Capítulo 32.

74.4K 4.4K 588
                                    

(EDITADO)

Narrador externo

Aquella mañana, Emma y los demás se encontraban en su apartamento disfrutando de una película todos juntos.

—No me encuentro bien.—Entró Emma al salón. Los demás voltearon a verla. Hache se levantó y se acercó a ella.

—¿Qué te pasa?—Le preguntó levantándole la barbilla.

—Me mareo y...—Hizo una pausa—Tengo náuseas...—Dijo colocándose una mano en la frente.

—Yo la llevo al hospital.—Se ofreció Carol. Hache iba a decir algo, pero recibió un mensaje de Allan en el que decía que era urgente que se reunieran en el callejón del Nightmare.

—Vale. Te veo luego, niñata.—Le dijo dándole un beso en la frente.

Carol y Emma se fueron y en el apartamento solo quedaron los chicos.

Hache no sabía para qué querría Allan verlo en el callejón pudiendo verse en su despacho o en cualquier otro lugar cerrado. 

—He pensado que podríamos ir a tomar algo al bar de abajo.—Propuso Zac.

—Si.—Dijeron Dani y Tyler al unísono.

—¿Hache?—Preguntó Zac al ver que no decía nada.

—Si, pero primero tengo que ir a ver a Allan.

Los chicos asintieron y se bajaron al bar mientras Hache cogía el coche para ir al Nightmare. Mientras conducía solo una persona ocupaba sus pensamientos y esa persona era Emma. Temía que le pudiera pasar algo, pero él ya tenía una idea de lo que podría ser y no le asustaba para nada.

Hache aparcó y se dirigió al callejón. Estaba vacío. Decidió esperar un rato más, apoyándose en la pared. Pero nada, no había ni rastro de Allan. Cansado, decidió irse y justo apareció aquel hombre que tanto había llamado su atención el primer día: el encapuchado.

—¿Dónde está Allan?

—Allan no va a venir. Él te ha citado aquí conmigo.

Hache asintió, no sabía de qué iba todo esto.—¿Y qué es lo que quieres?

El callejón estaba desierto, no había ni un alma si quiera paseando cerca de allí. Hache sabía que esto tenía que ver con Dave, lo que no sabía es para que quería el encapuchado verle ahí.

El encapuchado rio.—¿De dónde has sacado ese carácter, chico?

Hache tensó la mandíbula hasta tal punto que podría decirse que iba a reventar. No le gustaba hablar de eso, le recordaba a su padre. Hache tenía recuerdos de cuando su padre hablaba con ese carácter que a él le había servido para salir adelante. Ese carácter que él mismo adquirió con tan solo ocho años.

—De mi padre.—Contestó entre dientes.

—¿Él también tiene tanto carácter?

—No creo que estemos aquí para hablar de mi padre. Ve al grano.

—Tienes razón—Asintió el encapuchado con una media sonrisa.—Estas aquí porque vamos ha acabar con Dave...

—Espera, espera—Lo interrumpió Hache.—¿Qué tienes que ver tú con Dave?

—Destrozó a mi familia.—Una ira ocupó la ronca voz del encapuchado.

Hache asintió apenado porque sabía el dolor que sentía aquel encapuchado: Dave destruyó su familia también.

—¿Y qué tengo que ver yo en todo esto?—Preguntó confundido Hache.

—Allan y yo tenemos un plan en el que la ayuda de Jack es secundaria, pero la tuya, es primordial.

—¿Y por qué iba a confiar en el plan de un desconocido que va encapuchado?

—Veras Hugo,—Se quedó asombrado ya que el encapuchado conocía su nombre.—No soy un desconocido para ti.—Suspiró y se quitó la capucha.—Soy Gabriel, tu padre.

- - -

Mientras tanto, las náuseas de Emma iban en aumento. Estaban sentadas esperando a que las llamaran.

—Emma Ross, pase.

Emma se levantó con la ayuda de Carol y entraron en la consulta. El médico de cabecera le indicó que se sentará en la camilla y le dijo que le explicará todos los síntomas que tuviese.

—Bien, voy ha hacerte unos análisis de sangre y de orina para confirmarlo.

«¿Confirmar qué?» pensó Emma. Primero le sacaron sangre y después, le dieron el tubito para que pudiera orinar.

—Tienes que esperar un rato mientras analizan los resultados. Puedes esperar en la sala de espera hasta que volvamos a llamarte.

—Gracias.—Y con Carol salieron a sentarse.

*Dos horas después*

—¿Cómo te encuentras Em?—Le preguntó Carol.

—Cansada.—Admitió.

—Emma Ross, pase por favor.

Ambas volvieron a entrar a la consulta y esta vez no la hicieron sentarse en la camilla. Las dos se sentaron en las sillas que hay enfrente de la mesa del médico.

El médico entrelazó sus dedos y apoyó los codos en la mesa.

—Emma,—Habló con calma.—Estas embarazada.

- - -

Emma y Carol se encontraban de vuelta al apartamento para darle la noticia a los chicos, sobre todo a Hache. Al principio, a Emma le costó asimilar la idea pero conforme hablaba el médico, la idea de estar embarazada, no le disgustaba. Lo único que pensaba era que no era un buen momento.

Las chicas esperaban encontrarse a los chicos hablando y bebiendo cerveza, pero lo único que encontraron fue a Hache sentado en el sofá con la cabeza gacha y los codos apoyados en las rodillas.

Emma miró confusa a Carol quien decidió quedarse en el marco de la puerta mientas Emma se acercaba a Hache.

—Tengo que decirte algo.—Podía notarse la emoción en la voz de Emma.

—Yo también.—Levantó la cabeza Hache, su voz estaba rota.

—Yo primero.—La emoción no había desaparecido y una sonrisa triste ocupaba el rostro de Hache.

—No niñata, yo primero.—Hache sabía que lo que iba a decirle iba a dolerle mucho. Quizás más a él que a ella. Así que la besó como nunca. Con ese beso quería decirle que la quería como nunca había querido a nadie y que nadie ocuparía su lugar nunca: ella era la única niñata a la que iba a querer.

—Se acabó.—Ahora su voz sonaba firme.

—¿Qué?

—Que se acabó. Voy a alejarme de ti. No me busques porque no vas a encontrarme.—Él sabía que lo que Emma quería decirle era que estaba embarazada y le dolía abandonarla de esa manera tan cruel.

Una lágrima resbaló por su mejilla.—¿Por qué?—Ella sollozó.

Pero él no respondió. Simplemente, se apartó de su lado y comenzó a caminar.—¿Por qué?—Volvió a sollozar ella.

Esta vez, tampoco respondió. Ni siquiera se giró a verla. Pasó al lado de Carol y tampoco se dignó a verla. Cuando Emma escuchó el portazo, fue cuando se derrumbó por completo; cayó al suelo de rodillas y lloró como nunca antes lo había hecho. Carol corrió a su lado, pero era imposible consolarla. Él se había ido como un huracán: destrozando todo lo que se cruzaba en su camino.

- - -

Esta escena me sigue rompiendo el corazón 💔

Hache. Saga H1 ✔️जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें