16; Young And Beautiful

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¿Me seguiras amando cuando no tenga más que mi alma dolida?

—Carol...— había corrido varias millas por alcanzarla, era su cumpleaños  ¿por que salio corriendo de esa manera? Ella instintivamente se levantó cubriendo su rostro,

—Daryl, ¿que haces aquí?— el ladeo la cabeza confundido, intentaba leer su mente, el por qué de esa actitud

— No, será ¿Que haces tu aquí, Peletier?— Carol reflexionó un poco con su mirada en el suelo y después le vio directamente a los ojos, con sus grandes y azules ojos.

Soltó un largo suspiro, moviendo con este los rojos rizos que le tapaban el rostro —Tengo miedo, Daryl.— dijo por fin, sin quitarle la vista de encima.

—¿A que te refieres?

—Ya va terminar la universidad, al menos para mí, me graduó este semestre y ¿tu? cuando me vaya, cuando te vayas de aquí...— el le veia expectante, conocía su miedo, el lo sentia también, pero ¿estaba insinuando que su relación debía terminar porque ella era de último año?

— Tu seguirás tu vida de fotógrafo, yo seré directora de casting, Rick será actor y ni que decir de Michonne, Glenn y Maggie... Nuestra juventud se está llendo de nuestras manos, todo lo que hoy somos sera fuego mañana y después, solo seremos cenizas, Daryl.

—No somos cenizas.— se limitó a decir el joven

—No hoy. 

Ella no dijo nada más y una chispa de abandono, tristeza y dolor se encendio dentro de él.

—¿Cual es tu miedo, Carol? ¿Que eres mayor que yo? ¿Crees que soy muy inmaduro como para mantener una relación contigo aunque ya no estudies aquí?  — Sí, estaba molesto.

La pelirroja por su parte no dejaba de ver sus ojos y luego, comenzó a llorar.

—Yo se que sí los dos queremos podremos ir más lejos, pero...

—¿Pero?

—Algun día, dejaré de ser joven y bella y tú querrás tener tu propia vida, una vida que si lo nuestro fuera más lejos yo te arruinaré.

—¿Que rayos te hace pensar eso?

—Beth...

—¿Ella te lo dijo? ¡¿Y porque mierda le crees?! ¡Ella también es menor que yo!  Joder, Carol ¡Es una maldita niña! ¡esta en la preparatoria! — conforme el comprendía los demonios de Carol, ella lloraba en silencio frente a él,

Daryl tomo sus manos con su mano izquierda, y con la otra le tomó delicadamente la barbilla haciendo que lo viera con sus cristalizados ojos, le limpió unas cuantas rebeldes lágrimas antes de hablar.

—Carol, por favor, no dejes que las palabras de una quinceañera te  afecten, te amo, mucho y soy lo suficientemente grande como para saber que quiero pasar mís días de hoy en adelante a tu lado.—

ella frunció el ceño con una risita entre sus labios, sabía que eso no era literal una propuesta de compromiso, pues si bien, Dixon era algo serio, cerrado y a veces muy infantil, si se lo proponia podria llegar a ser mas romantico que Leonardo Dicaprio en Titanic.

Ojalá no se hubiera tomado el tiempo de parpadear, cerro los ojos unos segundos mientras disfrutaba de la brisa fresca de otoño,al abrirlos su corazón y todos sus órganos dieron un vuelco, casi vuelve a llorar;

Daryl de verdad le estaba pidiendo matrimonio. En una mano, tenía una rosa Cherokee y en la otra un anillo.

Dixon la veía con sus ojos azules penetrando su alma, esperando una respuesta entonces con desenfreno ella asintió y le abrazo, luego de tal vez un minuto, se soltó y espero que le pusiera la sortija en su dedo anular

El se levantó del suelo viendola con una enorme sonrisa, que Carol le correspondía entre lágrimas

—¿Me seguirás amando cuando ya no sea joven y hermosa?— preguntó Peletier rodeando su cuello y pegando su frente con la de el.

—Lo haré.— suspiro Daryl contra su boca, tomándola posesivamente de la cintura

—Se que lo harás. — corto los centímetros que separaban sus bocas con un dulce y necesitado beso.

𝑪𝒂𝒓𝒚𝒍: 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora