29; Summertime Sadness

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Tengo puesto mi vestido rojo con mi cabello suelto, abandone los tacones en algún lado y es media noche pero no importa, corriendo por las frías calles de Senoia, la gente al pasar solo atina a verme con desdén.

Rápidamente llego a el edificio donde esta mi apartamento después de escabullirme por el lobby subiendo por el asensor, entro a mi casa, las lágrimas se dan su lugar acumulándose en mis ojos

Sin pensarlo me encaminó directamente a la bañera, después de hoy, es lo único que me mantiene sana.

Lo que resto de la noche, no fue más que una desoladora escena, ni siquiera recuerdo la hora en que pase a mi habitación o cuando me vestí; es mediodía, no tengo muchas intenciones de levantarme,  pero el desgarrador rugido de mi estómago me obliga a hacerlo

Observo detenidamente mi celular debatiendo mentalmente en si llevar a cabo mi plan o no, una difícil decisión; Ahora o nunca, literalmente.

—Hey Carol, ¿pasa algo?— un nudo se forma en mi garganta, tomó varios respiros y me doy cuenta que su voz, tan juguetona, alegre y amable, ahora no es más que el sonido de noches en vela, monotona, cansada, perdida.

Niego con la cabeza tragandome mis lagrimas, pero es obvio que el no me ve —No, no, solo... Recuerda que siempre te amaré. Adiós.— casi puedo escuchar como se le escapa todo el aire de los pulmones y cuelgo antes de esperar una respuesta

Corrí como si se tratara de un maratón a pesar de usar mi auto el  abandone lejos, muy lejos de mi destino que es el gran puente que une mi ciudad con otra abajo del mismo no hay mas que agua, después de escalar el barandal extiendo mis brazos, como un ave al tiempo que recapitulo los metros que me esperan

Una honda respiración e intento dejar mi mente en blanco lo que extrañamente, funciona.

Cierro los ojos

—Los Ángeles pueden volar

Y salté.

𝑪𝒂𝒓𝒚𝒍: 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ