz ronca.

—¿Me acompañas a la barra a pedir un trago?—Asentí y luego la seguí entre la gente hasta que llegamos a la barra y volvió a hablarme en el oído.—¿Qué quieres?

—Nada.—Negué. Me sentía una estúpida, otra vez.—No tomó alcohol.

—No sabía.—Se rió y pidió su trago al barman. Se subió sobre uno de los bancos de madera que había allí y se sentó de una manera tan poco femenina, sus piernas abiertas y ahora con el trago en la mano. ¿Por qué me gustaba su manera de sentarse? Por dios, Camila. Vamos mal.

—Vero se ha perdido.—Dije y soltó una risita asintiendo.

—Es así. No te preocupes, donde quiera que esté, está bien.—Se mordió el labio mientras tenía una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Le miré los brazos, estaban completamente tatuados. Aquello era increíble.

—Me gustan tus tatuajes.—Dije sin pesarlo y me sonrió fijando su mirada en mi.

—A mi me gusta como te queda ese vestido.—Me observé yo misma un momento, ese vestido era mi favorito y a ella le gustaba.

—Gracias.—Dije desviando la mirada. Ella tenía una mirada tan intimidante, quizás ni siquiera quería serlo, pero lo era.

Más tarde, Lauren intentó sacarme a bailar, pero me negué, de todos modos, siguió insistiendo más veces hasta que me convenció y bailamos juntas. Cera. Por Dios. Estábamos cerca de la otra. Invadiendo nuestro espacio personal. Sentía que iba a desmayarme cuando sentía su respiración en mi cuello o cuando quedábamos frente a frente. Pero nada más que eso pasó. No sé si sentirme decepcionada o contenta porque seguía intentado convencerme a mi misma de que Lauren no me gustaba.

Luego de varias canciones y varios intentos de no desmayarme por la cercanía del cuerpo de Lauren contra el mío, volvimos a la barra y Lauren pidió otro trago. Ella estaba un poco borracha y lo noté porque se reía de todo y me hablaba al oído diciéndome cosas sin sentido que me hacían reír a mi también.

—Desde acá veo la lengua de Normani en la boca de Dinah.—Me dijo y se rió cerca de mi oído haciéndome temblar.

—Oh Dios… ¡Se están besando!

—Yo diría que se están comiendo o casi tragando.—Volvió a reírse de sus propias palabras y se apoyó con un codo en la barra, o eso intentó porque se le resbaló y casi se cae encima de mi. Que bueno que fui rápida y la detuve.—Ay casi me caigo.

—No me digas.—Me aguanté la risa ayudándola a que se quedara contra la barra para que no se caiga.—Estás borracha, Lauren.

—Noooo. No estoy borracha, es que tomé mucho. Pero no estoy borracha. Te lo prometo, mira me puedo parar en un pie.

—No, idiota, te vas a caer.—La detuve antes de que hiciese aquello, era probable que se cayera al piso.

Lauren borracha era todo un caso, me hacía reír hasta tentarme, pero debía cuidarla de que no hiciera alguna idiotez, estaba completamente ebria.

Decidí llevarla a su casa. Normani me prestó su auto, ya que Dinah dijo que iba a llevarla y Ally se iría con Adam. No sé como logré meter en el auto a Lauren, no quería abrocharse el cinturón porque decía que se sentía ahogada, luego de convencerla de que se lo pusiera, conduje hasta la dirección de su casa, la cual Dinah me había dado.

Cuando llegamos, me tomó más tiempo y risas que Lauren me diera la llave de su casa. Cuando abrí la puerta un perro de color amarillo saltó sobre mi, asustándome un poco, pero Lauren le gritó que me dejara y él lo hizo.

—Te dije que le ibas a agradar. Yo no miento. Siempre tengo razón.—Se rió. No sé de qué se reía.

—Sí, sí. A ver señora sabia, ¿Dónde está tu habitación?—Se giró a mi sonriendo y dándome una mirada divertida y le pegué en el brazo.—¡Para que te vayas a dormir!

Riéndose otra vez, caminó por la casa y la seguí. Tuve que decirle que fuera a la habitación de una vez cuando me hizo ir hasta la cocina, el baño y luego volvió a la sala. Me estaba tomando en broma y su diversión, su risa, me hacía reír.
Cuando por fin entramos a su habitación, levanté las sábanas y luego de ayudarla a quitarse su calzado, se tiró sobre la cama.

—¿Vas a dormir con ropa?

—¿Me la quieres sacar tú?

—Vas a dormir con ropa.—Afirmé.

Su habitación era enorme, bonita y elegante, toda su casa era linda.
Le puse las sábanas y el acolchado encima y parecía haberse desmayado del sueño al instante. Decidí irme cuando la vi dormida, pero justo antes de salir de la habitación, me habló, me giré a ella desde la puerta y la vi con los ojos achinados, puesto a que luchaba por que no se les cerraran del sueño. Era tan adorable, realmente, en ese estado.

—Quédate. No te vayas, por favor.

**

Hola qué tal, yo bien, gracias. ahr
Estaba con mucho estudio, por eso no escribía. En fin, espero que hayan disfrutado el capítulo y les esté gustando la historia. La verdad es que no los siento emocionados, hasta dudé si seguir o no, pero bueh, voy a seguir porque me encanta escribir esto.

Remove the chains {Camren}Where stories live. Discover now