~13~

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Iba cogida de la mano de Ian y no se sentía nada mal, todo lo contrario. Era una sensación extraña. Sentía seguridad, protección. Así, de la mano del idiota, no tenía miedo a nada. No le temía a la moto, no pensaba en el día del accidente. Todos los demonios internos, se calmaron y miraron la escena con una sonrisa en la cara.

A cada momento apretaba sus dedos alrededor de mi mano y acariciaba mis nudillos con su pulgar. Ese pequeño tacto mandaba escalofríos por todo mi cuerpo.

¿Qué me pasa?

Y sin siquiera darme cuenta, ya estábamos delante del bicho infernal.

-Sube a delante -dijo sin soltar su mano de la mía -. Vamos princesita, sube -susurró cuando vio que no me movía.

-Ian... -lo miré y él me miró algo molesto -no puedo subir si no me sueltas la mano antes... -miré nuestras manos entrelazadas.

¿En serio está pasando esto?

Ian's POV

-Ian... -me miró y le devolví la mirada algo molesto. Pensaba que esto ya lo teníamos hablado. ¿Otra vez tenía miedo? -no puedo subir si no me sueltas la mano antes... -dijo ella mirando nuestras manos entrelazadas.

¡Mierda! ¿Por qué no he pensado en eso antes y la he soltado? ¿Por qué la sigo agarrando?

¡Suéltala!

¡No la sueltes!

Maldita sea.

-Lo siento -dije sin pensar. Solté sus manos y juro que podía notar mis mejillas arder.

Un momento... ¿Acababa de pedir perdón? ¿Desde cuando Ian Collins pedía perdón? Miré a ambos lados para asegurarme de que nadie me había oído decir tales palabras y por suerte, no había nadie.

¿Qué me está haciendo esta chica?

Me está volviendo loco.

Ella me dedicó una enorme sonrisa cariñosa y subió a la parte delantera de mi moto. Me encantaba que se pusiera ahí, así podía rodearla con mis brazos y sentirla cerca de mí. Sentía que podía protegerla. Así que subí a la parte trasera y la rodeé con mis brazos como tanto me gustaba. No entiendo cómo podía estar pasándome eso.

De camino a su casa solo podía pensar en nuestras manos entrelazadas. Encajaban a la perfección, como si hubieran estado hechas la una para la otra, así como dicen en las novelas.Las corrientes eléctricas estaban ahí otra vez manifestándose. Me hacían sentir débil, demasiado débil. Era algo extraño pero se sentía bien pero mal al mismo tiempo. Era una sensación extraña, sobretodo porque era como si solo existiéramos nosotros en una burbuja que nos aísla de todo lo que nos rodea. Me preguntaba si ella también lo veía así o si solo era yo el que sentía esas cosas, las corrientes que desprendía llenando todos los rincones gélidos de mi cuerpo, de mi corazón...

¿Mi corazón? ¿A caso tengo de eso?

Seguramente que ella no notara eso. Ni siquiera sentirse atraída por mí. Lo más probable era que pensara que era un gilipollas acabado que no es capaz de enamorarse... Más que nada, porque era cierto. ¿Yo? ¿Amor? ¿Eso se come?

"Y, ¿eres capaz de enamorarte?", preguntó la vocecilla que se hace llamar conciencia. Por supuesto no le contesté. No era plan de hablar solo con una voz en tu mente. ¿Estamos locos o qué?

Sin siquiera darme cuenta empecé a pensar otra vez en Eider. En cómo le contestó a Megan. Me quedé atónito cuando le llamó "perra" y "fulana". Por supuesto que yo fui el primero en pensarlo, es más, todo el mundo lo pensaba pero nadie le decía nada a la cara. Ya que tenía un poder bastante importante, llamado también padre, que podría meterse en medio y arruinarte la vida con solo un movimiento. Pero a Eider le daba igual lo que le pudiera pasar, ella siempre diría lo que pensara. Porque ella no era una guarra como Megan, ella no era como las demás, ella era MI princesita.

-Tierra llamando a Ian -escuché decir a Eider mientras tocaba mi pecho haciendo que su voz se colara en mi mente afectando a todos mis sentidos. ¿Ya habíamos llegado? ¿Cómo es que no me había dado ni cuenta?

-¿Eh?... -susurré algo preso en mis pensamientos.

-Qué si llevas llaves, que me las he dejado -dijo una hermosa sonrisa.

-Yo siempre voy preparado para cualquier situación -dije con un poco (bastante) de doble sentido mientras le regalaba una sonrisa arrogante. Por supuesto, me gané una caricia con el pequeño puño de Eider en mi hombro. Qué poquita fuerza -Auch, que daño -ironicé y me gané uno más fuerte, vale ese si dolió. Me llevé la mano al hombro e hice una mueca de dolor. Princesita matona.

-Que me llames princesita no signifique que tenga que comportarme como tal.

Rodé los ojos ante su comentario y bajé de la moto. Saqué de mi bolsillo trasero las llaves y se las entregué. Al cogerlas, hubo un pequeño roce entre su mano y la mía cuando me arrebató las llaves y juro que casi muero con ese mínimo tacto. Respiré hondo y la seguí cuando se dio la vuelta y empezó a andar hacia la puerta. Miraba mis pies moverse hasta que noté como una pequeña mano sujetó mi brazo y como me arrastraba hacia el suelo con un pequeño grito.

Abrí los ojos después de recuperarme por la sacudida y vi a Eider con los ojos cerrados debajo de mí en el suelo. Mi cara estaba a centímetros de la suya. Nuestros alientos chocaban el uno con el otro haciéndose solo uno.

Nunca en mi vida había deseado tanto besar a alguien como a ella en aquél momento. No sé si era por su forma de abrir sus ojos y mirarme, pero cada vez deseaba más acercarme a sus labios y saborearlos.

Tal vez sea el momento de que la beses y veas si siente lo mismo que tú.

Tal vez sea el momento de que me enamore una primera vez. -le dije a aquella vocecilla que me preguntó.

Me gustaba Eider James.

E iba a besar a Eider James.


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HEEEELLOOOOOOOOO!!

Primero de todo quisiera decirle felicidades atrasadas a mi amiga que hace conmigo My Assistant, ella no está conmigo ahora mismo y su cumpleaños fue el domingo pero no tuve tiempo de subirlo el domingo, como bien sabe ella que estuve ocupada todo el día. Quería que fuera sorpresa para su cumpleaños pero me salió la sorpresa como el culo. Lo bueno de todo esto es que vosotras tenéis capítulo nuevo!! Asique yuhuuu!!!

En fin loves, que nos gustaría que hubieran votitos y comentaritos y esas cositas. ¿No? ahbueno

JAJAJAJA

Bueeeeeno

(en el ordenador no tengo corazones pero ya sabéis que os queremos asique ñe)

Bye:3

My AssistantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora