Capítulo 14: Planes

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No fue una decisión difícil,  se sentía como si fuera algo que hubiera estado pensando desde la noche que conocí a James. Al igual se sentía que en aquel entonces hubiera sabido que no iba a funcionar. Que no estábamos bien. Que mi lobo había cometido un error.

Tenía que salir.

Mi padre me había dicho que James no dejaría que nadie se interpusiera entre nosotros, que él destruiría mi casa, y hasta mi antigua manada con el fin de llegar a mi. Yo sabia eso. Desde el principio James siempre había parecido muy interesado en protegerme, en tenerme, en poseerme. 

Así que no iría a casa, o a cualquier otro lugar donde otros se pusieran entre nosotros. Me gustaría ir al sur o al oeste, viajar tan lejos como fuera posible. Si me fuera lo suficientemente rápido, y lo suficientemente lejos, estaba completamente segura que el lazo que lo permitiría localizarme, se rompería.

Sólo que no estaba segura de que mis cuatro patas me llevarían lo suficientemente lejos, y lo suficientemente rápido como para que el no me rastreara. Tal vez podría encontrar una ciudad y conseguir salir en un tren. Los aviones serían fáciles de rastrear, y me imaginaba que iba a tratar de seguir mi rastro. El quería mantenerme segura. Y encarcelada. Pero los trenes no eran tan fáciles de rastrear. Me gustaría cruzar la frontera en mi forma de lobo, ya que James todavía tenía mi pasaporte.

Ese era otro problema. Las vallas.

Tenía que encontrar una manera de lograr cruzarlas.

 ***

A la mañana siguiente cuando Angus, el chef, vino a traerme el desayuno, le pedí que me mostrara el camino a la cocina y a cualquier otro lugar que me fuera util. El humano accedió.

A medida que caminaba por los corredores que componían la mayor parte de la casa, intentaba memorizar todos los lugares que tenían escaleras y salidas.

"¿Angus?" Empecé cuando llegamos a una cocina, tamaño industrial. "¿Por qué todos viven aquí, quiero decir, no sería mejor en la ciudad? Ellos van allí por la noche de todos modos." Sentía los lazos de la manada todas las noches cuando se alejaban.

"Va a tener que preguntarle a James sobre eso, yo solo soy un Chef," dijo con su acento francés. Angus parecía conforme con mi decisión de quedarme ahí mientras el cocinaba, y no paro de quejarse sobre la horrible comida que la manada lo hacía cocinar. Fue la razón por la cual lo deje cocinarme lo que el quisiera.

"Creo que fue el mejor desayuno que he tenido en mi vida", le dije a Angus antes de comer el último trozo de omelette.

Él sonrió. "Me alegro de que lo haya disfrutado."

"¿Me ayudarías con algo?" Le pregunté después de unos segundos. "¿Me podrías mostrar el lugar? Este lugar es realmente antiguo, y a mi me gustan las costas ...umm, así clásicas, y el jardín. Amo la jardinería. Es decir, no hay problema en que yo salga, ¿verdad?"

"¡Por supuesto que no!" Angus dijo, a pesar de que su entusiasmo sonó forzado. "Voy a mostrarte el lugar."

 "Aquí estamos," dijo Angus cuando llegamos el vestíbulo de la casa, moviendo su mano alrededor como si me estuviera presentando a una persona. El lugar olía a polvo, parecía que nadie vivía aquí, y mientras Angus me mostraba el primer piso, yo no paraba de pensar en que parecía que toda la casa había caído bajo algún tipo de hechizo.

La casa se veía más impresionante por afuera. Aunque era grande por dentro, el primer piso parecía ser el único realmente en uso. Había ocho pisos (sin contar las torres) un montón de habitaciones, aunque sólo alrededor de la mitad de ellas eran dormitorios. El resto eran grandes bibliotecas, pasillos, comedores, salones y baños de mármol.

The Hard Mate (Incompleta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora