~21~

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Yo pensaba que el camino a casa iba a ser pesado, eterno, aburrido... pero después de encontrarme a Ian y que me besara, cambió totalmente mi forma de ver el camino de vuelta a casa. Fuimos agarrados de la mano. Sus dedos entrelazaban los míos, prometiendo protegerme por siempre. Una promesa que claramente no se iba a cumplir; los para siempre son demasiado tiempo. Pero por el momento estaban bien así nuestras manos.

Ian no dejaba de hablarme de todas las cosas que había hecho en la escuela. Me contó que una vez destrozó una ventana con una silla por no reventarla en la cabeza de un compañero al que odiaba. Pero a pesar de haber sido tan sumamente travieso, era el que sacaba mejores notas. Quién lo diría, un cerebrito que iba destrozando todo cuanto tocaba...

Cuando llegamos a casa, Ian me dijo que tenía que irse. No me dio explicaciones, simplemente me dio un corto beso y se marchó. Yo entré en casa y subí a mi cuarto, tenía muchas cosas que pensar. Eran casi las 23:45h. Había sido un día muy intenso. Me daba mucha pena Christian, era un buen chico. Debía hablar con Sky, así que agarré mi teléfono y le envié un mensaje.

Eider: "Perra, mañana tenemos que hablar sobre algo"

Su contestación llegó a los pocos minutos.

Sky: "Dime que usaste condón..."

Eider: "Estúpida, no ese tipo de conversación!"

Sky: "Vale vale, mejor. Entonces guardaré la escopeta"

Esta chica no tenía remedio...

Me puse mi precioso pijama de superman y me tumbé boca arriba en mi cama. Estaba muy cansada pero no podía dejar de pensar en Ian. Me había besado... Y qué beso... Hacía perder el sentido común a cualquiera... Normal que Megan quisiera que Ian fuese solo para ella, esa boca era milagrosa seguro. Lo que entonces no podía dejar de preguntarme cosas y empezar a idealizar para luego ser muy negativa y... bueno, esas cosas de mujeres.

No me creía que Ian me hubiera besado... Es decir, ¿hacia dónde quería llevar la relación? Era un mujeriego, de eso estaba segura.

¿Conmigo será diferente? ¿Me está utilizando para acostarse conmigo o realmente me quiere o le gusto?... ¿Ahora qué? ¿Somos pareja? ¿Somos amigos? ¿Amigos con derecho?... ¿Cómo voy a mirarlo ahora a la cara? ¿La próxima vez que lo vea lo tengo que besar? ¿Podré ir agarrada de la mano con él por la escuela?...

Estas eran las preguntas que más abundaban mi cabeza hasta que de un momento a otro... me dormí.

Por suerte era sábado.

La luz entraba por la ventana haciéndome despertar. El reloj marcaba las 11:27am. Necesitaba una ducha.

Al acabar de ducharme, me envolví en una toalla. Fui a la habitación dejando un caminito de gotas de agua que caían de mi pelo. Me acerqué a la mesita de noche y miré mi teléfono. Tenía una llamada perdida y 15 mensajes, todos de Sky. Los leí todos y cada uno de ellos, la mayoría eran insultándome. Me preguntaba que si me iba a su casa, le contesté con un "desayuno, me visto y voy". Y eso hice. Me vestí con una camiseta de los Rolling Stones, unos jeans negros rotos y unas botas. Dejé que mi pelo se secara solo ya que me daba pereza utilizar el secador. Bajé a la cocina deseando comer algo cuando me llevé una grata sorpresa.

-Buenos días hermano, ¿cómo estás? -me acerqué a la nevera y saqué la leche.

-Buenos días Eider, estoy en la mierda, ¿tú qué tal? -encendí la cafetera y saqué una taza.

-Estoy bien. ¿Qué ha pasado? ¿Qué haces aquí?

-Vivo aquí -se encogió de hombros.

-¿De veras? ¿Desde cuándo? -ironicé. Puse la cápsula de café en la cafetera cuando esta hubo pitado avisando que ya se podía utilizar. Presioné el botón y empezó a salir el café calentito -. Me refiero a que, ¿no estabas fuera?

-Estaba, tú lo has dicho -sus ojos se veían tristes. Me estaba empezando a molestar que fuera tan sumamente estúpido.

-¿Y? ¿Qué te ha hecho venir aquí? -puse leche en el vaso mientras lo observaba, cosa que hizo que lo derramase todo. Bien Eider. Tan patosa como siempre.

-Me ha dejado Sarah -dejé de limpiar la leche del mármol y lo observé.

-¿Quién coño es Sarah? -me miró incrédulo como diciendo "mi exnovia, estúpida" -¿Tenías novia y ni siquiera me dijiste? Oh, no me digas... ¿Fuiste con ella todo este tiempo? ¡¿Por qué mierda no me dijiste nada?! ¡Maldito cabrón! -me acerqué a él frunciendo el ceño. No estaba realmente enfadada, quizá sí un poco molesta pero claramente estaba exagerando.

-¡Eso! ¡Enfádate en vez de ayudarme o aconsejarme o darme un puto abrazo! -se levantó frustrado, tiró al suelo mi taza de café recién hecho y salió dando un portazo que casi destroza la puerta. ¡Mi taza! ¡Rompió mi maldita taza! Oh no, eso ya sí que no. Eso ya es personal.

Salí de la cocina y me dirigí a su espalda. Me subí en esta y, sobreactuando mi enfado al máximo, dije:

-¡Has roto mi taza, cabrón! -lo abracé fuerte, pero él me tiró al sofá.

-Déjame en paz. Ya veo que te importa más una puta taza que tu hermano... Aún que no me extraña, después de matar al otro.

Después de matar al otro. Después de matar al otro...

Su mirada era gélida y su tono brusco. La ira, la culpabilidad y la rabia iban alimentando a mis demonios internos, los cuales asesinaban a los elefantes arrancándoles la cabeza. Benjamin James, mi hermano, creía que era una asesina. Flashes de momentos pasados con Thomas antes de morir pasan por mi mente... su cara de sueño al despertar, su sonrisa, su risa, sus ricitos en movimiento por el viento, sus saltos de alegría, sus abrazos, su mano agarrada a la mía antes de morir... No podía dejar de pensar que yo había sido la causante, que yo lo había matado... pero eso no le daba derecho a Benjamin a decirme eso. Estaba enfadada, esa vez de verdad. En vez de apoyarme, me echa mierda encima. Bien, quería jugar así... pues íbamos a jugar así.

-¡Quizá deberías de tratar mejor a los que te rodean y así no te verías solo cuando necesites ayuda! ¡Quizá deberías de mostrar a quienes te importan que de verdad te importan y no tratarlos como la mierda! ¡Mírate! ¡Das asco! ¡Si tratas así a tu exnovia, no me extraña que quiera dejarte! ¡Mira como nos tratas a todos! ¡No eres ningún Dios ni nada por el estilo! ¡Morirás! ¡Como todos! ¡Tú decides si quieres morir solo y pudriéndote o si quieres morir rodeado de gente que te quiere! -me di la vuelta y su mano aprisionó mi brazo con fuerza. No podía mirarlo, no podía.

-Eider yo no quería sacar el tema de... -las lágrimas ya corrían sin piedad por mis mejillas. No dejé que acabara, liberé mi brazo de su agarre y le dirigí una última mirada de asco.

-No quiero saber nada, Ben. Olvídame -entré de nuevo a la cocina secándome las lágrimas.

¿Cómo podía tener tan poco corazón? ¿Cómo podía ser así conmigo cuando sabe lo mal que estoy en ese tema? Ben era una de las personas en las que más confiaba a pesar de que tenía un carácter difícil de tratar... Si no puedo confiar ni en mi propio hermano... ¿Debería de confiar en cualquiera? ¿Hice bien en confiar en Ian? ¿En Sky? ¿En Christian?

Necesitaba a Thomas de nuevo a mi lado para que volviera a iluminar mi vida con su risita, sus ricitos y su mirada llena de vida... Le arrebaté la vida... No voy a poder perdonarme jamás por eso...

-Eider...

No hacía falta que girara mi cabeza, sabía perfectamente quién era, pero no me apetecía hablar con nadie. Me levanté del asiento, subí las escaleras lo más rápido posible, me encerré en mi cuarto y deseé con todas mis fuerzas no haberme levantado de mi cama nunca.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2020 ⏰

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