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Bien, necesitaba procesar toda la información dada en menos de 2 minutos. Mis padres ya tenían aquí unos amigos que casualmente eran nuestros vecinos -a veces se me olvidaba la cantidad de contactos que teníamos-. Se suponía que el hijo de ellos no hacía nada en todo el día y por eso lo mandaban a limpiar todo lo que yo mandase. ¿Por qué lo que yo dijera? Porque según mi padre hacía más caso a los de su edad. Como sea, tendría un chico a mi servicio.

¿Qué podría salir mal?

-Viene mañana a las 7:30 a despertarte y a llevarte para que empieces las clases. Cuando las acabéis, vendréis a casa y él limpiará -anunció mi madre realmente emocionada. Espero que no sea el típico nerd adicto a los videojuegos de ordenadores.

Después de eso subí de nuevo a mi cuarto y me puse mi pijama de superman para luego tirarme a la cama y dormir.

-Despierta -noté una mano en mi brazo moviéndome mientras me alejaba de mi precioso sueño.

-Igual que has entrado, ahora márchate por el mismo camino -dije con la grave voz matutina que tanto odiaba mientras apartaba la mano de mi cuerpo.

-Si que tenemos mal humor por la mañana -esa voz que no reconocía soltó una risita.

Abrí mis ojos y me encontré con unos ojos de un azul profundo que me hizo retroceder. Su pelo oscuro estaba alborotado y muy despeinado. Sus labios dibujaban una hermosa sonrisa burlona. ¿Qué clase de dios griego era ese?

-¿Quién eres tú? -susurré confusa y medio dormida.

-Vengo a llevarte al instituto, a limpiarte la habitación y...

-¿Eres mi asistente? Bien, empieza escogiéndome la ropa. Jeans, camisa y vans. Gracias -dije sin dejarle terminar de hablar y  moviendo los brazos para que se moviera.

-¿Ya tan pronto exigiendo? -rió y alcé una ceja. No sabía con quién se estaba metiendo -¿Cómo haces eso? Yo no sé -intentó alzar una ceja pero lo único que consiguió fue ponerse bizco. Qué idiota.

-¿Ya tan pronto siendo idiota? Va, muévete y escoge la ropa -bufé molesta y le lancé un cojín en la cara. Aun así no se movía. Él solo me mostraba una sonrisa divertida, me estaban entrando ganas de quitársela de un puñetazo -Obedéceme asistente -dije aplaudiendo como hacen en las películas. Debe de ser sordo o tener algún problema mental -¡Que te muevas idiota! -grité ya enfadada. Se estaba ganando un buen golpe.

-¿Dónde tiene el closet la princesita? -dijo con cierto tono de diversión. Seré idiota yo también.

-Bien, ¿ves la puerta de allí? ¿La de la izquierda? Pues la abres y buscas la ropa -dije señalando mi vestidor.

Él miró dirección a mi dedo y se levantó.

Qué espalda... ¡Mierda Eider, deja de pensar esas cosas!

A los 5 minutos volvió con una camisa blanca que tenía dibujos de piñas, unos jeans negros conjunto con mis vans del mismo color.

-Infantil, ¿no había otra por elegir?

-¿Infantil yo? ¿Quién la compró? -y como buen subnormal que era, empezó a reirse.

-Para tu información fue el regalo de mi prima de 7 años -dije mostrando molestia. En verdad me encantó con solo verla, pero obviamente lo ocultaría. Mi dignidad la necesito alta.

Agarré la ropa de sus manos y la extendí sobre la cama. Miré en dirección al individuo del cual aún no sabía ni el nombre. Qué poco formal, ni se presentó.

-¿Todavía sigues aquí? ¿Piensas salir? -pregunté cruzándome de brazos.

-No era mi intención,  la verdad -me acerqué a él y de un empujón lo saqué de la habitación. No sabía con quién se estaba metiendo.

-¡Capullo dejenerado! -grité y le cerré la puerta en las narices.

Cuando acabé de vestirme, miré el reloj. 20 minutos para la primera clase. Bien, ya siendo impuntual el primer día. Suerte que la escuela no quedaba lejos de casa.

Bajé las escaleras después de colocarme la mochila, casi me caigo 3 veces, y grité:

-¡Idiota que llegamos tarde! ¿Dónde te has metido?

Apareció de la cocina con una magdalena en la boca. Será imbécil.

-¿Que no tienes comida en tu casa? Venga, muévete. Vas demasiado lento -le agarré la camisa y lo saqué fuera.

Empecé a caminar pero no lo noté detrás de mí. Al darme la vuelta lo vi dirigiéndose a una moto. Oh no, ni muerta.

-Vamos princesita, sube a la moto -dijo sonriendo. Le quitaría la sonrisa rápido de un golpe.

-No pienso subir a ese bicho infernal -dicho esto di la vuelta y caminé. No me podía sacar las imágenes de esa noche de mi cabeza. Debía ser fuerte y contener las lágrimas.

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Jaaaaaaai:$

Como estais? Todo bien?

Me da pereza escribir bien.

Que sera lo que pone mal a Eider? tantantaaan

We love you
~L&J

My AssistantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora